PART 9
[7.88] Los dignatarios
[7.89] Inventaríamos una mentira
contra Alá si volviéramos a vuestra religión después de habernos
salvado Alá de ella. No podemos volver a
ella, a menos que Alá nuestro Señor lo quiera. Nuestro Señor lo abarca todo en Su ciencia. ¡Confiamos en Alá!
¡Señor, falla según Justicia entre nosotros y nuestro
pueblo! Tú eres Quien mejor falla».
[7.90] Los dignatarios de su pueblo, que
no creían, dijeron: «Si seguís a Suayb, estáis perdidos...»
[7.91] Les sorprendió el Temblor y
amanecieron muertos en sus casas.
[7.92] Fue
[7.93] Se alejó de ellos, diciendo:
«¡Pueblo! Os he comunicado los mensajes de mi Señor y os he
aconsejado bien. ¿Cómo voy a
sentirlo ahora por gente infiel?»
[7.94] No enviamos a ningún profeta
a ciudad que no infligiéramos a su población miseria y desgracia
-quizás, así se humillaran-,
[7.95] y que no cambiáramos, a
continuación, el mal por el bien hasta que olvidaran lo ocurrido y
dijeran: «La desgracia y la dicha alcanzaron también a nuestros padres». Entonces, nos apoderábamos de ellos por
sorpresa sin que se apercibieran.
[7.96] Si los habitantes de las ciudades
hubieran creído y temido a Alá, habríamos derramado sobre
ellos bendiciones del cielo y de la tierra, pero desmintieron y nos apoderamos
de ellos por lo que habían cometido.
[7.97] ¿Es que los habitantes de
las ciudades están a salvo de que Nuestro rigor les alcance de noche,
mientras duermen?
[7.98] ¿O están a salvo los
habitantes de las ciudades de que Nuestro rigor les alcance de día,
mientras juegan?
[7.99] ¿Es que están a salvo
de la intriga de Alá? Nadie está a salvo de la intriga de
Alá, sino los que pierden.
[7.100] ¿No hemos indicado a los que
han heredado la tierra después de sus anteriores ocupantes que, si Nosotros
quisiéramos. les afligiríamos por sus pecados,
sellando sus corazones de modo que no pudieran oír?
[7.101] Ésas son las ciudades de las
que te hemos contado algunas cosas. Vinieron a
ellas sus enviados con las pruebas claras, pero no estaban para creer en lo que
antes habían desmentido. Así sella
Alá los corazones de los infieles.
[7.102] No hemos encontrado en la
mayoría de ellos fidelidad a una alianza, pero si hemos encontrado que
la mayoría son unos perversos.
[7.103] Luego, después de ellos, enviamos a
Moisés con Nuestros signos a Faraón y a sus dignatarios, pero fueron
injustos con ellos. ¡Y mira cómo
terminaron los corruptores!
[7.104] Moisés dijo: «Faraón! He
sido enviado por el Señor del universo.
[7.105] No debo decir nada contra
Alá, sino la verdad. Os he
traído una prueba clara de vuestro Señor.
Deja marchar conmigo a los Hijos de Israel».
[7.106] Dijo: «Si has traído un
signo, muéstralo, si es verdad lo que dices».
[7.107] Tiró su vara y se
convirtió en auténtica serpiente.
[7.108] Sacó su mano y he
aquí que apareció blanca a los ojos de los presentes.
[7.109] Los dignatarios del pueblo de
Faraón dijeron: «Sí, éste es un mago entendido.
[7.110] Quiere expulsaros de vuestra tierra
¿Qué ordenáis?»
[7.111] Dijeron: «¡Dales largas, a él
y a su hermano, y envía a las ciudades a agentes que convoquen,
[7.112] que te traigan a todo mago
entendido!»
[7.113] Los magos vinieron a Faraón
y dijeron: «Tiene que haber una recompensa para nosotros si vencemos».
[7.114] Dijo: «Sí, y seréis,
ciertamente, de mis allegados».
[7.115] Dijeron: «¡Moisés! ,Tiras
tú o tiramos nosotros?»
[7.116] Dijo: «¡Tirad vosotros!» Y,
cuando tiraron fascinaron los ojos de la gente y les aterrorizaron. Vinieron con un encantamiento poderoso.
[7.117] E inspiramos a Moisés: «¡Tira
tu vara!» Y he aquí que ésta engulló sus mentiras.
[7.118] Y se cumplió la Verdad y
resultó inútil lo que habían hecho.
[7.119] Fueron, así, vencidos y se
retiraron humillados.
[7.120] Los magos cayeron prosternados
[7.121] Dijeron: «Creemos en el
Señor del universo,
[7.122] el Señor de Moisés y de Aarón».
[7.123] Faraón dijo: «¡Habéis
creído en él antes de que yo os autorizara! Ésta es, ciertamente,
una intriga que habéis urdido en la ciudad para sacar de ella a su
población, pero vais a ver...
[7.124] He de haceros amputar las manos y los
pies opuestos. Luego he de haceros crucificar
a todos».
[7.125] Dijeron: «Ciertamente, volveremos a
nuestro Señor.
[7.126] Te vengas de nosotros sólo
porque hemos creído en los signos de nuestro Señor cuando han
venido a nosotros. ¡Señor!
Infunde en nosotros paciencia y haz que cuando muramos lo hagamos sometidos a
Ti».
[7.127] Los dignatarios del pueblo de
Faraón dijeron: «¿Dejaréis que Moisés y su pueblo corrompan en el
país y os abandonen, a ti a y a tus dioses?» Dijo: «Mataremos sin piedad
a sus hijos varones y dejaremos con vida a sus mujeres.
Les podemos».
[7.128] Moisés dijo a su pueblo:
«¡Implorad la ayuda de Alá y tened paciencia! La tierra es de
Alá y se la da en herencia a quien Él quiere de Sus siervos. El fin es para los que temen a Alá».
[7.129] Dijeron: «Hemos sufrido antes de
que tú vinieras a nosotros y luego de haber venido». Dijo: «Puede que vuestro Señor destruya a
vuestro enemigo y os haga sucederles en la tierra para ver cómo
actuáis».
[7.130] Infligimos al pueblo de
Faraón años y escasez de frutos.
Quizás así, se dejaran amonestar.
[7.131] Cuando les sonreía la
fortuna, decían: «¡Esto es nuestro!».
Pero, cuando les sucedía un mal, lo achacaban al mal agüero de Moisés y
de quienes con él estaban. ¿Es que su
suerte no dependía sólo de Alá? Pero la mayoría no
sabían.
[7.132] Dijeron: «Sea cual sea el signo que
nos traigas para hechizarnos con él, no te creeremos».
[7.133] Enviamos contra ellos la
inundación, las langostas, los piojos, las ranas y la sangre, signos
inteligibles. Pero fueron altivos, eran gente
pecadora.
[7.134] Y, cuando cayó el castigo
sobre ellos, dijeron: «¡Moisés! Ruega a tu Señor por nosotros en
virtud de la alianza que ha concertado contigo.
Si apartas el castigo de nosotros, creeremos, ciertamente, en ti y dejaremos
que los Hijos de Israel partan contigo».
[7.135] Pero, cuando retiramos el castigo
hasta que se cumpliera el plazo que debían observar, he aquí que
quebrantaron su promesa.
[7.136] Nos vengamos de ellos
anegándoles en el mar por haber desmentido Nuestros signos y por no
haber hecho caso de ellos.
[7.137] Y dimos en herencia al pueblo que
había sido humillado las tierras orientales y las occidentales, que
Nosotros hemos bendecido. Y se cumplió
la bella promesa de tu Señor a los Hijos de Israel, por haber tenido
paciencia. Y destruimos lo que Faraón y
su pueblo habían hecho y lo que habían construido.
[7.138] E hicimos que los Hijos de Israel
atravesaran el mar y llegaron a una gente entregada al culto de sus
ídolos. Dijeron: «¡Moisés!
¡Haznos un dios, como ellos tienen dioses!» «¡Sois un pueblo
ignorante!», dijo.
[7.139] «Aquello en que estas gentes
están va a ser destruido y sus obras serán vanas».
[7.140] Dijo: «¿Voy a buscaros un
dios diferente de Alá, siendo así que Él os ha distinguido
entre todos los pueblos?»
[7.141] Y cuando os salvamos de las gentes
de Faraón, que os sometían a duro castigo, matando sin piedad a
vuestros hijos varones y dejando con vida a vuestras mujeres. Con esto os probó vuestro Señor
duramente.
[7.142] Y nos dimos cita con Moisés durante
treinta días, que completamos con otros diez.
Así, la duración con su Señor fue de cuarenta días. Moisés dijo a su hermano Aarón: «Haz mis
veces en mi pueblo, obra bien y no imites a los corruptores».
[7.143] Cuando Moisés acudió a
Nuestro encuentro y su Señor le hubo hablado, dijo:
«¡Señor! ¡Muéstrate a mí, que pueda mirarte!» Dijo:
«¡No Me verás! ¡Mira, en cambio, la montaña! Si
continúa firme en su sitio, entonces Me verás». Pero, cuando su Señor se manifestó a
la montaña, la pulverizó y Moisés cayó al suelo fulminando. Cuando volvió en si dijo: «¡Gloria a
Ti! Me arrepiento y soy el primero de los que creen».
[7.144] Dijo: «¡Moisés! Con Mis
mensajes y con haberte hablado, te he escogido entre todos los hombres. ¡Coge, pues, lo que te doy y sé de los
agradecidos!»
[7.145] Y le escribimos en las Tablas una
exhortación sobre todo y una explicación detallada de todo. «Cógelas, pues, con fuerza y ordena a tu
pueblo que coja lo mejor de ellas». Yo os haré
ver la morada de los perversos.
[7.146] Apartaré de Mis signos a quienes se
ensoberbezcan sin razón en la tierra.
Sea cual sea el signo que ven, no creen en él.
Si ven el camino de la buena dirección, no lo toman como camino, pero si
ven el camino del descarrío, sí que lo toman como camino. Y esto es así porque han desmentido
Nuestros signos y no han hecho caso de ellos.
[7.147] Vanas serán las obras de
quienes desmintieron Nuestros signos y la existencia de la otra vida. ¿Podrán ser retribuidos por otra
cosa que por lo que hicieron?
[7.148] Y el pueblo de Moisés, ido éste,
hizo un ternero de sus aderezos, un cuerpo que mugía. ¿Es que no vieron que no les hablaba ni les
dirigía? Lo cogieron y obraron impíamente.
[7.149] Y, cuando se arrepintieron y vieron
que se habían extraviado, dijeron: «Si nuestro Señor no se apiada
de nosotros y nos perdona, seremos, ciertamente, de los que pierden».
[7.150] Y, cuando Moisés regresó a
su pueblo, airado y dolido, dijo: «¡Qué mal os habéis portado, luego de
irme y dejaros! ¿Es que queréis adelantar el juicio de vuestro
Señor?» Y arrojó las Tablas y, cogiendo de la cabeza a su
hermano, lo arrastró hacia sí.
Dijo: «¡Hijo de mi madre! La gente me ha humillado y casi me mata. ¡No hagas, pues, que los enemigos se alegren
de mi desgracia! ¡No me pongas con el pueblo impío!»
[7.151] Dijo: «¡Señor!
¡Perdónanos a mí y a mi hermano, e introdúcenos en
Tu misericordia! Tú eres la Suma Misericordia».
[7.152] A quienes cogieron el ternero les
alcanzará la ira de su Señor y la humillación en la vida
de acá. Así retribuiremos a los
que inventan.
[7.153] Con quienes, habiendo obrado mal,
luego se arrepientan y crean, tu Señor será, sí,
indulgente, misericordioso.
[7.154] Cuando se calmó la ira de
Moisés cogió las Tablas. Su texto
contiene dirección y misericordia para quienes temen a su Señor.
[7.155] Moisés eligió de su pueblo a
setenta hombres para asistir a Nuestro encuentro.
Cuando les sorprendió el Temblor dijo: «¡Señor! Si hubieras
querido, les habrías hecho perecer antes y a mí también. ¿Vas a hacernos perecer por lo que han
hecho los tontos de nuestro pueblo? Esto no es más que una prueba Tuya,
que Te sirve para extraviar o dirigir a quien quieres.
¡Tú eres nuestro Amigo! Perdónanos, pues, y apiádate
de nosotros! Nadie perdona tan bien como Tú.
[7.156] Destínanos bien en la vida
de acá y en la otra. Nos hemos vuelto a
Ti». Dijo: «Inflijo Mi castigo a quien quiero,
pero Mi misericordia es omnímoda».
Destinaré a ella a quienes teman a Alá y den el azaque y a quienes crean
en Nuestros signos.
[7.157] a quienes sigan al Enviado, el
Profeta de los gentiles, a quien ven mencionado en sus textos: en la Tora y en
el Evangelio, que les ordena lo que está bien y les prohíbe lo
que está mal, les declara lícitas las cosas buenas e
ilícitas las impuras, y les libera de sus cargas y de las cadenas que
sobre ellos pesaban. Los que crean en él, le
sostengan y auxilien, los que sigan la Luz enviada abajo con él, ésos
prosperarán.
[7.158] Di: «¡Hombres Yo soy el
Enviado de Alá a todos vosotros, de Aquél a Quien pertenece el dominio
de los cielos y de la tierra. No hay
más dios que Él. Él da la
vida y da la muerte. ¡Creed, pues, en
Alá y en su Enviado, el Profeta de los gentiles, que cree en Alá
y en Sus palabras! ¡Y seguidle! Quizás, así, seáis
bien dirigidos».
[7.159] En el pueblo de Moisés había
una comunidad que se dirigía según la Verdad, y que, gracias a
ella, observaba la justicia.
[7.160] Los dividimos en doce tribus, como
comunidades. Cuando el pueblo pidió
agua a Moisés, inspiramos a éste «¡Golpea la roca con tu vara!». Y brotaron de ella doce manantiales. Todos sabían de cuál debían
beber. Hicimos que se les nublara y les
enviamos de lo alto el maná y las codornices: «¡Comed de las cosas
buenas de que os hemos proveído.» Y no
fueron injustos con Nosotros, sino que lo fueron consigo mismos.
[7.161] Y cuando se les dijo: «Habitad en
esta ciudad y comed cuanto queráis de lo que en ella haya. Decid '¡Perdón!' ¡Entrad por la
puerta prosternándoos! Os perdonaremos vuestros pecados y daremos
más a los que hagan el bien».
[7.162] Pero los impíos de ellos
cambiaron por otras las palabras ¡que se les habían dicho y les
enviamos un castigo del cielo por haber obrado impíamente.
[7.163] Y pregúntales por aquella
ciudad, a orillas del mar, cuyos habitantes violaban el sábado. Los sábados venían a ellos los peces
a flor de agua y los otros días no venían a ellos. Les probamos así por haber obrado
perversamente.
[7.164] Y cuando unos dijeron: «¿Por
qué exhortáis a un pueblo que Alá va a hacer perecer o a castigar
severamente?» Dijeron: «Para que vuestro Señor nos disculpe. Quizás, así teman a Alá».
[7.165] Y, cuando hubieron olvidado lo que
se les había recordado, salvamos a quienes habían prohibido el
mal e infligimos un mal castigo a los impíos, por haber obrado perversamente.
[7.166] Y, cuando desatendieron las
prohibiciones, les dijimos: «¡Convertíos en monos repugnantes!»
[7.167] Y cuando tu Señor
anunció que enviaría, ciertamente, contra ellos hasta el
día de la Resurrección a gente que les impusiera un duro castigo. Ciertamente, tu Señor es rápido en
castigar, pero también es indulgente, misericordioso.
[7.168] Los dividimos en la tierra en
comunidades. De ellos, había unos que
eran justos y otros que no. Les probamos con
bendiciones e infortunios. Quizás,
así, se convirtieran.
[7.169] Sus sucesores, habiendo heredado la
Escritura, se apoderan de los bienes de este mundo, diciendo: «Ya se nos
perdonará». Y si se les ofrecen otros
bienes, semejantes a los primeros, se apoderan también de ellos. ¿No se concertó con ellos el pacto
de la Escritura , según el cual no dirían nada contra Alá
sino la verdad? Y eso que han estudiado cuanto en ella hay... Pero la Morada Postrera es mejor para quienes
temen a Alá - ¿es que no razonáis?-,
[7.170] para los que se aferran a la
Escritura y hacen la azalá. No
dejaremos de remunerar a quienes obren bien.
[7.171] Y cuando sacudimos la
montaña sobre ellos como si hubiera sido un pabellón y creyeron
que se les venía encima: «¡Coged con fuerza lo que os hemos dado y
recordad bien su contenido! Quizás, así, temáis a
Alá».
[7.172] Y cuando tu Señor
sacó de los riñones de los hijos de Adán a su descendencia
y les hizo atestiguar contra sí mismos: «¿No soy yo vuestro
Señor?» Dijeron: «¡Claro que sí, damos fe!» No sea que
dijerais el día de la Resurrección: «No habíamos reparado
en ello».
[7.173] O que dijerais: «Nuestros padres
eran ya asociadores y nosostros no somos más que sus descendientes. ¿Vas a hacernos perecer por lo que los
falsarios han hecho?»
[7.174] Así explicamos las aleyas. Quizás así se conviertan.
[7.175] Cuéntales lo que pasó con
aquél a quien dimos Nuestros signos y se deshizo de ellos. El Demonio le persiguió y fue de los
descarriados.
[7.176] Si hubiéramos querido, le
habríamos levantado con ellos. Pero se
apegó a la tierra y siguió su pasión. Pasó con él como pasa con el perro: jadea
lo mismo si le atacas que si le dejas en paz.
Así es la gente que desmiente Nuestros signos.
Cuéntales estas cosas. Quizás,
así, reflexionen.
[7.177] ¡Qué mal ejemplo da la gente
que desmiente Nuestros signos y es injusta consigo misma!
[7.178] Aquél a quien Alá dirige
está en el buen camino. Aquéllos, en
cambio, a quienes Él extravía, son los que pierden.
[7.179] Hemos creado para la gehena a
muchos de los genios y de los hombres. Tienen
corazones con los que no comprenden, ojos con los que no ven, oídos con
los que no oyen. Son como rebaños. No, aún más extraviados. Esos tales son los que no se preocupan.
[7.180] Alá posee los nombres
más bellos. Empléalos, pues, para
invocarle y apártate de quienes los profanen, que serán
retribuidos con arreglo a sus obras.
[7.181] Entre nuestras criaturas hay una
comunidad que se dirige según la Verdad y que, gracias a ella, observa
la justicia.
[7.182] A quienes desmientan Nuestos signos
les conduciremos paso a paso, sin que sepan como.
[7.183] Y les concedo una prórroga. Mi estratagema es segura.
[7.184] ¿No reflexionan? Su paisano
no es un poseso. Es sólo un monitor que
habla claro.
[7.185] ¿No han considerado el reino
de los cielos y de la tierra y todo lo que Alá ha creado? ¿Y que
tal vez se acerque su fin? ¿En qué anuncio, después de éste, van a
creer?
[7.186] Aquél a quien Alá
extravía, no podrá encontrar quien le dirija. Él les dejará que yerren ciegos en
su rebeldía.
[7.187] Te preguntan por la Hora:
«¿Cuándo llegará?» Di: «Sólo mi Señor tiene
conocimiento de ella. Nadie sino Él la
manifestará a su tiempo. Abruma en los
cielos y en la tierra. No vendrá a
vosotros sino de repente»,. Te preguntan a ti
como si estuvieras bien enterado. Di:
«Sólo Alá tiene conocimiento de ella».
Pero la mayoría de los hombres no saben.
[7.188] Di: «Yo no dispongo de nada que
pueda aprovecharme o dañarme sino tanto cuanto Alá quiera. Si yo conociera lo oculto, abundaría en
bienes y no me alcazaría el mal. Pero
no soy sino un monitor, un nuncio de buenas nuevas para gente que cree».
[7.189] Él es Quien os ha creado de
una sola persona, de la que ha sacado a su cónyuge para que encuentre
quietud en ella. Cuando yació con ella,
ésta llevó una carga ligera, con la que iba de acá para
allá; pero cuando se sintió pesada, invocaron ambos a Alá,
su Señor. «Si nos das un hijo bueno,
seremos, ciertamente, de los agradecidos.
[7.190] Pero, cuando les dio uno bueno,
pusieron a Alá asociados en lo que Él les había dado. ¡Y Alá está por encima de lo
que Le asocian!
[7.191] ¿Le asocian dioses que no
crean nada -antes bien, ellos mismos han sido creados-
[7.192] y que no pueden ni auxiliarles a
ellos ni auxiliarse a sí mismos?
[7.193] Si les llamáis a la
Dirección, no os siguen. Les da lo
mismo que les llaméis o no.
[7.194] Aquéllos a quienes invocáis,
en lugar de invocar a Alá, son siervos como vosotros. ¡Invocadles, pues, y que os escuchen, si es
verdad lo que decís...!
[7.195] ¿Tienen pies para andar,
manos para asir, ojos para ver, oídos para oír? Di:
«¡Invocad a vuestros asociados y urdid algo contra mí! ¡No
me hagáis esperar!
[7.196] Mi amigo es Alá, Que ha
revelado la Escritura y Que elige a los justos como amigos.
[7.197] Y los que vosotros invocáis,
en lugar de invocarle a Él, no pueden auxiliaros a vosotros ni
auxiliarse a sí mismos».
[7.198] ¡Si les llamáis a la
Dirección, no oyen. Les ves que te
miran sin verte.
[7.199] ¡Sé indulgente, prescribe el
bien y apártate de los ignorantes!
[7.200] Si el Demonio te incita al mal,
busca refugio en Alá. Él todo lo
oye, todo lo sabe.
[7.201] Cuando los que temen a Alá
sufren una aparición del Demonio, se dejan amonestar y ven claro.
[7.202] A sus hermanos, en cambio,
persisten en mantenerles descarriados.
[7.203] Y si no les traes un signo, dicen:
«¡Cómo! ¿Por qué no te has escogido uno?» Di: «Yo no hago
más que seguir lo que mi Señor me revela».
Ésas son pruebas visibles de vuestro Señor, dirección y
misericordia para gente que cree.
[7.204] Y, cuando se recite el
Corán, ¡escuchadlo en silencio! Quizás así se os
tenga piedad.
[7.205] Invoca a tu Señor en tu
interior, humilde y temerosamente, a media voz, mañana y tarde, y no
seas de los despreocupados.
[7.206] Los que están junto a tu
Señor no tienen a menos servirle. Le
glorifican y se prosternan ante Él.
AL ANFAAL
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[8.1] Te preguntan por el botín. Di: «El botín pertenece a Alá y al
Enviado». ¡Temed, pues, a Alá!
¡Manteneos en paz! ¡Obedeced a Alá y a Su Enviado si sois
creyentes!
[8.2] Son creyentes sólo aquéllos
cuyos corazones tiemblan a la mención de Alá, que, cuando se les
recitan Sus aleyas, éstas aumentan su fe, que confían en su
Señor,
[8.3] que hacen la azalá y dan
limosna de lo que les hemos proveído.
[8.4] Éstos son los creyentes de
verdad. Gozarán de elevada
categoría junto a su Señor, de perdón y generoso sustento.
[8.5] Igual que algunos creyentes se
oponían cuando tu Señor te sacaba con razón de tu casa,
[8.6] así ahora disputan contigo
sobre la Verdad, luego de haberse ésta mostrado claramente, como si fueran
arrastrados a la muerte, conscientes de ello.
[8.7] Y cuando Alá os
prometió que uno de los dos grupos caería en vuestro poder y
deseasteis que fuera el inerme, cuando lo que Alá quería era
hacer triunfar la Verdad con Sus palabras y extirpar a los infieles,
[8.8] para hacer triunfar la Verdad y
aniquilar lo falso, a despecho de los pecadores.
[8.9] Cuando pedisteis auxilio a vuestro
Señor y Él os escuchó: «Os reforzaré con mil
ángeles uno tras otro».
[8.10] Alá no lo hizo sino como
buena nueva y para que se tranquilizaran vuestros corazones con ello. La victoria no viene sino de Alá. Alá es poderoso, sabio.
[8.11] Cuando hizo que os entrara
sueño, para daros sensación de seguridad venida de Él, e
hizo que bajara del cielo agua para purificaros con ella y alejar la mancha del
Demonio, para reanimaros y afirmar así vuestros pasos.
[8.12] Cuando vuestro Señor
inspiró a los ángeles: «Yo estoy con vosotros. ¡Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré
el terror en los corazones de quiens no crean.
¡Cortadles del cuello, pegadles en todos los dedos!»
[8.13] Es que se habían separado de
Alá y de Su Enviado... Y quien se
separa de Alá y de Su Enviado...
Alá castiga severamente.
[8.14] ¡Ahí tenéis!
¡Gustadlo! Y que los infieles tendrán el castigo del Fuego.
[8.15] ¡Creyentes! Cuando os
encontréis con los infieles marchando, ¡no les volváis la espalda!
[8.16] Quien ese día les vuelva la
espalda -a menos que sea que se destaque para acudir a otro combate o para
incorporarse a otra tropa- incurrirá en la ira de Alá y
tendrá la gehena por morada. ¡Qué
mal fin...!
[8.17] No erais vosotros quienes les
mataban, era Alá Quien les mataba.
Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Alá Quien tiraba,
para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Alá todo lo oye, todo lo sabe.
[8.18] ¡Ahí tenéis! Y que
Alá hará fracasar la artimaña de los infieles.
[8.19] «Si buscáis un fallo,
ahí lo tenéis. Más os
valdría renunciar a vuestra hostilidad.
Y, si reanudáis la lucha, Nosotros también la reanudaremos y vuestras
huestes no os servirán de nada, por numerosas que sean. ¡Alá está con los creyentes!»
[8.20] «¡Creyentes! ¡Obedeced
a Alá y a Su Enviado! ¡No le volváis la espalda mientras
oís...!»
[8.21] No hagáis como los que
dicen: «¡Ya hemos oído!», sin haber oído.
[8.22] Los seres peores, para Alá,
son los sordomudos, que no razonan.
[8.23] Si Alá hubiera reconocido en
ellos bien, les habría concedido la facultad de oír. Pero, aun así, habrían vuelto la
espalda y se habrían apartado.
[8.24] ¡Creyentes! ¡Escuchad a
Alá y al Enviado cuando éste os llama a algo que os da la vida!
¡Sabed que Alá se interpone entre el hombre y su corazón y
que seréis congregados hacia Él!
[8.25] ¡Guardaos de una
tentación que no alcanzará exclusivamente a aquéllos de vosotros
que sean impíos! ¡Sabed que Alá castiga severamente!
[8.26] ¡Y recordad cuando erais
pocos, oprimidos en el país, temerosos de que la gente os capturara!
Entonces, os procuró refugio, os fortaleció con Su auxilio y os
proveyó de cosas buenas. Quizás,
así, fuerais agradecidos.
[8.27] ¡Creyentes! ¡No
traicionéis a Alá y a Enviado! ¡No traicionéis, a sabiendas, la
confianza puesta en vosotros!
[8.28] Sabed que vuestra hacienda y
vuestros hijos constituyen una tentación, pero también que Alá
tiene junto a Sí una magnífica recompensa.
[8.29] ¡Creyentes! Si teméis a
Alá, Él os concederá un Criterio, borrará vuestras
malas obras y os perdonará. Alá
es el Dueño del favor inmenso.
[8.30] Y cuando los infieles intrigaban
contra ti para capturarte, matarte o expulsarte.
Intrigaban ellos e intrigaba Alá, pero Alá es el Mejor de los que
intrigan.
[8.31] Y cuando se les recitaban Nuestras
aleyas, decían: «¡Ya hemos oído! Si quisiéramos,
diríamos algo parecido. Éstas no
son sino patrañas de los antiguos».
[8.32] Y cuando decían:
«¡Alá! Si es esto la Verdad que de Ti procede, haz que nos lluevan
piedras del cielo o inflígenos un castigo doloroso».
[8.33] Pero Alá no les iba a
castigar estando tú en medio de ellos.
Alá no les iba a castigar mientras ellos pedían perdón.
[8.34] Y ¿por qué no va Alá
a castigarles, si apartan de la Mezquita Sagrada? Ni tampoco son amigos de
Él. Sólo son amigos Suyos los
que Le temen, pero la mayoría no saben.
[8.35] Su azalá en la Casa no
consiste más que en silbidos y palmas.
«¡Gustad, pues, el castigo merecido por no haber creído!»
[8.36] Los infieles gastan su hacienda en
desviar a otros del camino de Alá. La
gastarán y, después, se lamentarán.
Luego, serán vencidos. Y los infieles
serán congregados hacia la gehena.
[8.37] para que Alá distinga al
malo del bueno, coloque a los malos unos encima de otros, los amontone a todos
y los eche a la gehena. Ésos
serán los que pierdan.
[8.38] Di a los infieles que, si cesan, se
les perdonará lo pasado; pero que, si reinciden, seguirán la
suerte de los antiguos.
[8.39] Combatid contra ellos hasta que
dejen de induciros a apostatar y se rinda todo el culto a Alá. Si cesan, Alá ve bien lo que hacen.
[8.40] Y, si vuelven la espalda, sabed que
Alá es vuestro Protector. ¡Es un
protector excelente, un auxiliar excelente!