HUD
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[11.1] 'lr.
He aquí una Escritura cuyas aleyas han sido hechas unívocas y,
luego, explica das detalladamente, y que procede de Uno Que es sabio, Que
está bien informado.
[11.2] ¡Que no sirváis sino a
Alá! Yo soy para vosotros, de parte Suya, un monitor y nuncio de buenas
nuevas.
[11.3] Y ¡que pidáis
perdón a vuestro Señor y, luego, os volváis a Él!
Os permitirá, entonces, disfrutar bien por un tiempo determinado y
concederá Su favor a todo favorecido.
Pero, si volvéis la espalda, temo por vosotros el castigo de un día
terrible.
[11.4] Volveréis a Alá. Es omnipotente.
[11.5] Se repliegan en sí mismos
para sustraerse a Él. Aunque se cubran
con la ropa, Él sabe lo que ocultan y lo que manifiestan: sabe bien lo
que encierran los pechos.
[11.6] No hay bestia sobre la tierra a
cuyo sustento no provea Alá, Que conoce su madriguera y su
depósito: todo está en una Escritura clara.
[11.7] Él es Quien ha creado los
cielos y la tierra en seis días, teniendo Su Trono en el agua, para
probaros, para ver quién de vosotros es el que mejor se comporta. Si dices: «Seréis resucitados después de muertos»,
seguro que los infieles dicen: «Esto no es más que manifiesta magia».
[11.8] Si retrasamos su castigo hasta un
momento dado, seguro que dicen: «¿Qué es lo que lo impide ?» El
día que les llegue no se les alejará de él y se verán
cercados por aquello de que se burlaban.
[11.9] Si hacemos gustar al hombre una
misericordia venida de Nosotros y luego le privamos de ella, está
completamente desesperado, desagradecido.
[11.10] Si le hacemos gustar una dicha., luego de haber sufrido una desdicha, seguro que
dice: «¡Se han alejado de mí los males!» Sí, se regocija,
se ufana.
[11.11] En cambio, quienes sean pacientes y
obren bien, obtendrán perdón y una gran recompensa.
[11.12] Tú, quizás,
omitirías parte de lo que se te ha revelado -y te angustias por ello-
porque dicen: «¿Por qué no se le ha enviado abajo un tesoro o le ha
acompañado un ángel?» Pero tú no eres más que un
monitor. Y Alá vela por todo...
[11.13] O dicen: «Él lo ha
inventado». Di: «Si es verdad lo que
decís, ¡traed diez suras como él, inventadas, y llamad a quien
podáis, en lugar de llamar a Alá!»
[11.14] Y si no os escuchan, sabed que ha
sido revelado con la ciencia de Alá y que no hay más dios que
Él. ¿Os someteréis, pues, a
Él?
[11.15] A quienes hayan deseado la vida de
acá y su ornato, les remuneraremos en ella con arreglo a sus obras y no
serán defraudados en ella.
[11.16] Ésos son los que no
tendrán en la otra vida más que el Fuego.
Sus obras no fructificarán y será vano lo que hayan hecho.
[11.17] ¿Es que quien se basa en una
prueba clara venida de su Señor, recitada por un testigo de Éste...? Antes de él, laEscritura de Moisés
servía de guía y de misericordia.
Ésos creen en ella. Quien de los grupos
no cree en ella tiene el Fuego como lugar de cita.
Tú no dudes de ella. Es la Verdad
venida de tu Señor. Pero la
mayoría de los hombres no creen.
[11.18] ¿Hay alguien más
impío que quien inventa una mentira contra Alá? Esos tales
serán conducidos ante su Señor y los testigos dirán:
«Éstos son los que mintieron contra su Señor». ¡Sí! ¡Que la maldición
de Dios caiga sobre los impíos,
[11.19] que desvían a otros del
camino de Alá, deseando que sea tortuoso, y no creen en la otra vida!
[11.20] No pudieron escapar en la tierra ni
tuvieron, fuera de Alá, amigos. Se les
doblará el castigo. No podían
oír y no veían.
[11.21] Ésos son los que se han
perdido a sí mismos. Se han esfumado
sus invenciones...
[11.22] ¡En verdad, en la otra vida
serán los que más pierdan!
[11.23] Pero quienes crean, obren bien y se
muestren humildes para con su Señor, ésos morarán en el
Jardín eternamente.
[11.24] Estas dos clases de personas son
como uno ciego y sordo y otro que ve y oye.
¿Son similares? ¿Es que no os dejaréis amonestar?
[11.25] Y ya enviamos Noé a su pueblo: «Soy
para vosotros un monitor que habla claro:
[11.26] ¡No sirváis sino a
Alá! Temo por vosotros el castigo de un día doloroso».
[11.27] Los dignatarios de su pueblo, que
no creían, dijeron: «No vemos en ti más que un mortal como nosotros
y no vemos que nadie te siga sino la hez de nuestro pueblo, que lo hace
irreflexivamente. Ni vemos que gocéis de
ningún privilegio sobre nosotros. Antes
bien, creemos que mentís».
[11.28] Dijo: «¡Pueblo! ¿Qué
os parece? Si yo me baso en una prueba clara venida de mi Señor -que me
ha hecho objeto de una misericordia venida de Él-, y que vosotros, en
vuestra ceguera, no percibís, ¿deberemos imponérosla a despecho
vuestro?
[11.29] ¡Pueblo! No os pido hacienda
a cambio -mi salario incumbe sólo a Alá- y no voy a rechazar a
quienes creen. Sí, encontrarán a
su Señor. Pero veo que sois un pueblo
ignorante.
[11.30] ¡Pueblo! Si les rechazo,
¿quién me auxiliará contra Alá? ¿Es que no os
dejaréis amonestar?
[11.31] Yo no pretendo poseer los tesoros
de Alá, ni conozco lo oculto, ni pretendo ser un ángel. Yo no digo a los que vosotros despreciáis
que Alá no les reserva ningún bien.
Alá conoce bien sus pensamientos. Si
tal dijera, sería de los impíos».
[11.32] Dijeron: «¡Noé! No paras de
discutir con nosotros. ¡Tráenos,
pues, aquello con que nos amenazas, si es verdad lo que dices!»
[11.33] Dijo: «Sólo Alá
hará que se cumpla, si Él quiere, y no podréis escapar».
[11.34] «Si yo quisiera aconsejaros, mi
consejo no os serviría de nada si Alá quisiera descarriaros. Él es vuestro Señor y seréis
devueltos a Él».
[11.35] O dicen: «Él lo ha
inventado». Di:«Si yo lo he inventado,
¡caiga sobre mí mi pecado! Pero soy inocente de lo que me
imputáis».
[11.36] Y se reveló a Noé: «De tu
pueblo sólo creerán los que ya creían. ¡No te aflijas, pues, por lo que hicieren!
[11.37] ¡Construye la nave bajo
Nuestra mirada y según Nuestra inspiración y no me hables de los
que han obrado impíamente! ¡Van a ser anegados!»
[11.38] Y, mientras construía la
nave, siempre que pasaban por allí dignatarios de su pueblo se burlaban
de él. Decía: «Si os burláis de
nosotros, ya nos burlaremos de vosotros como os burláis.
[11.39] Veréis quién recibirá un
castigo humillante y sobre quién se abatirá un castigo permanente»
[11.40] Hasta que, cuando vino Nuestra
orden y el horno hirvió, dijimos: «Carga en ella a una pareja de cada
especie, a tu familia -salvo a aquél cuya suerte ha sido ya echada- y a los
creyentes»,. Pero no eran sino pocos los que
con él creían.
[11.41] Dijo: «¡Subid a ella!
¡Que navegue y llegue a buen puerto en el nombre de Alá! Mi
Señor es, ciertamente, indulgente, misericordioso».
[11.42] Y navegó con ellos entre
olas como montañas. Noé llamó a
su hijo, que se había quedado aparte: «¡Hijito! ¡Sube con
nosotros, no te quedes con los infieles!»
[11.43] Dijo: «Me refugiaré en una
montaña que me proteja del agua». Dijo:
«Hoy nadie encontrará protección contra la orden de Alá,
salvo aquél de quien Él se apiade». Se
interpusieron entre ambos las olas y fue de los que se ahogaron.
[11.44] Y se dijo: «¡Traga, tierra,
tu agua! ¡Escampa, cielo!», Y el agua fue absorbida, se cumplió la
orden y se posó en el Chudi. Y se dijo:
«¡Atrás el pueblo impío!»
[11.45] Noé invocó a su Señor
y dijo: «¡Señor! Mi hijo es de mi familia.
Lo que Tú prometes es verdad. Tú
eres Quien mejor decide».
[11.46] Dijo: «¡Noé! ¡Él
no es de tu familia! ¡Es un acto incorrecto! ¡No me pidas algo de
lo que no tienes conocimiento! Te prevengo: ¡no seas de los ignorantes!»
[11.47] Dijo: «¡Señor,
líbrame de pedirte algo de lo que no tengo conocimiento! Si Tú no
me perdonas y Te apiadas de mí, seré de los que están perdidos...»
[11.48] Se dijo: «¡Noé!
¡Desembarca con paz venida de Nosotros y con bendiciones sobre ti y las
comunidades que desciendan de quienes te acompañan. Hay comunidades a las que dejaremos que gocen por
breve tiempo. Luego, les castigaremos
severamente».
[11.49] Esto forma parte de las historias
referentes a lo oculto que Nosotros te revelamos.
No las conocías antes tú, ni tampoco tu pueblo. ¡Ten paciencia, pues! ¡El fin es para
los que temen a Alá!
[11.50] Y a los aditas su hermano Hud. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
No hacéis más que inventar.
[11.51] ¡ Pueblo! No os pido salario
a cambio. Mi salario incumbe sólo a
Aquél Que me ha creado. ¿Es que no
razonáis?
[11.52] Y, ¡pueblo!, ¡pedid
perdón a vuestro Señor y, luego, volveos a Él!
Enviará sobre vosotros del cielo una lluvia abundante y os
fortalecerá. ¡No volváis
la espalda como pecadores!»
[11.53] Dijeron: «¡Hud! ¡No nos
has traído ninguna prueba clara! ¡No vamos a dejar a nuestros
dioses porque tú lo digas! ¡No tenemos fe en ti!
[11.54] Lo único que decimos es que
uno de nuestros dioses te ha causado mal».
Dijo: «¡Pongo a Alá por testigo y sed vosotros también testigos de
que soy inocente de lo que vosotros asociáis
[11.55] en lugar de Él! ¡Urdid
algo todos contra mí y no me hagáis esperar!»
[11.56] Yo confío en Alá, mi
Señor y Señor vuestro. ¡No
hay ser que no dependa de Él! Mi Señor está en una
vía recta.
[11.57] Si volvéis la espalda... yo ya os he comunicado aquello con que he sido
enviado a vosotros. Mi Señor
hará que os suceda otro pueblo y no podréis hacerle ningún
daño. ¡Mi Señor todo lo
vigila!
[11.58] Cuando vino Nuestra orden, salvamos
por una misericordia venida de Nosotros a Hud y a los que con él creyeron y les
libramos de un duro castigo.
[11.59] Así eran los aditas. Negaron los signos de su Señor y
desobedecieron a Sus enviados, siguiendo, en cambio, las órdenes de todo
tirano desviado.
[11.60] En la vida de acá fueron
perseguidos por una maldición y también lo serán el día de
la Resurreción. ¡No! ¡Los
aditas no creyeron en su Señor! ¡Sí! ¡Atrás
los aditas, pueblo de Hud!
[11.61] Y a los tamudeos su hermano Salih. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
Él os ha creado de la tierra y os ha establecido en ella. ¡Pedidle perdón! Luego,
¡volveos a Él! Mi Señor está cerca, escucha».
[11.62] Dijeron: «¡Salih!
habíamos puesto en ti hasta ahora nuestra esperanza. ¿Nos prohíbes que sirvamos lo que
servían nuestros padres? Dudamos seriamente de aquello a que nos llamas».
[11.63] Dijo: «¡Pueblo! ¿Qué
os parece? Si yo me baso en una prueba clara venida de mi Señor, Que me
ha hecho objeto de una misericordia venida de Él, ¿quién me auxiliará
contra Alá si Le desobedezco? No haríais sino aumentar mi
perdición.
[11.64] Y, ¡pueblo!, ésa es la
camella de Alá, que seá signo para vosotros. ¡Dejadla que pazca en la tierra de
Alá y no le hagáis mal! Si no, os alcanzará pronto un
castigo».
[11.65] Pero la desjarretaron y dijo:
«¡Gozad aún de vuestros bienes durante tres días! Es una
amenaza que no dejará de cumplirse».
[11.66] Y, cuando vino Nuestra orden,
preservamos por una misericordia venida de Nosotros a Salih y a los que con él
creyeron del oprobio de aquel día. Tu
Señor es el Fuerte, el Poderoso.
[11.67] El Grito sorprendió a los
que habían sido impíos y amanecieron muertos en sus casas,
[11.68] como si no hubieran habitado en
ellas. ¡No! ¡Los tamudeos no
creyeron en su Señor! ¡Sí! ¡Atrás los
tamudeos!
[11.69] Y ya trajeron nuestros enviados la
buena nueva a Abraham. Dijeron: «¡Paz!»
Dijo: «¡Paz!» Y no tardó en traer un ternero asado.
[11.70] Y cuando vio que sus manos no lo
tocaban, sospechó de ellos y sintió temor de ellos. Dijeron: «¡No temas! Se nos ha enviado al
pueblo de Lot».
[11.71] Su mujer estaba presente y se
rió. Y le anunciamos la buena nueva de
Isaac y, después de la de Isaac, la de Jacob.
[11.72] Dijo ella: «¡Ay de mí!
¿Voy a dar a luz ahora que soy tan vieja y este mi marido» tan viejo?
¡Ciertamente, esto es algo asombroso!»
[11.73] «¿Te asombras de la orden de
Alá?» dijeron. «¡Que la
misericordia de Alá y Sus bendiciones sean sobre vosotros, gente de la
casa! ¡Es digno de ser alabado, glorificado!»
[11.74] Y cuando el temor de Abraham se
hubo desvanecido y recibió la buena noticia, se puso a discutir con
Nosotros sobre el pueblo de Lot.
[11.75] Abraham era, ciertamente, benigno,
tierno, estaba arrepentido.
[11.76] «¡Abraham! ¡Deja de
defenderles! ¡Ha llegado la orden de tu Señor y recibirán
un castigo ineludible!»
[11.77] Y cuando Nuestros enviados vinieron
a Lot, éste se afligió por ellos y se sintió impotente para
protegerles. Dijo: «¡Este es un
día terrible!»
[11.78] Su pueblo, que solía antes
cometer el mal, corrió a Lot, que dijo: «¡Pueblo!
¡Aquí tenéis a mis hijas. Son
más puras para vosotros. ¡Temed a
Alá y no me avergoncéis en mis huéspedes! ¿No hay entre vosotros
un hombre honrado?
[11.79] Dijeron: «Ya sabes que no tenemos
ningún derecho a tus hijas. Tú
ya sabes lo que queremos...»
[11.80] Dijo: «¡Ah! Si os pudiera... o si pudiera recurrir a un apoyo fuerte...»
[11.81] Dijeron: «¡Lot! ¡Somos
los enviados de tu Señor! ¡No se llegarán a ti!
¡Ponte en camino con tu familia durante la noche y que ninguno de
vosotros se vuelva! Tu mujer, sí que se volverá y le
alcanzará el mismo castigo que a ellos.
Esto les ocurrirá al alba. ¿No
está cercana el alba?»
[11.82] Y cuando vino Nuestra orden, la
volvimos de arriba abajo e hicimos llover sobre ella piedras de arcilla a
montones,
[11.83] marcadas junto a tu Señor. Y no está lejos de los impíos.
[11.84] Y a los madianitas su hermano Suayb. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
¡No defraudéis en la medida ni en el peso! Os veo en el bienestar, pero temo
por vosotros el castigo de un día de alcance universal.
[11.85] Y, ¡pueblo!, ¡dad la
medida y el peso equitativos! ¡No defraudéis a los demás en sus
bienes! ¡No obréis mal en la tierra corrompiendo!
[11.86] Lo que Alá os deja es mejor
para‚ vosotros, si es que sois creyentes. Y yo
no soy vuestro custodio»
[11.87] Dijeron: «¡Suayb!
¿Acaso te ordena tu religión que dejemos lo que nuestros padres
servían o que dejemos de utilizar libremente nuestra hacienda? Tú
eres, ciertamente, el benigno, el honrado».
[11.88] Dijo: «¡Pueblo! ¿Qué
os parece? Si yo me baso en una prueba clara venida de mi Señor y
Él me provee de un bello sustento venido de Él... Yo no pretendo contrariaros cuando os
prohíbo algo. No pretendo sino
reformaros en la medida de mis posibles. Mi
éxito no depende sino de Alá. En
Él confío y a Él me vuelvo arrepentido.
[11.89] Y ¡pueblo!, ¡que la
oposición a mí no os cause los mismos males que alcanzaron al
pueblo de Noé o al pueblo de Hud o al pueblo de Salih! Y el pueblo de Lot no
está lejos de vosotros.
[11.90] ¡Pedid perdón a
vuestro Señor! Luego, ¡volveos a Él Mi Señor es
misericordioso. lleno de amor».
[11.91] Dijeron: «¡Suayb! No
entendemos mucho de lo que dices. Entre
nosotros se te tiene por débil. Si no hubiera
sido por tu clan, te habríamos lapidado.
No nos impresionas».
[11.92] Dijo: «¡Pueblo! ¡Os
impresiona mi clan más que Alá, a Quien habéis pospuesto con
desprecio? Mi Señor abarca todo lo que hacéis.
[11.93] ¡Pueblo! ¡Obrad
según vuestra situación! Yo también obraré... Veréis quién va a recibir un castigo humillante y quién es el
que miente... ¡Vigilad! Yo también
vigilaré con vosotros».
[11.94] Cuando vino Nuestra orden, salvamos
por una misericordia venida de Nosotros a Suayb y a los que con él
creían. El Grito sorprendió a
los que habían sido impíos y amanecieron muertos en sus casas,
[11.95] como si no hubieran habitado en
ellas. ¡Sí! Atrás los
madianitas! como también se había dicho a los tamudeos.
[11.96] Y ya enviamos a Moisés con Nuestros
signos y con una autoridad manifiesta
[11.97] a Faraón y a sus dignatarios. Pero éstos siguieron la orden de Faraón. Y la orden de Faraón no era sensata.
[11.98] El día de la
Resurreción, precederá a su pueblo y le conducirá a beber
al Fuego. ¡Qué mal abrevadero...!
[11.99] En esta vida fueron perseguidos por
una maldición y lo serán también el día de la
Resurrección. ¡Qué mal regalo...!
[11.100] Te contamos estas cosas de las
ciudades: algunas de ellas están aún en pie, otras son rastrojo.
[11.101] No hemos sido Nosotros quienes han
sido injustos con sus habitantes, sino que ellos lo han sido consigo mismos. Sus dioses, a los que invocaban, en lugar de
invocar a Alá, no les sirvieron de nada cuando vino la orden de tu
Señor. No hicieron sino aumentar su
perdición.
[11.102] Así castiga tu Señor cuando
castiga las ciudades que son impías. Su
castigo es doloroso, severo.
[11.103] Ciertamente, hay en ello un signo
para quien teme el castigo de la otra vida.
Ése es un día en que todos los hombres serán congregados,
un día que todos presenciarán.
[11.104] No lo retrasaremos sino hasta el
plazo fijado.
[11.105] El día que esto ocurra nadie
hablará sino con Su permiso. De los
hombres, unos serán desgraciados, otros felices.
[11.106] Los desgraciados estarán en
el Fuego, gimiendo y bramando,
[11.107] eternamente, mientras duren los
cielos y la tierra, a menos que tu Señor disponga otra cosa. Tu Señor hace siempre lo que quiere.
[11.108] Los felices, en cambio,
estarán en el Jardín, eternamente, mientras duren los cielos y la
tierra, a menos que tu Señor disponga otra cosa.
Será un don ininterrumpido.
[11.109] No vivas con dudas respecto a lo
que sirven esas gentes. No sirven sino como
servían antes sus padres. Vamos a
darles, sin mengua, la parte que les corresponde.
[11.110] Y ya dimos a Moisés la Escritura,
pero discreparon acerca de ella y, si no llega a ser por una palabra previa de
tu Señor, ya se habría decidido entre ellos. Y ellos dudan seriamente de ella.
[11.111] Ciertamente, tu Señor
remunerará a todos sus obras sin falta.
Está bien informado de lo que hacen.
[11.112] Sé recto como se te ha ordenado y
lo mismo los que, contigo, se arrepientan.
¡No seáis rebeldes! Él ve bien lo que hacéis.
[11.113] ¡Y no os arriméis a los
impíos, no sea que el fuego os alcance! No tenéis, fuera de Alá
amigos. Luego, no seréis auxiliados.
[11.114] Haz la azalá en las dos
horas extremas del día y en las primeras de la noche. Las buenas obras disipan las malas. Ésta es una amonestación para los
que recuerdan.
[11.115] ¡Y ten paciencia! Alá
no deja de remunerar a quienes hacen el bien.
[11.116] Entre las generaciones que os
precedieron, ¿por qué no hubo gentes virtuosas que se opusieran a la
corrupción en la a tierra, salvo unos pocos que Nosotros salvamos,
mientras que los impíos persistían en el lujo en que vivían
y se hacían culpables?
[11.117] No iba tu Señor a destruir
las ciudades injustamente mientras sus poblaciones se portaban correctamente.
[11.118] Tu Señor, si hubiera
querido, habría hecho de los hombres una sola comunidad. Pero no cesan en sus discrepancias,
[11.119] salvo aquéllos que han sido objeto
de la misericordia de tu Señor, y por eso los ha creado. Se ha cumplido la palabra de tu Señor:
«¡He de llenar la gehena de genios y de hombres, de todos ellos!»
[11.120] Te contamos todo esto, sacado de
las historias de los enviados, para confirmar tu corazón. Así te llegan, con ellas, la Verdad, una
exhortación y una amonestación para los creyentes.
[11.121] Y di a los que no creen:
«¡Obrad según vuestra situación! Nosotros también obraremos....
[11.122] ¡Y esperad! ¡Nosotros
esperamos!»
[11.123] A Alá pertenece lo oculto de
los cielos y de la tierra. Él es el fin
de todo. ¡Sírvele!
¡Confía en Él! Tu Señor está atento a lo que
hacéis.