PART 23
[36.28] Después de él, no hicimos bajar
[36.29] No hubo más que un solo
Grito y ¡helos sin vida!
[36.30] ¡Pobres siervos! No vino a
ellos enviado que no se burlaran de él.
[36.31] ¿No ven cuántas
generaciones antes de ellos hemos hecho perecer, que ya no volverán a
ellos...?
[36.32] ¡Y a todos, sin falta, se les
hará comparecer ante Nosotros!
[36.33] Tienen un signo en la tierra
muerta, que hemos hecho revivir y de la que hemos sacado el grano que les
alimenta.
[36.34] Hemos plantado en ella palmerales y
viñedos, hemos hecho brotar de ella manantiales,
[36.35] para que coman de sus frutos. No son obra de sus manos.
¿No darán, pues, gracias?
[36.36] ¡Gloria al Creador de todas
las parejas: las que produce la tierra, las de los mismos hombres y otras que
ellos no conocen!
[36.37] Y tienen un signo en la noche, de
la que quitamos el día, quedando los hombres a oscuras.
[36.38] Y el sol.
Corre a una parada suya por decreto del Poderoso, del Omnisciente.
[36.39] Hemos determinado para la luna
fases, hasta que se pone como la palma seca.
[36.40] No le está bien al sol
alcanzar a la luna, ni la noche adelanta al día.
Cada uno navega en una órbita.
[36.41] Tienen un signo en el hecho de que
hayamos llevado a sus descendientes en la nave abarrotada.
[36.42] Y creamos para ellos otras naves
semejantes en las que se embarcan.
[36.43] Si quisiéramos, los
anegaríamos. Nadie podría
ayudarles y no se salvarían,
[36.44] a menos que mediara una
misericordia venida de Nosotros y para disfrute por algún tiempo.
[36.45] Y cuando se les dice: «¡Temed
el castigo en esta vida y en la otra! Quizás, así, se os tenga
piedad»...
[36.46] No viene a ellos ninguno de los signos
de su Señor que no se aparten de él.
[36.47] Y cuando se les dice: «¡Dad
limosna de lo que Alá os ha proveído!» dicen los infieles a los
creyentes: «¿Vamos a dar de comer a quien Alá, si Él
quisiera, podría dar de comer? Estáis evidentemente extraviados».
[36.48] Dicen: «¿Cuándo se
cumplirá esta amenaza, si es verdad lo que decís?»
[36.49] No esperarán más que
un solo Grito, que les sorprenderá en plena disputa,
[36.50] y no podrán hacer
testamento, ni volver a los suyos.
[36.51] Se tocará la trompeta y se
precipitarán de las sepulturas a su Señor.
[36.52] Dirán: «¡Ay de
nosotros! ¿Quién nos ; ha despertado de nuestro lecho? Esto es aquello
con que el Compasivo nos había amenazado.
Los enviados decían la verdad».
[36.53] No habrá más que un
solo Grito y a todos se les hará comparecer ante Nosotros.
[36.54] Ese día, nadie será
tratado injustamente en nada y no se os retribuirá sino conforme a
vuestras obras.
[36.55] Ese día, los moradores del
Jardín tendrán una ocupación feliz.
[36.56] Ellos y sus esposas estarán
a la sombra, reclinados en sofás.
[36.57] Tendrán allí fruta y
lo que deseen.
[36.58] Les dirán de parte de un
Señor misericordioso: «¡Paz!»
[36.59] En cambio: «¡Pecadores!
¡Apartaos hoy!
[36.60] ¿No he concertado una
alianza con vosotros, hijos de Adán: que no ibais a servir al Demonio,
que es para vosotros un enemigo declarado,
[36.61] sino que ibais a servirme a
Mí? Esto es una vía recta.
[36.62] Ha extraviado a muchísimos
de vosotros. ¿Es que no
comprendíais?
[36.63] ésta es la gehena con que se os
había amenazado.
[36.64] ¡Arded hoy en ella por no
haber creído!»
[36.65] Ese día sellaremos sus
bocas, pero sus manos Nos hablarán y sus pies atestiguarán lo que
han cometido».
[36.66] Si quisiéramos, les
apagaríamos los ojos. Entonces se
abalanzarían a la Vía, pero ¿cómo iban a ver?
[36.67] Si quisiéramos, les
clavaríamos en su sitio de modo que no pudieran avanzar ni retroceder.
[36.68] A quien prolongamos la vida, le
hacemos encorvarse. ¿Es que no
comprenden?
[36.69] No le hemos enseñado la
poesía, que no le está bien.
Esto no es más que una amonestación y un Corán claro,
[36.70] para que advierta a todo vivo y se
cumpla la sentencia contra los infieles.
[36.71] ¿Es que no ven que, entre
las obras de Nuestras manos, hemos creado a su intención rebaños
que les pertenecen?
[36.72] Los hemos hecho dóciles a
ellos: unos les sirven de montura, otros de alimento.
[36.73] Obtienen provecho de ellos y
bebidas. ¿No darán, pues, las
gracias?
[36.74] Pero han tomado dioses en lugar de
tomar a Alá. Quizás, así,
sean auxiliados...
[36.75] No podrán auxiliarles. Al contrario, formarán un ejército al que
se hará comparecer contra ellos.
[36.76] ¡Que no te entristezca lo que
digan! Nosotros sabemos tanto lo que ocultan como lo que manifiestan.
[36.77] ¿No ve el hombre que le
hemos creado de una gota? Pues ¡ahí le tienes, porfiador
declarado!
[36.78] Nos propone una parábola y
se olvida de su propia creación. Dice:
«¿Quién dará vida a los huesos, estando podridos?»
[36.79] Di: «Les dará vida Quien los
creó una vez primera -Él conoce bien toda creación-,
[36.80] Quien os ha hecho fuego de un
árbol verde del que, así, encendéis».
[36.81] ¿Es que Quien ha creado los
cielos y la tierra no será capaz de crear semejantes a ellos?
¡Claro que sí! Él es el Creador de todo, el Omnisciente.
[36.82] Su orden, cuando quiere algo, le
dice tan sólo: «¡Se!» Y es.
[36.83] ¡Gloria a Quien posee la
realeza de todo! Y a Él seréis devueltos.
ASH SHAAFFAAT
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[37.1] ¡Por los puestos en fila.
[37.2] que ahuyentan violentamente
[37.3] y recitan una amonestación!
[37.4] En verdad, vuestro Dios es Uno:
[37.5] Señor de los cielos, de la
tierra y de lo que entre ellos está, Señor de los Orientes.
[37.6] Hemos engalanado el cielo
más bajo con estrellas,
[37.7] como protección contra todo
demonio rebelde.
[37.8] Así, los demonios no pueden
oír al Consejo Supremo, porque por todas partes se ven hostigados,
[37.9] repelidos.
Tendrán un castigo perpetuo.
[37.10] A menos que alguno se entere de
algo por casualidad: a ese tal le perseguirá una llama de penetrante luz.
[37.11] Pregúntales si crearlos a
ellos ha resultado más difícil para Nosotros que crear a los
otros. Los hemos creado de arcilla pegajosa.
[37.12] Pero ¡no! Te asombras y ellos
se mofan.
[37.13] Si se les recuerda algo, no se
acuerdan.
[37.14] Y, si ven un signo, lo ponen en
ridículo,
[37.15] y dicen: «¡Esto no es sino
manifiesta magia!
[37.16] Cuando muramos y seamos tierra y
huesos, ¿se nos resucitará acaso?
[37.17] ¿Y también a nuestros
antepasados?»
[37.18] Di: «¡Sí, y vosotros
os humillaréis!»
[37.19] Un solo Grito, nada más, y
verán...
[37.20] Dirán: «¡Ay de
nosotros! ¡Este es el día del Juicio!»
[37.21] «Este es el día del Fallo,
que vosotros desmentíais».
[37.22] «¡Congregad a los
impíos, a sus consocios y lo que ellos servían,
[37.23] en lugar de servir a Alá, y
conducidles a la vía del fuego de la gehena!
[37.24] ¡Detenedles, que se les va a
pedir cuentas!»
[37.25] «¿Por qué no os
auxiliáis ahora mutuamente?»
[37.26] Pero ¡no! Ese día
querrán hacer acto de sumisión.
[37.27] Y se volverán unos a otros
para preguntarse.
[37.28] Dirán: «Venías a
nosotros por la derecha».
[37.29] Dirán: «¡No, no erais
creyentes!
[37.30] Y no teníamos ningún
poder sobre vosotros. ¡No! Erais un
pueblo rebelde.
[37.31] La sentencia de nuestro
Señor se ha cumplido contra nosotros.
Vamos, sí, a gustar...
[37.32] Os descarriamos. ¡Nosotros mismos estábamos
descarriados!»
[37.33] Ese día compartirán
el castigo.
[37.34] Así haremos con los
pecadores.
[37.35] Cuando se les decía:
«¡No hay más dios que Alá!» se mostraban altivos,
[37.36] y decían: «¿Vamos a
dejar a nuestros dioses por un poeta poseso?»
[37.37] Pero ¡no! Él ha
traído la Verdad y ha confirmado a los enviados.
[37.38] ¡Vais, sí, a gustar el
castigo doloroso!
[37.39] No se os retribuirá, empero,
sino por las obras que hicisteis.
[37.40] En cambio, los siervos escogidos de
Alá
[37.41] tendrán un sustento
conocido:
[37.42] fruta.
Y serán honrados
[37.43] en los Jardines de la Delicia,
[37.44] en lechos, unos enfrente de otros,
[37.45] haciéndose circular entre ellos una
copa de agua viva,
[37.46] clara, delicia de los bebedores,
[37.47] que no aturdirá ni se
agotará.
[37.48] Tendrán a las de recatado mirar,
de grandes ojos,
[37.49] como huevos bien guardados.
[37.50] Y se volverán unos a otros
para preguntarse.
[37.51] Uno de ellos dirá: «Yo
tenía un compañero
[37.52] que decía: '¿Acaso
eres de los que confirman?
[37.53] Cuando muramos y seamos tierra y
huesos, ¿se nos juzgará acaso?'»
[37.54] Dirá: «¿Veis algo
desde ahí arriba?»
[37.55] Mirará abajo y le
verá en medio del fuego de la gehena.
[37.56] Y dirá: «¡Por
Alá, que casi me pierdes!
[37.57] Si no llega a ser por la gracia de
mi Señor, habría figurado yo entre los réprobos.
[37.58] Pues ¡que! ¿No hemos
muerto
[37.59] sólo una vez primera sin
haber sufrido castigo?
[37.60] ¡Sí, éste es el éxito
grandioso!»
[37.61] ¡Vale la pena trabajar por
conseguir algo semejante!
[37.62] ¿Es esto mejor como
alojamiento o el árbol de Zaqqum?
[37.63] Hemos hecho de éste
tentación para los impíos.
[37.64] Es un árbol que crece en el
fondo del fuego de la gehena,
[37.65] de frutos parecidos a cabezas de
demonios.
[37.66] De él comerán y llenarán
el vientre.
[37.67] Luego, deberán,
además, una mezcla de agua muy caliente
[37.68] y volverán, luego, al fuego
de la gehena.
[37.69] Encontraron a sus padres
extraviados
[37.70] y corrieron tras sus huellas.
[37.71] Ya se extraviaron la mayoría
de los antiguos,
[37.72] aunque les habíamos enviado
quienes advirtieran.
[37.73] ¡Y mira cómo
terminaron aquéllos que habían sido advertidos!
[37.74] No, en cambio, los siervos
escogidos de Alá.
[37.75] Noé Nos había invocado. ¡Qué buenos fuimos escuchándole!
[37.76] Les salvamos, a él y a su familia,
del grave apuro.
[37.77] Hicimos que sus descendientes
sobrevivieran
[37.78] y perpetuamos su recuerdo en la
posteridad.
[37.79] ¡Paz sobre Noé, entre todas
las criaturas!
[37.80] Así retribuimos a quienes hacen
el bien.
[37.81] Es uno de Nuestros siervos
creyentes.
[37.82] Luego, anegamos a los otros.
[37.83] Abraham era, sí, de los
suyos.
[37.84] Cuando vino a su Señor con
corazón sano.
[37.85] Cuando dijo a su padre y a su
pueblo: «¿Qué servís?
[37.86] ¿Queréis, mentirosamente,
dioses en lugar de a Alá?
[37.87] ¿Qué opináis, pues,
del Señor del universo?»
[37.88] Dirigió una mirada a los
astros
[37.89] y dijo: «Voy a encontrarme
indispuesto».
[37.90] y dieron media vuelta,
apartándose de él.
[37.91] Entonces, se volvió hacia
sus dioses y dijo: «¿No coméis?
[37.92] ¿Por qué no habláis?»
[37.93] Y se precipitó contra ellos
golpeándolos con la diestra.
[37.94] Corrieron hacia él.
[37.95] Dijo: «¿Servís lo que
vosotros mismos habéis esculpido,
[37.96] mientras que Alá os ha
creado, a vosotros y lo que hacéis?»
[37.97] Dijeron: «¡Hacedle un horno y
arrojadle al fuego llameante!»
[37.98] Quisieron emplear mañas
contra él, pero hicimos que fueran ellos los humillados.
[37.99] Dijo: «¡Voy a mi
Señor! ¡Él me dirigirá!
[37.100] ¡Señor!
¡Regálame un hijo justo!»
[37.101] Entonces, le dimos la buena nueva
de un muchacho benigno.
[37.102] Y, cuando tuvo bastante edad como
para ir con su padre, dijo: «¡Hijito! He soñado que te inmolaba. ¡Mira, pues, qué te parece!» Dijo: «¡Padre!
¡Haz lo que se te ordena! Encontrarás, si Alá quiere, que
soy de los pacientes».
[37.103] Cuando ya se habían sometido
los dos y le había puesto contra el suelo...
[37.104] Y le llamamos: «¡Abraham!
[37.105] Has realizado el sueño. Así retribuimos a quienes hacen el bien».
[37.106] Si, ésta era la prueba manifiesta.
[37.107] Le rescatamos mediante un
espléndido sacrificio
[37.108] y perpetuamos su recuerdo en la
posteridad.
[37.109] ¡Paz sobre Abraham!
[37.110] Así retribuimos a quienes hacen
el bien.
[37.111] Es uno de Nuestros siervos
creyentes.
[37.112] Y le anunciamos el nacimiento de
Isaac, profeta, de los justos.
[37.113] Les bendijimos, a él y a Isaac. Y entre sus descendientes unos hicieron el bien,
pero otros fueron claramente injustos consigo mismos.
[37.114] Ya agraciamos a Moisés y a
Aarón.
[37.115] Les salvamos, a ellos y a su
pueblo, de un grave apuro.
[37.116] Les auxiliamos y fueron ellos los
que ganaron.
[37.117] Les dimos la Escritura clara.
[37.118] Les dirigimos por la vía
recta
[37.119] y perpetuamos su recuerdo en la
posteridad.
[37.120] ¡Paz sobre Moisés y
Aarón!
[37.121] Así retribuimos a quienes
hacen el bien.
[37.122] Fueron dos de Nuestros siervos
creyentes.
[37.123] Elías fue, ciertamente, uno
de los enviados.
[37.124] Cuando dijo a su pueblo:
«¿Es que no vais a temer a Alá?
[37.125] ¿Vais a invocar a Baal,
dejando al Mejor de los creadores:
[37.126] a Alá, Señor vuestro
y Señor de vuestros antepasados?»
[37.127] Le desmintieron y se les
hará, ciertamente, comparecer;
[37.128] no, en cambio, a los siervos
escogidos de Alá.
[37.129] Y perpetuamos su recuerdo en la
posteridad.
[37.130] ¡Paz sobre Elías!
[37.131] Así retribuimos a quienes
hacen el bien.
[37.132] Fue uno de Nuestros siervos
creyentes.
[37.133] Lot fue, ciertamente, uno de los
enviados.
[37.134] Cuando les salvamos, a él y a su
familia, a todos,
[37.135] salvo a una vieja entre los que se
rezagaron.
[37.136] Luego, aniquilamos a los
demás.
[37.137] Pasáis, sí, sobre
ellos, mañana
[37.138] y tarde.
¿Es que no comprendéis?
[37.139] Jonás fue, ciertamente, uno
de los enviados.
[37.140] Cuando se escapó a la nave
abarrotada.
[37.141] Echó suertes y perdió.
[37.142] El pez se lo tragó,
había incurrido en censura.
[37.143] Si no hubiera sido de los que glorifican,
[37.144] habría permanecido en su
vientre hasta el día de la Resurrección.
[37.145] Le arrojamos, indispuesto, a una
costa desnuda
[37.146] e hicimos crecer sobre él una
calabacera.
[37.147] Y le enviamos a cien mil o
más.
[37.148] Creyeron y les permitimos gozar por
algún tiempo.
[37.149] ¡Pregúntales, pues, si
tu Señor tiene hijas como ellos tienen hijos,
[37.150] si hemos creado a los
ángeles de sexo femenino en su presencia!
[37.151] Mienten tanto que llegan a decir:
[37.152] «Alá ha engendrado». ¡Mienten, ciertamente!
[37.153] ¿Iba Él a preferir
tener hijas a tener hijos?
[37.154] ¿Qué os pasa? ¿Qué
manera de juzgar es ésa?
[37.155] ¿Es que no os dejaréis
amonestar?
[37.156] O ¿es que tenéis una
autoridad clara?
[37.157] ¡Traed, pues, vuestra
Escritura, si es verdad lo que decís!
[37.158] Han establecido un parentesco entre
Él y los genios. Pero saben los genios
que se les hará comparecer
[37.159] -¡gloria a Alá, que
está por encima de lo que Le atribuyen!-;
[37.160] no, en cambio, a los siervos
escogidos de Alá.
[37.161] Vosotros y lo que servís,
[37.162] no podréis seducir contra Él
[37.163] sino a quien vaya a arder en el
fuego de la gehena.
[37.164] «No hay nadie entre nosotros que no
tenga un lugar señalado.
[37.165] Sí, somos nosotros los que
están formados.
[37.166] Sí, somos nosotros los que
glorifican».
[37.167] Sí, solían decir:
[37.168] «Si tuviéramos una
amonestación que viniera de los antiguos,
[37.169] seríamos siervos escogidos
de Alá».
[37.170] Pero no creen en ella. ¡Van a ver...!
[37.171] Ha precedido ya Nuestra palabra a
Nuestros siervos, los enviados:
[37.172] son ellos los que serán,
ciertamente, auxiliados,
[37.173] y es Nuestro ejército el que,
ciertamente, vencerá.
[37.174] ¡Apártate, pues, de
ellos, por algún tiempo,
[37.175] y obsérvales! ¡Van a ver...!
[37.176] ¿Quieren, entonces,
adelantar Nuestro castigo?
[37.177] Cuando descargue sobre ellos, mal
despertar tendrán los que ya habían sido advertidos.
[37.178] ¡Apártate, pues, de
ellos, por algún tiempo,
[37.179] y observa! ¡Van a ver...!
[37.180] ¡Gloria a tu Señor,
Señor del Poder, que está por encima de lo que Le atribuyen!
[37.181] Y ¡paz sobre los enviados!
[37.182] Y ¡alabado sea Alá,
Señor del universo!
SHAAD
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[38.1] s.
¡Por el Corán, que contiene la Amonestación...!
[38.2] Por los infieles están
llenos de orgullo y en oposición.
[38.3] ¡A cuántas
generaciones, antes de ellos, hemos hecho perecer! Invocaron cuando ya no
había tiempo para salvarse.
[38.4] Se asombran de que uno salido de
ellos haya venido a advertirles. Y dicen los
infieles: «¡Éste es un mago mentiroso!
[38.5] ¡Quiere reducir los dioses a
un Dios Uno? ¡Es algo, ciertamente, asombroso!»
[38.6] Sus dignatarios se fueron:
«¡Id y manteneos fieles a vuestros dioses! ¡Esto es algo deseable!
[38.7] No oímos que ocurriera tal
cosa en la última religión. Esto
no es más que una superchería.
[38.8] ¿Se le ha revelado la
Amonestación a él, de entre nosotros?» ¡Sí! ¡Dudan de
Mi Amonestación! ¡No, aún no han gustado Mi castigo!
[38.9] ¿O tienen los tesoros de
misericordia de tu Señor, el Poderoso, el Munífico?
[38.10] ¿O poseen el dominio de los cielos;
de la tierra y de lo que entre ellos hay? Pues que suban por las cuerdas.
[38.11] Todo un ejército de coalicionistas
será aquí mismo derrotado.
[38.12] Antes de ellos, otros desmintieron:
el pueblo de Noé, los aditas y Faraón, el de las estacas,
[38.13] los tamudeos, el pueblo de Lot, los
habitantes de la Espesura. Ésos eran
los coalicionistas.
[38.14] No hicieron todos sino desmentir a
los enviados y se cumplió Mi castigo.
[38.15] No esperarán éstos
más que un solo Grito, que no se repetirá.
[38.16] Dicen: «¡Señor!
¡Anticípanos nuestra parte antes del día de la Cuenta!»
[38.17] Ten paciencia con lo que dicen y
recuerda a Nuestro siervo David, el fuerte. Su
arrepentimiento era sincero.
[38.18] Sujetamos, junto con él, las
montañas para que glorificaran por la tarde y por la mañana.
[38.19] Y los pájaros, en bandadas. Todo vuelve a Él.
[38.20] Consolidamos su dominio y le dimos
la sabiduría y la facultad de arbitrar.
[38.21] ¿Te has enterado de la
historia de los litigantes? Cuando subieron a palacio.
[38.22] Cuando entraron adonde estaba David
y éste se asustó al verles. Dijeron:
«¡No tengas miedo! Somos dos partes litigantes, una de las cuales ha
ofendido a la otra. Decide, pues, entre
nosostros según justicia, imparcialmente, y dirígenos a la
vía recta.
[38.23] éste es mi hermano. Tiene noventa y nueve ovejas y yo una oveja. Dijo: '¡Confíamela!' Y me gana a
discutir».
[38.24] Dijo: «Sí, ha sido injusto
contigo pidiéndote que agregaras tu oveja a las suyas».
En verdad, muchos consocios se causan daño unos a otros; no los que
creen y obran bien, pero ¡que pocos son éstos! David comprendió
que sólo habíamos querido probarle y pidió perdón a
su Señor. Cayó de rodillas y se
arrepintió.
[38.25] Se lo perdonamos y tiene un sitio junto
a Nosotros y un bello lugar de retorno.
[38.26] ¡David! Te hemos hecho
sucesor en la tierra. ¡Decide, pues,
entre los hombres según justicia! ¡No sigas la pasión! Si
no, te extraviará del camino de Alá.
Quienes se extravíen del camino de Alá tendrán un severo
castigo. Por haber olvidado el día de
la Cuenta.
[38.27] No hemos creado en vano el cielo,
la tierra y lo que entre ellos está.
Así piensan los infieles. Y ¡ay
de los infieles, por el Fuego...!
[38.28] ¿Trataremos a quienes creen
y obran bien igual que a quienes corrompen en la tierra, a los temerosos de
Alá igual que a los pecadores?
[38.29] Una Escritura que te hemos
revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de
intelecto se dejen amonestar.
[38.30] A David le regalamos Salomón. ¡Qué siervo tan agradable! Su
arrepentimiento era sincero.
[38.31] Cuando un anochecer le presentaron
unos corceles de raza.
[38.32] Y dijo: «Por amor a los bienes he
descuidado el recuerdo de mi Señor hasta que se ha escondido tras el
velo.
[38.33] ¡Traédmelos!» Y se puso a
desjarretarlos y degollarlos.
[38.34] Aún probamos a
Salomón cuando asentamos en su trono a su sosia.
Luego, se arrepintió.
[38.35] «¡Señor!» dijo. «¡Perdóname y regálame un
dominio tal que a nadie después de mí le esté bien. Tú eres el Munífico».
[38.36] Sujetamos a su servicio el viento,
que soplaba suavemente allí donde él quería, a una orden suya.
[38.37] Y los demonios, constructores y
buzos de toda clase,
[38.38] y otros, encadenados juntos.
[38.39] «¡Esto es don Nuestro!
¡Agracia, pues, o retén, sin limitación!»
[38.40] Tiene un sitio junto a Nosotros y
un bello lugar de retorno.
[38.41] ¡Y recuerda a nuestro siervo
Job! Cuando invocó a su Señor.
«El Demonio me ha infligido una pena y un castigo».
[38.42] «¡Golpea con el pie!
Ahí tienes agua fresca para lavarte y para beber».
[38.43] Le regalamos su familia y otro
tanto, como misericordia venida de Nosotros y como amonestación para los
dotados de intelecto.
[38.44] Y: «¡Toma en tu mano un
puñado de hierba, golpea con él y no cometas perjurio!» Le encontramos
paciente. ¡Qué siervo tan agradable! Su
arrepentimiento era sincero.
[38.45] Y recuerda a Nuestros siervos
Abraham, Isaac y Jacob, fuertes y clarividentes.
[38.46] Les hicimos objeto de distinción
al recordarles la Morada.
[38.47] Están junto a Nosotros, de
los elegidos mejores.
[38.48] Y recuerda a Ismael, Eliseo y
Dulkifl, todos ellos de los mejores.
[38.49] Esto es una amonestación. Los que teman a Alá tendrán,
ciertamente, un bello lugar de retorno:
[38.50] los jardines del edén, cuyas
puertas estarán abiertas para ellos,
[38.51] y en los que, reclinados,
pedirán fruta abundante y bebida.
[38.52] Junto a ellos estarán las de
recatado mirar, de una misma edad.
[38.53] Esto es lo que se os promete para
el día de la Cuenta.
[38.54] En verdad, éste será Nuestro
sustento, sin fin.
[38.55] Así será. Los rebeldes, en cambio, tendrán un mal
lugar de retorno:
[38.56] la gehena, en la que arderán. ¡Qué mal lecho...!
[38.57] Esto ¡que lo gusten!: agua
muy caliente, hediondo líquido
[38.58] y otras muchas cosas por el estilo.
[38.59] «He ahí a otra muchedumbre
que se precipita con vosotros. No hay
bienvenida para ellos. Arderán en el
Fuego».
[38.60] Dirán: «¡No! ¡No
hay bienvenida para vosotros! ¡Sois vosotros los que nos habéis preparado
esto! ¡Qué mala morada...!»
[38.61] «¡Señor!»
dirán, «a los que nos han preparado esto ¡dóblales el
castigo en el Fuego!»
[38.62] Dirán: «¿Cómo
es que no vemos aquí a hombres que teníamos por malvados,
[38.63] de los que nos burlábamos?
¿O es que se desvían de ellos las miradas?»
[38.64] Sí, esto es verdad: la
discusión entre los moradores del Fuego.
[38.65] Di: «Yo no soy más que uno
que advierte. No hay ningún otro dios
que Alá, el Uno, el Invicto,
[38.66] el Señor de los cielos, de
la tierra y de lo que entre ellos está, el Poderoso, el Indulgente».
[38.67] Di: «es una noticia enorme,
[38.68] de la cual os apartáis.
[38.69] Yo no tenía conocimiento del
Consejo Supremo, cuando discutían unos con otros.
[38.70] Lo único que se me ha
revelado es que soy un monitor que habla claro».
[38.71] Cuando tu Señor dijo a los
ángeles: «Voy a crear a un mortal de arcilla
[38.72] y, cuando lo haya formado
armoniosamente e infundido en él de Mi Espíritu, ¡caed
prosternados ante él!»
[38.73] Los ángeles se prosternaron,
todos juntos,
[38.74] salvo Iblis, que se mostró
altivo y fue de los infieles.
[38.75] Dijo: «¡Iblis! ¿Qué es
lo que te ha impedido prosternarte ante lo que con Mis manos he creado?
¿Ha sido la altivez, la arrogancia?»
[38.76] Dijo: «Yo soy mejor que él. A mí me creaste de fuego, mientras que a él
le creaste de arcilla».
[38.77] Dijo: «¡Sal de aquí!
¡Eres un maldito!
[38.78] ¡Mi maldición te
perseguirá hasta el día del Juicio!»
[38.79] Dijo: «¡Señor, déjame
esperar hasta el día de la Resurrección!»
[38.80] Dijo: «Entonces, serás de
aquéllos a quienes se ha concedido una prórroga
[38.81] hasta el día del tiempo
señalado».
[38.82] Dijo: «¡Por Tu poder, que he
de descarriarles a todos,
[38.83] salvo a aquéllos que sean siervos
Tuyos escogidos!»
[38.84] Dijo: «La verdad es -y digo verdad-
[38.85] que he de llenar la gehena contigo
y con todos aquéllos que te hayan seguido».
[38.86] Di: «Yo no os pido, a cambio,
ningún salario ni me arrogo nada.
[38.87] Ello no es más que una
amonestación dirigida a todo el mundo.
[38.88] Y os enteraréis, ciertamente, de lo
que anuncia dentro de algún tiempo».
AZ ZUMAR
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[39.1] La revelación de la
Escritura procede de Alá, el Poderoso, el Sabio.
[39.2] Te hemos revelado la Escritura con
la verdad. ¡Sirve, pues, a Alá,
rindiéndole culto sincero!
[39.3] El culto puro ¿no se debe a
Alá? Los que han tomado amigos en lugar de tomarle a Él
-«Sólo les servimos para que nos acerquen bien a Alá»-... Alá decidirá entre ellos sobre
aquello en que discrepaban. Alá no
guía al que miente, al infiel pertinaz.
[39.4] Si Alá hubiera deseado
adoptar un hijo, habría elegido entre lo que ha creado lo que hubiera
querido. ¡Gloria a Él! Es
Alá, el Uno, el Invicto.
[39.5] Ha creado con un fin los cielos y
la tierra. Hace que la noche suceda al
día y el día a la noche. Ha
sujetado el sol y la luna, prosiguiendo cada uno su curso hacia un término fijo. ¿No es Él el Poderoso, el
Indulgente?
[39.6] Os ha creado de una sola persona,
de la que ha sacado a su cónyuge. Os ha
dado, de los rebaños, cuatro parejas.
Os ha creado en el seno de vuestras madres, creación tras
creación, en triple oscuridad. Tal es
Alá, vuestro Señor. Suyo es el
domino. No hay más dios que Él. ¡Cómo, podéis pues, ser tan
desviados!
[39.7] Si sois ingratos,... Alá puede prescindir de vosotros. No acepta la ingratitud de Sus siervos. En cambio, si sois agradecidos, os lo
aceptará complacido. Nadie
cargará con la carga ajena. Al final,
volveréis a vuestro Señor y ya os informará Él de lo que
hacíais. Él sabe bien lo que los
pechos encierran.
[39.8] Cuando sufre el hombre una
desgracia, invoca a su Señor, volviéndose a Él arrepentido. Luego, cuando Él le ha dispensado una
gracia Suya, se olvida del objeto de su invocación anterior y atribuye
iguales a Alá para extraviar a otros de Su camino. Di: «¡Goza un poco de tu incredulidad! Serás de
los moradores del Fuego».
[39.9] ¿Es el devoto, que vela por
la noche, postrado o de pie, que teme la otra vida y espera en la misericordia
de su Señor...? Di: «¿Son
iguales los que saben y los que no saben?» Sólo se dejan amonestar los
dotados de intelecto.
[39.10] Di: «¡Siervos Míos que
creéis! ¡Temed a vuestro Señor! Quienes obren bien tendrán
en la vida de acá una bella recompensa.
La tierra de Alá es vasta. Los
pacientes recibierán una recompensa ilimitada».
[39.11] Di: «He recibido la orden de servir
a Alá, rindiéndole culto sincero.
[39.12] He recibido la orden de ser el
primero en someterse a Él».
[39.13] Di: «Temo, si desobedezco a mi
Señor, el castigo de un día terrible».
[39.14] Di: «A Alá sirvo,
rindiéndole culto sincero.
[39.15] ¡Servid, pues, en lugar de
servirle a Él, lo que queráis!» Di: «Perderán quienes se
pierdan a sí mismos y pierdan a sus familias el día de la
Resurrección. ¿No es ésa una
pérdida manifiesta?»
[39.16] Por encima y por debajo,
tendrán pabellones de fuego. Así
atemoriza Alá Sus siervos.
«¡Temedme, pues, siervos!»
[39.17] ¡Buena nueva para quienes hayan
evitado a los taguts, rehusando sevirles, y se hayan vuelto arrepentidos a
Alá! ¡Y anuncia la buena nueva a Mis siervos,
[39.18] que escuchan la Palabra y siguen lo
mejor de ella! ¡ésos son los que Alá ha dirigido! ¡ésos son
los dotados de intelecto!
[39.19] Aquél contra quien se cumpla la
sentencia del castigo... ¿Podrás
salvar tú a quien está en el Fuego?
[39.20] Pero los que temieron a su
Señor estarán en cámaras altas sobre las que hay
construidas otras cámaras altas, a cuyos pies fluyen arroyos. ¡Promesa de Alá! Alá no falta
a Su promesa.
[39.21] ¿No ves cómo hace
Alá bajar agua del cielo y Él la conduce a manantiales en la
tierra? Mediante ella saca cereales de clases diversas, que, más tarde,
se marchitan y ves que amarillean. Luego, hace
de ellos paja seca. Hay en ello, sí,
una amonestación para los dotados de intelecto.
[39.22] ¿Es que aquél cuyo pecho
Alá ha abierto al islam y camina así a la luz de su Señor...? ¡Ay de los que tienen un corazón
insensible a la amonestación de Alá! Están evidentemente
extraviados.
[39.23] Alá ha revelado el
más bello relato, una Escritura cuyas aleyas armonizan y se reiteran. Al oírla, se estremecen quienes tienen
miedo de su Señor; luego, se calman en cuerpo y en espíritu al
recuerdo de Alá. Ésa es la
dirección de Alá, por la que dirige a quien Él quiere. En cambio, aquél a quien Alá
extravía no podrá encontrar quien le dirija.
[39.24] ¿Es que quien trata de
protegerse con su propia persona contra el mal castigo del día de la
Resurrección...? Se dirá a los
impíos: «¡Gustad lo que habéis merecido!»
[39.25] Sus predecesores desmintieron y el
castigo les vino de donde no lo presentían.
[39.26] Alá les hizo gustar la
ignominia en la vida de acá, pero, ciertamente, el castigo de la otra
vida es mayor. Si supieran...
[39.27] En este Corán hemos dado a
los hombres toda clase de ejemplos.
Quizás, así, se dejen amonestar.
[39.28] Es un Corán árabe,
exento de recovecos. Quizás,
así, teman a Alá.
[39.29] Alá propone el símil
de un hombre que pertenece a socios que no están de acuerdo y el hombre
que pertenece exclusivamente a uno.
¿Son ambos similares? ¡Alabado sea Alá! Pero la
mayoría no saben.
[39.30] Tú tienes que morir y ellos
tienen que morir.
[39.31] Luego, el día de la
Resurrección, disputaréis junto a vuestro Señor.