PART 19
[25.21] Los que no cuentan con
encontrarnos, dicen: «¿Por qué no se nos han enviado de lo alto
ángeles o por qué no vemos a nuestro Señor?» Fueron altivos en
sus adentros y se insolentaron sobremanera.
[25.22] El día que vean a los
ángeles, no habrá, ese día, buenas nuevas para los
pecadores. Dirán: «¡Límite
infranqueable!»
[25.23] Examinaremos sus obras y haremos de
ellas polvo disperso en el aire.
[25.24] Ese día los moradores del
Jardín gozarán de la mejor morada y
[25.25] El día que se desgarre el
nubarrón
[25.26] ese día, el dominio, el
verdadero, será del Compasivo, y será un día
difícil para los infieles.
[25.27] el día que el impío
se muerda las manos diciendo: «¡Ojalá hubiera seguido un mismo
camino que el Enviado!
[25.28] ¡Ay de mí!
¡Ojalá no hubiera tomado a fulano como amigo!
[25.29] Me ha desviado de la
Amonestación, después de haber venido a mí». El Demonio siempre deja colgado al hombre.
[25.30] El Enviado dice:
«¡Señor! ¡Mi pueblo ha cobrado aversión a este
Corán !»
[25.31] Así hemos asignado a cada
profeta un enemigo de entre los pecadores.
Pero tu Señor basta como guía y auxilio.
[25.32] Los infieles dicen: «¿Por
qué no se le ha revelado el Corán de una vez?» Para, así, confirmar
con él tu corazón. Y lo hemos hecho
recitar lenta y claramente.
[25.33] No te proponen ninguna
parábola que no te aportemos Nosotros el verdadero sentido y la mejor
interpretación.
[25.34] Aquéllos que sean congregados, boca
abajo, hacia la gehena serán los que se encuentren en la
situación peor y los más extraviados del Camino.
[25.35] Dimos a Moisés la Escritura y
pusimos a su hermano Aarón como ayudante suyo.
[25.36] Y dijimos: «¡Id al pueblo que
ha desmentido Nuestros signos!» Y los aniquilamos.
[25.37] Y al pueblo de Noé. Cuando desmintió a los enviados, le
anegamos e hicimos de él un signo para los hombres.
Y hemos preparado un castigo doloroso para los impíos.
[25.38] A los aditas, a los tamudeos, a los
habitantes de ar-Rass y a muchas generaciones intermedias...
[25.39] A todos les dimos ejemplos y a
todos les exterminamos.
[25.40] Han pasado por las ruinas de la
ciudad sobre la que cayó una lluvia maléfica.
Se diría que no la han visto, porque no esperan una resurrección.
[25.41] Cuando te ven, no hacen sino
tomarte a burla: «¿Es éste el que Alá ha mandado como enviado?
[25.42] Si no llega a ser porque nos hemos
mantenido fieles a nuestros dioses, nos habría casi desviado de ellos». Pero, cuando vean el castigo, sabrán quién
se ha extraviado más del Camino.
[25.43] ¿Qué te parece quien ha
divinizado su pasión? ¿Vas a ser tú su protector?
[25.44] ¿Crees que la mayoría
oyen o entienden? No son sino como rebaños.
No, más extraviados aún del Camino.
[25.45] ¿No ves cómo hace tu
Señor que se deslice la sombra? Si quisiera, podría hacerla fija. Además, hemos hecho del sol guía
para ella.
[25.46] Luego, la atraemos hacia Nosotros
con facilidad.
[25.47] Él es Quien ha hecho para
vosotros de la noche vestidura, del sueño descanso, del día
resurrección.
[25.48] Él es Quien envía los
vientos como nuncios que preceden a Su misericordia.
Hacemos bajar del cielo agua pura,
[25.49] para vivificar con ella un
país muerto y dar de beber, entre lo que hemos creado, a la multitud de
rebaños y seres humanos.
[25.50] La hemos distribuido entre ellos
para que se dejen amonestar, pero la mayoría de los hombres no quieren
sino ser infieles.
[25.51] Si hubiéramos querido,
habríamos enviado a cada ciudad un monitor.
[25.52] No obedezcas, pues, a los infieles
y lucha esforzadamente contra ellos, por medio de él.
[25.53] Él es Quien ha hecho que las
dos grandes masas de agua fluyan: una, dulce, agradable; otra, salobre, amarga. Ha colocado entre ellas una barrera y
límite infranqueable.
[25.54] Él es quien ha creado del
agua un ser humano, haciendo de él el parentesco por consanguinidad o por
afinidad. Tu Señor es omnipotente.
[25.55] Pero, en lugar de servir a
Alá, sirven lo que no puede aprovecharles ni dañarles. El infiel es un auxiliar contra su Señor.
[25.56] A ti no te hemos enviado sino como
nuncio de buenas nuevas y como monitor.
[25.57] Di: «No os pido a cambio
ningún salario. Sólo que, quien
quiera, ¡que emprenda camino hacia su Señor!»
[25.58] Y ¡confía en el Viviente,
Que no muere! ¡Celebra Sus alabanzas! El está suficientemente
informado de los pecados de Sus siervos.
[25.59] Él es Quien ha creado en
seis días los cielos, la tierra y lo que entre ellos hay. Luego, se ha instalado en el Trono. El Compasivo.
¡Interroga a quien esté bien informado de Él!
[25.60] Cuando se les dice:
«¡Prosternaos ante el Compasivo!», dicen: «Y ¿qué es 'el
Compasivo'? ¿Vamos a prosternarnos sólo porque tú lo
ordenes?» Y esto acrecienta su repulsa.
[25.61] ¡Bendito sea Quien ha puesto
constelaciones en el cielo y entre ellas un luminar y una luna luminosa!
[25.62] Él es Quien ha dispuesto que
se sucedan la noche y el día para quien quiera dejarse amonestar o
quiera dar gracias.
[25.63] Los siervos del Compasivo son los
que van por la tierra humildemente y que, cuando los ignorantes les dirigen la
palabra, dicen: «¡Paz!»
[25.64] Pasan la noche ante su
Señor, postrados o de pie.
[25.65] Dicen: «¡Señor!
¡Aleja de nosotros el castigo de la gehena!» Su castigo es perpetuo.
[25.66] Sí es mala como morada y
residencia.
[25.67] Cuando gastan, no lo hacen con
prodigalidad ni con tacañería, -el término medio es lo justo-.
[25.68] No invocan a otro dios junto con
Alá, no matan a nadie que Alá haya prohibido, si no es con justo
motivo, no fornican. Quien comete tal, incurre
en castigo.
[25.69] El día de la
Resurrección se le doblará el castigo y lo sufrirá
eternamente humillado.
[25.70] No así quien se arrepienta,
crea y haga buenas obras. A éstos Alá
les cambiará sus malas obras en buenas.
Alá es indulgente, misericordioso.
[25.71] Quien se arrepienta y obre bien
dará muestras de un arrepentimiento sincero.
[25.72] No prestan falso testimonio y,
cuando pasan y oyen vaniloquio, prosiguen la marcha dígnamente.
[25.73] Cuando se les amonesta con los signos
de su Señor, no caen al suelo ante ellos, sordos y ciegos.
[25.74] Dicen: «¡Señor!
¡Haznos el regalo de que nuestras esposas y descendencia sean nuestra
alegría, haz que seamos modelo para los temerosos de Alá!»
[25.75] Éstos serán
retribuidos con una cámara alta porque tuvieron paciencia. Se les acogerá allí con palabras de
salutación y de paz.
[25.76] Eternos allí... ¡Qué bello lugar como morada y como
residencia!
[25.77] Di: «Mi Señor no se
cuidaría de vosotros si no Le invocarais.
Pero habéis desmentido y es ineludible».
ASY SYU'ARAA'
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[26.1] tsm.
[26.2] Éstas son las aleyas de la
Escritura sabia.
[26.3] Tú, quizá, te
consumas de pena porque no creen.
[26.4] Si quisiéramos, haríamos
bajar del cielo sobre ellos un signo y doblarían ante él la cerviz.
[26.5] No les llega una nueva
amonestación del Compasivo que no se aparten de ella.
[26.6] Han desmentido, pero
recibirán noticias de aquello de que se burlaban.
[26.7] ¿No han visto cuánta
especie generosa de toda clase hemos hecho crecer en la tierra?
[26.8] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.9] En verdad, tu Señor es el
Poderoso, el Misericordioso.
[26.10] Y cuando tu Señor
llamó a Moisés: «Ve al pueblo impío,
[26.11] al pueblo de Faraón. ¿No van a temerme ?»
[26.12] Dijo: «¡Señor! Temo
que me desmientan.
[26.13] Me angustio, se me traba la lengua. ¡Envía por Aarón!
[26.14] Me acusan de un crimen y temo que
me maten».
[26.15] Dijo: «¡No! ¡Id los dos
con Nuestros signos! Estamos con vosotros, escuchamos.
[26.16] Id a Faraón y decid:
'¡Nos ha enviado el Señor del universo:
[26.17] ¡Deja marchar con nosotros a
los Hijos de Israel!'»
[26.18] Dijo: «¿No te hemos educado,
cuando eras niño, entre nosotros? ¿No has vivido durante
años de tu vida entre nosotros?
[26.19] Desagradecido, hiciste lo que
hiciste»
[26.20] Dijo: «Lo hice cuando estaba
extraviado.
[26.21] Tuve miedo de vosotros y me escapé. Mi Señor me ha regalado juicio y ha hecho
de mí uno de los enviados.
[26.22] ¿Es ésta una gracia que me
echas en cara, tú que has esclavizado a los Hijos de Israel?»
[26.23] Faraón dijo: «Y ¿qué
es 'el Señor del universo'?»
[26.24] Dijo: «Es el Señor de los
cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está. Si estuvierais convencidos...»
[26.25] Dijo a los circunstantes:
«¡Habéis oído?»
[26.26] Dijo.
«Es vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados...»
[26.27] Dijo: «¡El enviado que se os
ha mandado es; ciertamente, un poseso!»
[26.28] Dijo: «...el
Señor del Oriente y del Occidente y de lo que entre ellos está. Si razonarais...»
[26.29] Dijo: «¡Si tomas por dios a
otro diferente de mí, he de enviarte a la cárcel!»
[26.30] Dijo: «¿Y si te trajera algo
claro?»
[26.31] Dijo: «¡Tráelo‚ si es
verdad lo que dices!»
[26.32] Moisés tiró su vara y he
aquí que ésta se convirtió en una auténtica serpiente.
[26.33] Sacó su mano y he
aquí que apareció blanca a los ojos de los presentes.
[26.34] Dijo a los dignatarios que le
rodeaban: «Sí, éste es un mago muy entendido,
[26.35] que quiere expulsaros de vuestra
tierra con su magia. ¿Qué
ordenáis?»
[26.36] Dijeron: «Dales largas, a él y a su
hermano, y envía a las ciudades a agentes que convoquen,
[26.37] que te traigan a los magos
más entendidos, a todos».
[26.38] Los magos fueron convocados para
una determinada hora del día convenido
[26.39] y se dijo a la gente: «¿No
queréis asistir?
[26.40] Quizás, así, sigamos
a los magos, si son ellos los que ganan»
[26.41] Cuando llegaron los magos dijeron a
Faraón: «Si ganamos, recibiremos una recompensa, ¿no?»
[26.42] Dijo: «¡Sí! Y seréis
entonces, ciertamente, de mis allegados».
[26.43] Moisés les dijo: «¡Tirad lo
que vayáis a tirar!»
[26.44] Y tiraron sus cuerdas y varas, y
dijeron: «¡Por el poder de Faraón, que venceremos!»
[26.45] Moisés tiró su vara y he
aquí que ésta engulló sus mentiras.
[26.46] Y los magos cayeron prosternados.
[26.47] Dijeron: «¡Creemos en el
Señor del universo,
[26.48] el Señor de Moisés y de
Aarón!»
[26.49] Dijo: «¡Le habéis
creído antes de que yo os autorizara a ello! ¡Es vuestro maestro,
que os ha enseñado la magia! ¡Vais a ver! ¡He de haceros
amputar las manos y los pies opuestos! ¡Y he de haceros crucificar a
todos!»
[26.50] Dijeron: «¡No importa!
¡Nos volvemos a nuestro Señor!
[26.51] Anhelamos que nuestro Señor
nos perdone nuestros pecados, ya que hemos sido los primeros en creer».
[26.52] E inspiramos a Moisés:
«¡Parte de noche con Mis siervos! ¡Seréis perseguidos!»
[26.53] Faraón envió a las
ciudades a agentes que convocaran:
[26.54] «Son una banda insignificante
[26.55] y, ciertamente, nos han irritado.
[26.56] Nosotros, en cambio, somos todo un
ejército y estamos bien prevenidos».
[26.57] Les expulsamos de sus jardines y
fuentes,
[26.58] de sus tesoros y suntuosas
residencias.
[26.59] Así fue, y se lo dimos en
herencia a los Hijos de Israel.
[26.60] A la salida del sol, les
persiguieron.
[26.61] Cuando los dos grupos se divisaron,
dijeron los compañeros de Moisés: «¡Nos ha alcanzado!»
[26.62] Dijo: «¡No! ¡Mi
Señor está conmigo, el me dirigirá!»
[26.63] E inspiramos a Moisés:
«¡Golpea el mar con tu vara!» El mar, entonces, se partió y cada
parte era como una imponente montaña.
[26.64] Hicimos que los otros se acercaran
allá,
[26.65] y salvamos a Moisés y a todos los
que con él estaban.
[26.66] Luego, anegamos a los otros.
[26.67] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.68] ¡Sí, tu Señor
es el Poderoso, el Misericordioso!
[26.69] ¡Cuéntales la historia de
Abraham!
[26.70] Cuando dijo a su padre y a su
pueblo: «¿Qué servís?»
[26.71] Dijeron: «Servimos a ídolos
y continuaremos entregándonos a su culto».
[26.72] Dijo: «Y ¿os escuchan cuando
les invocáis?
[26.73] ¿Pueden aprovecharos o
haceros daño?»
[26.74] Dijeron: «¡No, pero
encontramos que nuestros antepasados hacían lo mismo!»
[26.75] Dijo: «¿Y habéis visto lo
que servíais,
[26.76] vosotros y vuestros lejanos
antepasados?
[26.77] Son mis enemigos, a diferencia del
Señor del universo.
[26.78] Que me ha creado y me dirige,
[26.79] me da de comer y de beber,
[26.80] me cura cuando enfermo,
[26.81] me hará morir y, luego, me
volverá a la vida,
[26.82] de Quien anhelo el perdón de
mis faltas el día del Juicio.
[26.83] ¡Señor!
¡Regálame juicio y reúneme con los justos!
[26.84] ¡Haz que tenga una buena
reputación en mi posteridad!
[26.85] ¡Cuéntame entre los herederos
del Jardín de la Delicia!
[26.86] ¡Perdona a mi padre, estaba
extraviado!
[26.87] No me avergüences el día de
la Resurrección,
[26.88] el día que no aprovechen
hacienda ni hijos varones,
[26.89] excepto a quien vaya a Alá
con corazón sano».
[26.90] El Jardín será
acercado a quienes hayan temido a Alá
[26.91] y el fuego de la gehena
aparecerá ante los descarriados.
[26.92] Se les dirá:
«¿Dónde está lo que servíais
[26.93] en lugar de servir a Alá? ¿Pueden
auxiliaros o auxiliarse a sí mismos?»
[26.94] Ellos y los descarriados
serán precipitados en él,
[26.95] así como las huestes de
Iblis, todas.
[26.96] Ya en él dirán mientras
disputan:
[26.97] «¡Por Alá, que
estábamos, sí, evidentemente extraviados
[26.98] cuando os equiparábamos al
Señor del universo!
[26.99] Nadie sino los pecadores nos
extraviaron
[26.100] y, ahora, no tenemos a nadie que
interceda,
[26.101] a ningún amigo ferviente.
[26.102] Si pudiéramos volver para ser
creyentes...»
[26.103] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.104] Tu Señor es, ciertamente, el
Poderoso, el Misericordioso.
[26.105] El pueblo de Noé desmintió a
los enviados.
[26.106] Cuando su hermano Noé les dijo:
«¿Es que no vais a temer a Alá?
[26.107] Tenéis en mí a un enviado
digno de confianza.
[26.108] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.109] No os pido por ello ningún
salario. Mi salario no incumbe sino al
Señor del universo.
[26.110] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!»
[26.111] Dijeron: «¿Vamos a creerte a
ti, siendo así que son los más viles los que te siguen?»
[26.112] Dijo: «¿Y qué sé yo de sus
obras?
[26.113] Sólo a mi Señor
tienen que dar cuenta. Si os dierais cuenta...
[26.114] ¡No voy yo a rechazar a los
creyentes!
[26.115] ¡Yo no soy más que un
monitor que habla claro!»
[26.116] Dijeron: «¡Noé! Si no paras,
¡hemos de lapidarte!»
[26.117] Dijo: «¡Señor! Mi
pueblo me desmiente.
[26.118] ¡Falla, pues, entre yo y
ellos, y sálvame, junto con los creyentes que están conmigo!»
[26.119] Les salvamos, pues, a él y a
quienes estaban con él en la nave abarrotada.
[26.120] Luego, después, anegamos al resto.
[26.121] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.122] En verdad, tu Señor es el
Poderoso. el Misericordioso.
[26.123] Los aditas desmintieron a los
enviados.
[26.124] Cuando su hermano Hud les dijo:
«¿Es que no vais a temer a Alá?
[26.125] Tenéis en mí a un enviado
digno de confianza.
[26.126] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.127] No os pido por ello ningún
salario. Mi salario no incumbe sino al
Señor del universo.
[26.128] ¡Construís en cada
colina un monumento para divertiros
[26.129] y hacéis construcciones esperando,
quizá, ser inmortales?
[26.130] Cuando usáis de violencia lo
hacéis sin piedad.
[26.131] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.132] ¡Temed a Quien os ha
proveído de lo que sabéis:
[26.133] de rebaños e hijos varones,
[26.134] de jardines y fuentes!
[26.135] ¡Temo por vosotros el castigo
de un día terrible!»
[26.136] Dijeron: «¡Nos da lo mismo
que nos amonestes o no!
[26.137] No hacemos sino lo que
acostumbraban a hacer los antiguos.
[26.138] ¡No se nos castigará!»
[26.139] Le desmintieron y les aniquilamos. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la
mayoría no creen.
[26.140] En verdad, tu Señor es el
Poderoso, el Misericordioso.
[26.141] Los tamudeos desmintieron a los
enviados.
[26.142] Cuando su hermano Salih les dijo:
«¿Es que no vais a temer a Alá?
[26.143] Tenéis en mí a un enviado
digno de confianza.
[26.144] ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!
[26.145] No os pido por ello ningún
salario. Mi salario no incumbe sino al
Señor del universo.
[26.146] ¿Se os va a dejar en
seguridad con lo que aquí abajo tenéis,
[26.147] entre jardines y fuentes,
[26.148] entre campos cultivados y esbeltas
palmeras,
[26.149] y continuaréis excavando,
hábilmente, casas en las montañas?
[26.150] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.151] ¡No obedezcáis las
órdenes de los inmoderados,
[26.152] que corrompen en la tierra y no la
reforman!»
[26.153] Dijeron: «¡Eres sólo
un hechizado!
[26.154] ¡No eres sino un mortal como
nosotros! ¡Trae un signo, si es verdad lo que dices!»
[26.155] Dijo: «He aquí una camella. Un día le tocará beber a ella y otro
día a vosotros.
[26.156] ¡No le hagáis mal!
¡Si no, os sorprenderá el castigo de un día terrible!»
[26.157] Pero ellos la desjarretaron... y se arrepintieron.
[26.158] Y les sorprendió el Castigo. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la
mayoría no creen.
[26.159] ¡En verdad, tu Señor es
el Poderoso, el Misericordioso!
[26.160] El pueblo de Lot desmintió a
los enviados.
[26.161] Cuando su hermano Lot les dijo:
«¿Es que no vais a temer a Alá?
[26.162] Tenéis en mí a un enviado
digno de confianza.
[26.163] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.164] No os pido por ello ningún
salario. Mi salario no incumbe sino al
Señor del universo.
[26.165] ¿Os llegáis a los
varones, de las criaturas,
[26.166] y descuidáis a vuestras
esposas, que vuestro Señor ha creado para vosotros? Sí, sois
gente que viola la ley».
[26.167] Dijeron: «Si no paras, Lot,
serás, ciertamente, expulsado».
[26.168] Dijo: «Detesto vuestra conducta.
[26.169] ¡Señor!
¡Sálvanos, a mí y a mi familia, de lo que hacen!»
[26.170] Y les salvamos, a él y a su
familia, a todos,
[26.171] salvo a una vieja entre los que se
rezagaron.
[26.172] Luego, aniquilamos a los
demás.
[26.173] E hicimos llover sobre ellos una
lluvia. ¡Lluvia fatal para los que
habían sido advertidos!
[26.174] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.175] ¡En verdad tu Señor es
el Poderoso, el Misericordioso!
[26.176] Los habitantes de la Espesura
desmintieron a los enviados.
[26.177] Cuando Suayb les dijo: «¡Es
que no vais a temer a Alá?
[26.178] Tenéis en mí a un enviado
digno de confianza.
[26.179] ¡Temed, pues, a Alá y
obedecedme!
[26.180] No os pido por ello ningún
salario. Mi salario no incumbe sino al
Señor del universo.
[26.181] ¡Dad la medida justa, no
hagáis trampa!
[26.182] ¡Pesad con una balanza
exacta!
[26.183] ¡No dañeis a nadie en
sus cosas y no obréis mal en la tierra corrompiendo!
[26.184] ¡Temed a Quien os ha creado,
a vosotros y a las generaciones antiguas!»
[26.185] Dijeron: «Eres sólo un
hechizado.
[26.186] No eres sino un mortal como
nosotros. Creemos que mientes.
[26.187] Si es verdad lo que dices,
¡haz que caiga sobre nosotros parte del cielo!»
[26.188] Dijo: «Mi Señor sabe bien lo
que hacéis».
[26.189] Le desmintieron. Y el castigo del día de la Sombra les
sorprendió: fue el castigo de un día terrible.
[26.190] Ciertamente, hay en ello un signo,
pero la mayoría no creen.
[26.191] ¡En verdad, tu Señor
es el Poderoso, el Misericordioso!
[26.192] Es, en verdad, la Revelación
del Señor del universo.
[26.193] El Espíritu digno de
confianza lo ha bajado
[26.194] a tu corazón, para que seas
uno que advierte.
[26.195] En lengua árabe clara,
[26.196] y estaba, ciertamente, en las
Escrituras de los antiguos.
[26.197] ¿No es para ellos un signo
que los doctores de los Hijos de Israel lo conozcan?
[26.198] Si lo hubiéramos revelado a uno no
árabe
[26.199] y éste se lo hubiera recitado, no
habrían creído en él.
[26.200] Así se lo hemos insinuado a
los pecadores,
[26.201] pero no creerán en él hasta
que vean el castigo doloroso,
[26.202] que les vendrá de repente,
sin presentirlo.
[26.203] Entonces, dirán: «¿Se
nos diferirá?»
[26.204] ¿Quieren, entonces,
adelantar Nuestro castigo?
[26.205] Y ¿qué te parece? Si les
dejáramos gozar durante años
[26.206] y, luego, se cumpliera en ellos la
amenaza,
[26.207] no les serviría de nada el
haber disfrutado tanto.
[26.208] No hemos destruido nunca una ciudad
sin haberle enviado antes quienes advirtieran,
[26.209] como amonestación. No somos injustos.
[26.210] No son los demonios quienes lo han
bajado:
[26.211] ni les estaba bien, ni
podían hacerlo.
[26.212] Están, en verdad, lejos de
oírlo.
[26.213] No invoques a otros dioses junto
con Alá si no, serás castigado.
[26.214] Advierte a los miembros más
allegados de tu tribu.
[26.215] Sé benévolo con los creyentes que
te siguen.
[26.216] Si te desobedecen, di: «Soy
inocente de lo que hacéis».
[26.217] Confía en el Poderoso, el
Misericordioso,
[26.218] Que te ve cuando estás de
pie
[26.219] y ve las posturas que adoptas entre
los que se prosternan.
[26.220] Él es Quien todo lo oye,
Quien todo lo sabe.
[26.221] ¿Tengo que informaros de
sobre quién descienden los demonios?
[26.222] Descienden sobre todo mentiroso
pecador.
[26.223] Aguzan el oído... Y la mayoría mienten.
[26.224] En cuanto a los poetas, les siguen
los descarriados.
[26.225] ¿No has visto que van errando
por todos los valles
[26.226] y que dicen lo que no hacen?
[26.227] No son así los que creen,
obran bien, recuerdan mucho a Alá y se defienden cuando son tratados
injustamente. ¡Los impíos
verán pronto la suerte que les espera!
AN NAML
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[27.1] ts.
Éstas son las aleyas del Corán y de una Escritura clara,
[27.2] dirección y buena nueva para
los creyentes,
[27.3] que hacen la azalá, dan el
azaque y están convencidos de la otra vida.
[27.4] Hemos engalanado a sus propios ojos
las acciones de los que no creen en la otra vida.
Yerran ciegos.
[27.5] Esos tales son los que
sufrirán el castigo peor y los que perderán más en la otra
vida.
[27.6] En verdad tú recibes el
Corán de Uno que es sabio, omnisciente.
[27.7] Cuando Moisés dijo a su familia:
«Distingo un fuego. Voy a informaros de qué se
trata u os traeré un tizón ardiente.
Quizás, así, podáis calentaros».
[27.8] Al llegar a él, le llamaron:
«¡Bendito sea Quien está en el fuego y quien está en torno
a él! ¡Gloria a Alá, Señor del universo!
[27.9] ¡Moisés! ¡Yo soy
Alá, el Poderoso, el Sabio!»
[27.10] Y: «¡Tira tu vara!» Y cuando
vio que se movía como si fuera una serpiente, dio media vuelta para
escapar, sin volverse. «¡Moisés!
¡No tengas miedo! Ante Mí, los enviados no temen.
[27.11] Sí, en cambio, quien haya
obrado impíamente; pero, si sustituye su mala acción por una
buena... Yo soy indulgente, misericordioso.
[27.12] Introduce la mano por la escotadura
de tu túnica y saldrá blanca, sana.
Esto formará parte de los nueve signos destinados a Faraón y su
pueblo. Son gente perversa».
[27.13] Cuando Nuestros signos vinieron a
ellos para abrirles los ojos, dijeron: «¡Esto es manifiesta magia!»
[27.14] Y los negaron injusta y
altivamente, a pesar de estar convencidos de ellos.
¡Y mira cómo terminaron los corruptores!
[27.15] Dimos ciencia a David y a
Salomón. Y dijeron: «¡Alabado sea
Alá, que nos ha preferido a muchos de Sus siervos creyentes!»
[27.16] Salomón heredó a
David y dijo: «¡Hombres! Se nos ha enseñado el lenguaje de los
pájaros y se nos ha dado de todo.
¡ Es un favor manifiesto!»
[27.17] Las tropas de Salomón,
compuestas de genios, de hombres y pájaros, fueron agrupadas ante él y
formadas.
[27.18] Hasta que, llegados al Valle de las
Hormigas, una hormiga dijo: «¡Hormigas! ¡Entrad en vuestras
viviendas, no sea que Salomón y sus tropas os aplasten sin darse
cuenta!»
[27.19] Sonrió al oír lo que
ella decía y dijo: «¡Señor! ¡Permíteme que Te
agradezca la gracia que nos has dispensado, a mí y a mis padres!
¡Haz que haga obras buenas que Te plazcan! ¡Haz que entre a formar
parte, por Tu misericordia, de Tus siervos justos!»
[27.20] Pasó revista a los
pájaros y dijo: «¿Cómo es que no veo a la abubilla?
¿O es que está ausente?
[27.21] He de castigarla severamente o
degollarla, a menos que me presente, sin falta, una excusa satisfactoria».
[27.22] No tardó en regresar y dijo:
«Sé algo que tú no sabes, y te traigo de los saba una noticia segura.
[27.23] He encontrado que reina sobre ellos
una mujer, a quien se ha dado de todo y que posee un trono augusto.
[27.24] He encontrado que ella y su pueblo
se postran ante el sol, no ante Alá. El
Demonio les ha engalanado sus obras y, habiéndoles apartado del camino, no
siguen la buena dirección,
[27.25] de modo que no se prosternan ante
Alá, Que pone de manifiesto lo que está escondido en los cielos y
en la tierra, y sabe lo que ocultáis y lo que manifestáis.
[27.26] Alá, fuera del Cual no hay
otro dios, es el Señor del Trono augusto».
[27.27] Dijo él: «Vamos a ver si dices
verdad o mientes.
[27.28] Lleva este escrito mío y
échaselo. Luego, mantente aparte y mira qué
responden».
[27.29] Dijo ella: «¡Dignatarios! Me
han echado un escrito respetable.
[27.30] Es de Salomón y dice:
'¡En el nombre de Alá el Compasivo el Misericordioso!
[27.31] ¡No os mostréis altivos
conmigo y venid a mí sumisos!'»
[27.32] Dijo ella: «¡Dignatarios!
¡Aconsejadme en mi asunto! No voy a decidir nada sin que seáis
vosotros testigos».
[27.33] Dijeron: «Poseemos fuerza y
poseemos gran valor, pero a ti te toca ordenar.
¡Mira, pues, qué ordenas!»
[27.34] Dijo ella: «Los reyes, cuando
entran en una ciudad, la arruinan y reducen a la miseria a sus habitantes
más poderosos. Así es como hacen.
[27.35] Yo, en cambio, voy a enviarles un
regalo y ver con qué regresan los enviados».
[27.36] Cuando llegó a
Salomón. dijo: «¿Queréis
colmarme de hacienda? Lo que Alá me ha dado vale más que lo que
él os ha dado. No, sino que sois vosotros
quienes están contentos con vuestros regalos.
[27.37] ¡Regresa a los tuyos! Hemos
de marchar contra ellos con tropas a las que no podrán contener y hemos
de expulsarles de su ciudad, abatidos y humillados».
[27.38] Dijo él: «¡Dignatarios!
¿Quién de vosotros me traerá su trono antes de que vengan a
mí sumisos?»
[27.39] Uno de los genios, un ifrit, dijo:
«Yo te lo traeré antes de que hayas tenido tiempo de levantarte de tu asiento. Soy capaz de hacerlo, digno de confianza».
[27.40] El que tenía ciencia de la
Escritura dijo: «Yo te lo traeré en un abrir y cerrar de ojos». Cuando lo vio puesto junto a sí, dijo:
«éste es un favor de mi Señor para probarme si soy o no agradecido. Quien es agradecido, lo es en realidad, en
provecho propio. Y quien es desagradecido... Mi Señor Se basta a Sí mismo, es
generoso».
[27.41] Dijo: «¡Desfiguradle su trono
y veremos si sigue la buena dirección o no!»
[27.42] Cuando ella llegó, se dijo:
«¿Es así su trono?» Dijo ella: «Parece que sí». «Hemos recibido la ciencia antes que ella. Nos habíamos sometido.
[27.43] Pero lo que ella servía, en
lugar de servir a Alá, la ha apartado.
Pertenecía a un pueblo infiel».
[27.44] Se le dijo: «¡Entra en el
palacio!» Cuando ella lo vio, creyó que era un estanque de agua y se
descubrió las piernas. Dijo él: «Es un
palacio pavimentado de cristal». Dijo ella:
«¡Señor! He sido injusta conmigo misma, pero, como Salomón,
me someto a Alá, Señor del universo».
[27.45] Y a los tamudeos les enviamos su
hermano Salih: «¡Servid a Alá!» Y he aquí que se
escindieron en dos grupos, que se querellaron.
[27.46] Dijo: «¡Pueblo! ¿Por
qué precipitáis el mal antes que el bien? ¿Por qué no
pedís perdón a Alá? Quizás, así, se os tenga
piedad».
[27.47] Dijeron: «Os tenemos, a ti y a los
que te siguen, por aves de mal agüero». Dijo:
«Vuestro augurio está en manos de Alá.
Sí, sois gente sujeta a prueba».
[27.48] En la ciudad había un grupo
de nueve hombres, que corrompían en la tierra y no la reformaban.
[27.49] Dijeron: «¡Juramentémonos
ante Alá que hemos de atacarles de noche, a él y a su familia! Luego,
diremos a su pariente próximo que no presenciamos el asesinato de su
familia y que decimos la verdad».
[27.50] Urdieron una intriga sin sospechar
que Nosotros urdíamos otra.
[27.51] Y ¡mira cómo
terminó su intriga! Les aniquilamos a ellos y a su pueblo, a todos.
[27.52] Ahí están sus casas
en ruinas, en castigo de su impiedad.
Ciertamente, hay en ello un signo para gente que sabe.
[27.53] Salvamos, en cambio, a los que
creían y temían a Alá.
[27.54] Y a Lot.
Cuando dijo a su pueblo: «¿Cometéis deshonestidad a sabiendas?
[27.55] ¿Os llegáis a los
hombres, por concupiscencia, en lugar de llegaros a las mujeres? Sí,
sois gente ignorante».