PART 13
[12.53] Yo no pretendo ser inocente. El alma exige el mal, a menos que mi Señor
use de Su misericordia. Mi Señor es
indulgente, misericordioso».
[12.54] El rey dijo: «¡Traédmelo! Le
destino a mi servicio». Cuando hubo hablado
con él, dijo: «Hoy has encontrado entre nosotros un puesto de autoridad, de
confianza».
[12.55] Dijo: «¡Ponme al frente de
los almacenes
[12.56] Y así dimos poderío a
José en el país, en el que podía establecerse donde quería. Nosotros hacemos objeto de Nuestra misericordia a
quien queremos y no dejamos de remunerar a quienes hacen el bien.
[12.57] Con todo, la recompensa de la otra
vida es mejor para quienes creen y temen a Alá.
[12.58] Los hermanos de José vinieron y
entraron a verle. Éste les
reconoció, pero ellos a él no.
[12.59] Cuando les hubo suministrado sus
provisiones dijo: «Traedme a un hermano vuestro de padre. ¿No veis que doy la medida justa y que soy el mejor de
los hospederos?
[12.60] Si no me lo traéis, no obtendréis
más grano de mí ni os acercaréis más a mí»
[12.61] Dijeron: «Se lo pediremos a su
padre, ¡sí que lo haremos!»
[12.62] Y dijo a sus esclavos:
«¡Poned su mercancía en sus alforjas.
Quizá la reconozcan cuando regresen a los suyos.
Quizás, así, regresen...»
[12.63] De vuelta a su padre, dijeron:
«¡Padre! Se nos ha negado el grano.
Envía, pues, con nosotros a nuestro hermano y así recibiremos
grano. Cuidaremos, ciertamente, de él».
[12.64] Dijo: «Las seguridades que ahora me
ofrecéis respecto a él ¿son diferentes de las que antes me ofrecisteis
repecto a su hermano? Pero Alá es Quien cuida mejor y es la Suma
Misericordia».
[12.65] Y, cuando abrieron su equipaje,
hallaron que se les había devuelto su mercancía. Dijeron: «¡Padre! ¿Qué más
podríamos desear? He aquí que se nos ha devuelto nuestra
mercancía. Aprovisionaremos a nuestra
familia, cuidaremos de nuestro hermano y añadiremos una carga de
camello: será una carga ligera».
[12.66] Dijo: «No lo enviaré con vosotros
mientras no os comprometáis ante Alá a traérmelo, salvo en caso
de fuerza mayor». Cuando se hubieron
comprometido, dijo: «Alá responde de nuestras palabras».
[12.67] Y dijo: «¡Hijos míos!
No entréis por una sola puerta, sino por puertas diferentes. Yo no os serviría de nada frente a
Alá. La decisión pertenece
sólo a Alá. ¡En Él
confío! ¡Que los que confían confíen en Él!
[12.68] Cuando entraron como les
había ordenado su padre, esto no les valió de nada frente a
Alá. Era sólo una necesidad del
alma de Jacob, que él satisfizo. Poseía
ciencia porque Nosostros se la habíamos enseñado. Pero la mayoría de los hombres no saben.
[12.69] Cuando estuvieron ante José, éste
arrimó a sí a su hermano y dijo: «¡Soy tu hermano!
¡No te aflijas, pues, por lo que hicieron!»
[12.70] Habiéndoles aprovisionado, puso la
copa en la alforja de su hermano. Luego, un
voceador pregonó: «¡Caravaneros! ¡Sois, ciertamente, unos
ladrones!»
[12.71] Dijeron, dirigiéndose a ellos: «Qué
echáis de menos?»
[12.72] Dijeron: «Echamos de menos la copa
del rey. Una carga de camello para quien la
traiga. Yo lo garantizo».
[12.73] «¡Por Alá!» dijeron. «Bien sabéis que o no hemos venido a corromper en
el país y que no somos ladrones».
[12.74] Dijeron: «Y, si mentís,
¿Cuál será su retribución?»
[12.75] Dijeron: «La retribución de
aquél en cuya alforja se encuentre será que se quede aquí
detenido. Así retribuimos a los
impíos».
[12.76] Comenzó por sus sacos antes
que por el de su hermano. Luego, la
sacó del saco de su hermano. Nosotros
sugerimos esta artimaña a José, pues no podía prender a su
hermano según la ley del rey, a menos que Alá quisiera. Elevamos la categoría de quien Nosotros
queremos. Por encima de todo el que posee
ciencia hay Uno Que todo lo sabe.
[12.77] Dijeron: «Si él ha robado, ya un
hermano suyo ha robado antes». Pero José lo
mantuvo secreto y no se lo reveló.
Pensó: «Os encontráis en la situación peor y Alá
sabe bien lo que contáis».
[12.78] Dijeron: «¡Poderoso! Tiene un
padre muy anciano. Retén a uno de nosotros en
su lugar. Vemos que eres de quienes hacen el
bien».
[12.79] Dijo: «¡Alá nos libre
de retener a otro distinto de aquél en cuyo poder hemos encontrado nuestra
propiedad! Seríamos, si no, injustos».
[12.80] Desesperado de hacerle cambiar,
celebraron una consulta. El mayor dijo:
«¿Habéis olvidado que vuestro padre os ha exigido comprometeros ante
Alá y cómo faltasteis antes a José? Yo no saldré de este
país hasta que mi padre me lo permita o hasta que Alá decida en
mi favor, que Él es el Mejor en decidir.
[12.81] Regresad a vuestro padre y decid:
'¡Padre! Tu hijo ha robado. No
atestiguamos sino lo que sabemos. No
podíamos vigilar lo oculto.
[12.82] Interroga a la ciudad en que nos
hallábamos y a la caravana con la cual hemos venido. ¡Sí, decimos la verdad!'»
[12.83] Dijo: «¡No! Vuestra
imaginación os ha sugerido esto.
¡Hay que tener digna paciencia! Tal vez Alá me los devuelva a
todos. Él es el Omnisciente, el Sabio».
[12.84] Y se alejó de ellos y dijo:
«¡Qué triste estoy por José!» Y, de tristeza, sus ojos perdieron la vista. Sufría en silencio...
[12.85] Dijeron: «¡Por Alá,
que no vas a dejar de recordar a José hasta ponerte enfermo o morir!»
[12.86] Dijo: «Sólo me quejo a
Alá de mi pesadumbre y de mi tristeza.
Pero sé por Alá lo que vosotros no sabéis...
[12.87] ¡Hijos míos! ¡Id
e indagad acerca de José y de su hermano y no desesperéis de la misericordia de
Alá, porque sólo el pueblo infiel desespera de la misericordia de
Alá!»
[12.88] Cuando estuvieron ante él, dijeron:
«¡Poderoso! Hemos sufrido una desgracia, nosotros y nuestra familia, y
traemos una mercancía de poco valor.
¡Danos, pues, la medida justa y haznos caridad! Alá retribuye a
los que hacen la caridad».
[12.89] Dijo: «¿Sabéis lo que, en
vuestra ignorancia, hicisteis a José y a su hermano?»
[12.90] Dijeron: «¿De veras eres tú
José?» Dijo: «¡Yo soy José y éste es mi hermano! Alá nos ha
agraciado. Quien teme a Alá y es
paciente...Alá no deja de remunerar a
quienes hacen el bien».
[12.91] Dijeron: «¡Por Alá!
Ciertamente, Alá te ha preferido a nosotros.
¡Hemos pecado!»
[12.92] Dijo: «¡Hoy no os reprochéis
nada! ¡Alá os perdonará Él es la Suma Misericordia.
[12.93] ¡Llevaos esta camisa
mía y aplicadla al rostro de mi padre: recuperará la vista!
¡Traedme luego a vuestra familia, a todos!»
[12.94] Al tiempo que la caravana
emprendía el regreso, dijo su padre: «Noto el olor de José, a menos que
creáis que chocheo».
[12.95] Dijeron: «¡Por Alá, ya
estás en tu antiguo error!»
[12.96] Cuando el portador de la buena
nueva llegó, la aplicó a su rostro y recuperó la vista. Dijo: «¿No os decía yo que sé por
Alá lo que vosotros no sabéis?»
[12.97] Dijeron: «¡Padre! ¡Pide
a Alá que nos perdone nuestros pecados! ¡Hemos pecado!»
[12.98] Dijo: «¡Pediré a mi
Señor que os perdone! Él es el Indulgentes el Misericordioso».
[12.99] Cuando estuvieron ante José, éste
arrimó a sí a sus padres y dijo: «¡Entrad seguros en
Egipto, si Alá quiere!»
[12.100] Hizo subir a sus padres al trono. Y cayeron prosternados ante él. Y dijo: «¡Padre! He aquí la
interpretación de mi sueño de antes.
Mi Señor ha hecho de él una realidad.
Fue bueno conmigo, sacándome de la cárcel y trayéndoos del
desierto, luego de haber sembrado el Demonio la discordia entre yo y mis
hermanos. Mi Señor es bondadoso para
quien Él quiere. Él es el
Omnisciente, el Sabio.
[12.101] ¡Señor! Tú me
has dado del dominio y me has enseñado a interpretar sueños. ¡Creador de los cielos y de la tierra!
¡Tú eres mi Amigo en la vida de acá y en la otra!
¡Haz que cuando muera lo haga sometido a Ti y me reúna con los
justos!»
[12.102] Esto forma parte de las historias
referentes a lo oculto, que Nosotros te revelamos.
Tú no estabas con ellos cuando se pusieron de acuerdo e intrigaron.
[12.103] La mayoría de los hombres, a
pesar de tu celo, no creen.
[12.104] Y tú no les pides un salario
a cambio. No es sino una amonestación
dirigida a todo el mundo.
[12.105] ¡Qué designios hay en los
cielos y en la tierra, junto a los cuales pasan indiferentes!
[12.106] La mayoría no creen en
Alá sino como asociadores.
[12.107] ¿Es que están, pues, a
salvo de que les venga, cubriéndolos, el castigo de Alá, o de que les
venga la Hora de repente, sin presentirla?
[12.108] Di: «Éste es mi camino. Basado en una prueba visible, llamo a Alá,
y los que me siguen también. ¡Gloria a
Alá! Yo no soy de los asociadores».
[12.109] Antes de ti.
no enviamos más que a hombres de las ciudades, a los que hicimos
revelaciones. ¿No han ido por la tierra
y mirado cómo terminaron sus antecesores? Sí, la Morada de la
otra vida es mejor para los que temen a Alá ¿Es que no razonáis...?
[12.110] Cuando ya los enviados desesperaban
y pensaban que se les había mentido, les llegó Nuestro auxilio y
fue salvado el que quisimos. Pero Nuestro
rigor no respetará al pueblo pecador.
[12.111] Hay en sus historias motivo de
reflexión para los dotados de intelecto...
No es un relato inventado, sino confirmación de los mensajes anteriores,
explicación detallada de todo, dirección y misericordia para
gente que cree.
AR RA'D
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[13.1] 'lmr.
Ésas son las aleyas de la Escritura. Lo
que se te ha revelado, de parte de tu Señor, es la verdad, pero la
mayoría de los hombres no creen.
[13.2] Alá es quien elevó
los cielos sin pilares visibles. Luego, se
instaló en el Trono y sujetó el sol y la luna, prosiguiendo los
dos su curso hacia un término fijo. Él
lo dispone todo. Explica detalladamente los
signos. Quizás, así, estéis
convencidos del encuentro de vuestro Señor.
[13.3] Él es quien ha extendido la
tierra y puesto en ella montañas firmes, ríos y una pareja en
cada fruto. Cubre el día con la noche. Ciertamente, hay en ello signos para gente que
reflexiona.
[13.4] En la tierra hay parcelas de
terreno colindantes, viñedos, cereales, palmeras de tronco simple o
múltiple. Todo lo riega una misma agua,
pero hacemos que unos frutos sean mejores que otros.
Ciertamente, hay en ello signos para gente que razona.
[13.5] Si de algo te asombras,
asómbrate de su palabra: «Cuando seamos tierra, ¿es verdad que se
nos creará de nuevo?» Ésos son los que niegan a su Señor,
ésos los que llevarán argollas al cuello, ésos los moradores del Fuego,
eternamente.
[13.6] Te piden que precipites el mal
antes que el bien, aun habiendo precedido castigos ejemplares. Tu Señor es el que perdona a los hombres, a
pesar de su impiedad. Pero también tu
Señor es severo en castigar.
[13.7] Los infieles dicen: «¿Por
qué no se le ha revelado un signo procedente de su Señor?» Tú
eres sólo uno que advierte y cada pueblo tiene quien le dirija.
[13.8] Alá sabe lo que cada hembra
lleva y cuándo se contrae el útero, cuándo se dilata. Todo lo tiene medido.
[13.9] El Conocedor de lo oculto y de lo
patente, el Grande, el Sublime.
[13.10] Da lo mismo que uno de vosotros
diga algo en secreto o lo divulgue, se esconda de noche o se muestre de
día.
[13.11] Tiene, por delante y por
detrás, pegados a él, que le custodian por orden de Alá. Alá no cambiará la condición
de un pueblo mientras éste no cambie lo que en sí tiene. Pero, si Alá quiere mal a un pueblo, no hay
manera de evitarlo: fuera de Él, no tienen amigo.
[13.12] Él es quien os hace ver el
relámpago, motivo de temor y de anhelo, Él quien forma los
nubarrones.
[13.13] Por temor a Él, el trueno
celebra Sus alabanzas, y los ángeles también.
Él envía los rayos y hiere con ellos a quien Él quiere,
mientras discuten sobre Alá, pues es fuerte en poderío.
[13.14] La verdadera invocación es
la que se dirige a Él. Los que invocan
a otros, en lugar de invocarle a Él, no serán escuchados nada. Les pasará, más bien, como a quien,
deseando alcanzar el agua con la boca, se contenta con extender hacia ella las
manos y no lo consigue. La invocación
de los infieles es inútil.
[13.15] Ante Alá se prosternan
mañana y tarde los que están en los cielos y en la tierra, de
grado o por fuerza, así como sus sombras.
[13.16] Di: «¿Quién es el
Señor de los cielos y de la tierra?» Di: «¡Alá!» Di:
«¿Y tomaréis, en lugar de tomarle a Él, a amigos que no disponen
para sí mismos de lo que puede aprovechar o dañar?» Di: «¿Son
iguales el ciego y el vidente? ¿Son iguales las tinieblas y la luz?
¿Han dado a Alá asociados que hayan creado algo como lo que
Él ha creado, al punto de llegar a confundir lo creado?» Di: «Alá
es el Creador de todo. Él es el Uno, el
Invicto».
[13.17] Ha hecho bajar del cielo agua, que se
desliza por los valles, según la capacidad de éstos. El torrente arrastra una espuma flotante,
semejante a la escoria que se produce en la fundición para fabricar
joyas o utensilios. Así habla
Alá en símil de la Verdad y de lo falso: la espuma se pierde; en
cambio, queda en la tierra lo útil a los hombres.
Así propone Alá los símiles.
[13.18] Los que escuchen a su Señor
tendrán , lo mejor. A los que no Le
escuchen, aunque posean todo lo que hay en la tierra y otro tanto y lo ofrezcan
como rescate, les irá mal al ajustar las cuentas.
Su morada será la gehena. ¡Qué
mal lecho...!
[13.19] Quien sepa que lo que tu
Señor te ha ir; revelado es la Verdad, ¿será como el
ciego? Sólo se dejan amonestar los dotados de intelecto.
[13.20] Quienes observan fielmente la alianza
con Alá y no violan lo pactado,
[13.21] quienes mantienen los lazos que
Alá ha ordenado mantener y tienen miedo de su Señor y de que les
vaya mal al ajustar las cuentas,
[13.22] quienes tienen paciencia por deseo
de agradar a su Señor, hacen la azalá, dan limosna, en secreto o
en público, de lo que les hemos proveído y repelen el mal con el
bien, ésos tendrán la Morada Postrera,
[13.23] los jardines del edén, en que
entrarán, junto con aquéllos de sus padres, esposas y descendientes que
fueron buenos. Los ángeles
entrarán en donde ellos estén, por todas partes:
[13.24] «¡Paz sobre vosotros, por
haber tenido paciencia!» ¡Qué agradable será la Morada Postrera!
[13.25] Pero quienes violan la alianza con
Alá después de haberla contraído, cortan los lazos que Alá
ha ordenado mantener y corrompen en la tierra, ésos serán malditos y
tendrán una Morada detestable.
[13.26] Alá dispensa el sustento a
quien Él quiere: a unos con largueza, a otros con mesura. Se han regocijado en la vida de acá y la
vida de acá no es, comparada con la otra, sino breve disfrute...
[13.27] Los infieles dicen: «¿Por
qué no se le ha revelado un signo que procede de su Señor?» Di:
«Alá extravía a quien Él quiere y dirige a Él a
quien se arrepiente».
[13.28] Quienes crean, aquéllos cuyos
corazones se tranquilicen con el recuerdo de Alá -¿cómo no
van a tranquilizarse los corazones con el recuerdo de Alá?-,
[13.29] quienes crean y obren bien,
serán bienaventurados y tendrán un bello lugar de retorno.
[13.30] Así te hemos enviado a una comunidad
que fue precedida de otras, para que les recites lo que te hemos revelado, pero
niegan al Compasivo. Di: «¡Es mi
Señor! No hay más dios que Él.
En Él confío y a Él me vuelvo arrepentido».
[13.31] Si hubiera un Corán en
virtud del cual pudieran ponerse en marcha las montañas, agrietarse la
tierra, hablar los muertos... Pero todo
está en manos de Alá. Los que
creen ¿no saben que si Alá hubiera querido habría puesto a
todos los hombres en la buena dirección? No dejará de alcanzar
una calamidad a los infieles en premio a sus obras o bien tendrá lugar
cerca de sus casas hasta que se cumpla la promesa de Alá. Alá no falta a Su promesa.
[13.32] Ya han sido objeto de burla otros
enviados antes de ti. Concedí una
prórroga a los infieles; luego, les sorprendí. Y ¡cuál no fue Mi castigo...!
[13.33] ¡,Acaso Quien vigila lo que
cada uno hace...? Con todo, han dado a
Alá asociados. Di: «¡Ponedles
nombre! ¿O es que vais a informarle de algo en la tierra que Él
ignore? ¿O es sólo una manera de hablar?» Al contrario, a los
infieles les es engalanada su intriga y son apartados del Camino. Y aquél a quien Alá extravía no
podrá encontrar quien le dirija.
[13.34] Tendrán un castigo en la
vida de acá, pero en la otra tendrán un castigo más penoso. No tendrán quien les proteja contra
Alá.
[13.35] Imagen del Jardín prometido
a quienes temen a Alá: fluyen arroyos por sus bajos, tiene frutos y
sombra perpetuos. Ése será el
fin de los que temieron a Alá. El fin
de los infieles, empero, será el Fuego.
[13.36] Aquéllos a quienes dimos la
Escritura, se alegran de lo que se te ha revelado.
En los grupos, en cambio, hay quienes rechazan una parte. Di: «He recibido sólo la orden de servir a Alá y
de no asociarle. Llamo a Él y a
Él vuelvo».
[13.37] Así lo hemos revelado como
juicio en lengua árabe. Si tú
sigues sus pasiones, después de haber sabido tú lo que has sabido, no
tendrás amigo ni protector frente a Alá.
[13.38] Mandamos a otros enviados antes de
ti, y les dimos esposas y descendientes.
Ningún enviado, empero, puede traer un signo si no es con permiso de
Alá. Cada época tiene su Escritura»
[13.39] Alá abroga o confirma lo que
quiere. Él tiene la Escritura Matriz.
[13.40] Lo mismo si te mostramos algo de lo
que les reservamos, que si te llamamos, a ti te incumbe sólo la
transmisión y a Nosotros el ajuste de cuentas.
[13.41] ¿Es que no ven Nuestra
intervención cuando reducimos la superficie de la tierra?
¡Alá decide! Nadie puede oponerse a Su decisión y es
rápido en ajustar cuentas...
[13.42] Sus antecesores intrigaron, pero el
éxito de toda intriga depende de Alá.
Sabe lo que cada uno merece y los infieles verán para quién es la Morada
Postrera.
[13.43] Los infieles dicen:
«¡Tú no has sido enviado!» Di: «Alá basta como testigo entre
yo y vosotros, y quienes tienen la ciencia de la Escritura».
IBRAHIM
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[14.1] 'lr.
Ésta es una Escritura que te hemos revelado para que, con permiso de su
Señor, saques a los hombres de las tinieblas a la luz, a la vía
del Poderoso, del Digno de Alabanza,
[14.2] de Alá, a Quien pertenece lo
que está en los cielos y lo que está en la tierra. ¡Ay de los infieles, por un castigo severo...!
[14.3] Quienes prefieren la vida de
acá a la otra y desvían a otros del camino de Alá,
deseando que sea tortuoso, están profundamente extraviados.
[14.4] No mandamos a ningún enviado
que no hablara en la lengua de su pueblo, para que les explicara con claridad. Alá extravía a quien Él
quiere y dirige a quien Él quiere. él
es el Poderoso, el Sabio.
[14.5] Ya hemos enviado a Moisés con
Nuestros signos: «¡Saca a tu pueblo de las tinieblas a la luz y
recuérdales los Días de Alá!» Ciertamente, hay en ello signos
para todo aquél que tenga mucha paciencia, mucha gratitud.
[14.6] Y cuando Moisés dijo a su pueblo:
«Recordad la gracia que Alá os dispensó cuando os salvó de
las gentes de Faraón, que os sometían a duro castigo, degollando
a vuestros hijos varones y dejando con vida a vuestras mujeres. Con esto os probó vuestro Señor
duramente».
[14.7] Y cuando vuestro Señor
anunció: «Si sois agradecidos, os daré más. Pero, si sois desagradecidos,...
Ciertamente, Mi castigo es severo».
[14.8] Moisés dijo: «Si sois
desagradecidos, vosotros y todos los que están en la tierra... Alá Se basta a Sí mismo, es digno
de alabanza».
[14.9] ¿No os habéis enterado de lo
que pasó a quienes os precedieron: el pueblo de Noé, los aditas, los
tamudeos, y los que les sucedieron, que sólo Alá conoce? Vinieron
a ellos sus enviados con las pruebas claras, pero llevaron las manos a sus
bocas y dijeron: «No creemos en vuestro mensaje y dudamos seriamente de aquello
a que nos invitáis».
[14.10] Sus enviados dijeron: «¿Es
posible dudar de Alá, creador de los cielos y de la tierra? Él os
llama para perdonaros vuestros pecados y remitiros a un plazo fijo». Dijeron: «No sois más que unos mortales
como nosotros. Queréis apartarnos de los
dioses a los que nuestros antepasados servían.
¡Aportadnos, pues, una autoridad evidente!»
[14.11] Sus enviados les dijeron: «No somos
más que unos mortales como vosotros, pero Alá agracia a quien
Él quiere de Sus siervos. Y nosotros no
podemos aportaros una autoridad sino con permiso de Alá. ¡Que los creyentes confíen en
Alá!»
[14.12] ¿Cómo no vamos a
poner nosotros nuestra confianza en Alá, si nos ha dirigido en nuestros
caminos? Tendremos, ciertamente, paciencia, a pesar de lo mucho que nos
molestáis. ¡Que los que
confían confíen en Alá!
[14.13] Los infieles dijeron a su enviados:
«¡Hemos de expulsaros de nuestro territorio, a menos que volváis a
nuestra religión!» Su Señor les inspiró: «¡Hemos de
hacer perecer a los impíos
[14.14] y hemos de instalaros, después de
ellos, en la tierra! Esto es para quien tema Mi condición y tema Mi
amenaza».
[14.15] Pidieron un fallo y todo tirano
desviado sufrió una decepción.
[14.16] Le espera la gehena y se le
dará a beber una mezcla de pus y sangre,
[14.17] a tragos, que apenas podrá
pasar. La muerte vendrá a él por todas
partes, sin que llegue a morir. Le espera un
duro castigo.
[14.18] Las obras de quienes no creen en su
Señor son como cenizas azotadas por el viento en un día de
tormenta. No pueden esperar nada por lo que
han merecido. Ése es el profundo
extravío.
[14.19] ¿No has visto que Alá
ha creado con un fin los cielos y la tierra? Si Él quisiera, os
haría desaparecer y os sustituiría por criaturas nuevas.
[14.20] Y eso no sería
difícil para Alá.
[14.21] Todos comparecerán ante
Alá. Los débiles dirán entonces
a los altivos: «Nosotros os seguíamos.
¿No podríais ahora servirnos de algo contra el castigo de
Alá?» Dirán: «Si Alá nos hubiera dirigido, os
habríamos dirigido. Da igual que nos
impacientemos o que tengamos paciencia: no tenemos escape...»
[14.22] El Demonio dirá cuando se
decida la cosa: «Alá os hizo una promesa de verdad, pero yo os hice una
que no he cumplido. No tenía más
poder sobre vosotros que para llamaros y me escuchasteis. ¡No me censuréis, pues, a mí, sino censuraos a
vosotros mismos! Ni yo puedo socorreros, ni vosotros podéis socorrerme. Niego que me hayáis asociado antes a
Alá». Los impíos tendrán
un castigo doloroso,
[14.23] mientras que a quienes hayan
creído y obrado el bien se les introducirá en jardines por cuyos
bajos fluyen arroyos y en los que estarán, con permiso de su
Señor, eternamente. Como saludo
oirán: «¡Paz!»
[14.24] ¿No has visto cómo ha
propuesto Alá como símil una buena palabra, semejante a un
árbol bueno, de raíz firme y copa que se eleva en el aire,
[14.25] que da fruto en toda
estación, con permiso de su Señor? Alá propone
símiles a los hombres. Quizás,
así. se dejen amonestar.
[14.26] Una mala palabra es, al contrario,
semejante a un árbol malo arrancado del suelo: le falta firmeza.
[14.27] Alá confirma con palabra
firme a quienes creen, en la vida de acá y en la 1, otra. Pero Alá
extravía a los ímpios.
Alá hace lo que quiere.
[14.28] ¿No has visto a quienes
cambian la gracia de Alá por la incredulidad y alojan a su pueblo en la
morada de perdición?
[14.29] En la gehena, en la que
arderán. ¡Qué mala morada...!
[14.30] Atribuyeron iguales a Alá
para extraviar a otros de Su camino. Di:
«¡Gozad brevemente! ¡Estáis destinados al Fuego!»
[14.31] Di a mis servidores creyentes que
hagan la azalá y que den limosna, en secreto o en público, de lo
que les hemos proveído, antes de que venga día en que ya no haya
comercio ni amistad.
[14.32] Alá es Quien ha creado los
cielos y la tierra y ha hecho bajar agua del cielo, mediante la cual ha sacado
frutos para sustentaros. Ha sujetado a vuestro
servicio las naves para que, por Su orden, surquen el mar. Ha sujetado a vuestro servicio los ríos.
[14.33] Ha sujetado a vuestro servicio el
sol y la luna, que siguen su curso. Ha
sujetado a vuestro servicio la noche y el día.
[14.34] Os ha dado de todo lo que Le habéis
pedido. Si os pusierais a contar las gracias
de Alá, no podríais enumerarlas.
El hombre es, ciertamente, muy impío, muy desagradecido.
[14.35] Y cuando Abraham dijo:
«¡Señor! ¡Que esté segura esta ciudad! ¡Y evita que yo
y mis hijos sirvamos a los ídolos!
[14.36] ¡Señor! ¡Han
extraviado a muchos hombres! Quien me siga será de los míos. Pero quien me desobedezca...
Tú eres indulgente, misericordioso.
[14.37] ¡Señor! He establecido
a parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada,
¡Señor!, para que hagan la azalá.
¡Haz que los corazones de algunos hombres sean afectuosos con ellos!
¡Provéeles de frutos! Quizás, así, sean agradecidos.
[14.38] ¡Señor! Tú
sabes bien lo que ocultamos y lo que manifestamos.
No hay nada, en la tierra como en el cielo, que se esconda a Alá.
[14.39] ¡Alabado sea Alá, Que,
a pesar de mi vejez, me ha regalado a Ismael e Isaac! Mi Señor oye,
ciertamente, a quien Le invoca.
[14.40] ¡Señor! ¡Haz que
haga la azalá, y también mi descendencia, Señor, y acepta mi
invocación!
[14.41] ¡Señor!
Perdónanos, a mí, a mis padres y a los creyentes el día
que se ajusten cuentas».
[14.42] No creas que Alá se
despreocupa de lo que hacen los impíos.
Les remite solamente a un día en que mirarán con los ojos
desorbitados,
[14.43] corriendo con el cuello extendido,
erguida la cabeza, clavada la mirada, el corazón vacío.
[14.44] ¡Prevén a los hombres contra
el día en que tendrá lugar el Castigo! Entonces, dirán los
impíos: «¡Señor! ¡Remítenos a un plazo
próximo para que respondamos a Tu llamada y sigamos a los enviados!»
«¿No jurasteis en otra ocasión que no conoceríais el
ocaso?
[14.45] Habitasteis las mismas viviendas
que habitaron quienes fueron injustos consigo mismos y se os mostró
claramente cómo hicimos con ellos. Os
dimos ejemplos...»
[14.46] Urdieron intrigas, pero Alá
las conocía, y eso que eran intrigas como para trasladar montañas.
[14.47] No creas que Alá vaya a
faltar a la promesa hecha a Sus enviados - ¡Alá es poderoso,
vengador!-,
[14.48] el día que la tierra sea
sustituida por otra tierra y los cielos por otros cielos, que comparezcan ante
Alá, el Uno, el Invicto.
[14.49] Ese día verás a los
culpables encadenados juntos,
[14.50] sus indumentos hechos de
alquitrán, cubiertos de fuego sus rostros.
[14.51] Alá retribuirá
así a cada uno según sus méritos.
¡Alá es rápido en ajustar cuentas!
[14.52] Éste es un comunicado
dirigido a los hombres para que, por él, sean advertidos, para que sepan que
Él es un Dios Uno y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar.