AL BAQARAH
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[2.1] `lm.
[2.2] Ésta es la Escritura, exenta
de dudas,
[2.3] que creen en lo oculto, hacen la
azalá y dan limosna de lo que les hemos proveído.
[2.4] creen en lo que se te ha revelado a
ti y antes de ti, y están convencidos de la otra vida.
[2.5] Ésos son los dirigidos por
su Señor y ésos los que prosperarán.
[2.6] Da lo mismo que adviertas o no a
los infieles: no creen.
[2.7] Alá ha sellado sus corazones
y oídos; una
[2.8] Hay entre los hombres quienes
dicen: «Creemos en Alá y en el último Día», pero no creen.
[2.9] Tratan de engañar a
Alá y a los que creen; pero, sin darse cuenta, sólo se
engañan a sí mismos.
[2.10] Sus corazones están enfermos
y Alá les ha agravado su enfermedad.
Tendrán un castigo doloroso por haber mentido.
[2.11] Cuando se les dice: «¡No
corrompáis en la tierra!», dicen: «Pero ¡si somos reformadores!»
[2.12] ¡No son ellos, en realidad, los
corruptores? Pero no se dan cuenta.
[2.13] Cuando se les dice: «¡Creed
como creen los demás!», dicen: «¿Es que vamos a creer como creen
los tontos?» Son ellos los tontos, pero no lo saben.
[2.14] Cuando encuentran a quienes creen,
dicen: «¡Creemos!» Pero, cuando están a solas con sus demonios,
dicen: «Estamos con vosotros, era sólo una broma».
[2.15] Alá les devolverá la
broma y les dejará que persistan en su rebeldía, errando ciegos.
[2.16] Ésos son los que han trocado
la Dirección por el extravío.
Por eso, su negocio no ha resultado lucrativo y no han sido bien dirigidos.
[2.17] Son como uno que alumbra un fuego. En cuanto éste ilumina lo que le rodea, Alá
se les lleva la luz y les deja en tinieblas: no ven.
[2.18] Son sordos, mudos, ciegos, no se
convierten.
[2.19] O como si viniera del cielo una
nube borrascosa, cargada de tinieblas, truenos y relámpagos. Se ponen los dedos en los oídos contra el
rayo, por temor a la muerte. Pero Alá
cerca a los infieles.
[2.20] El relámpago les arrebata
casi la vista. Cuando les ilumina, caminan a
su luz; pero, cuando les oscurece, se detienen.
Si Alá hubiera querido, les habría quitado el oído y la
vista. Alá es omnipotente.
[2.21] ¡Hombres! Servid a vuestro
Señor, Que os ha creado, a vosotros y a quienes os precedieron. Quizás, así, tengáis temor de
Él.
[2.22] Os ha hecho de la tierra lecho y
del cielo edificio. Ha hecho bajar agua del
cielo, mediante la cual ha sacado frutos para sustentaros. No atribuyáis iguales a Alá a
sabiendas.
[2.23] Si dudáis de lo que hemos revelado
a Nuestro siervo, traed una sura semejante y, si es verdad lo que decís,
llamad a vuestros testigos en lugar de llamar a Alá.
[2.24] Pero, si no lo hacéis -y nunca
podréis hacerlo-, guardaos del fuego cuyo combustible lo constituyen hombres y
piedras, y que ha sido preparado para los infieles.
[2.25] Anuncia la buena nueva a quienes
creen y obran bien: tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos. Siempre que se les dé como sustento algún
fruto de ellos, dirán: «Esto es igual que lo que se nos ha dado antes». Pero se les dará algo sólo parecido. Tendrán esposas purificadas y
estarán allí eternamente.
[2.26] Alá no se avergüenza de
proponer la parábola que sea, aunque se trate de un mosquito. Los que creen saben que es la Verdad, que viene de
su Señor. En cuanto a los que no creen,
dicen: «¿Qué es lo que se propone Alá con esta parábola?»
Así extravía Él a muchos y así también dirige a
muchos. Pero no extravía así
sino a los perversos.
[2.27] Quienes violan la alianza con
Alá después de haberla concluido, cortan los lazos que Alá ha
ordenado mantener y corrompen en la tierra, ésos son los que pierden.
[2.28] ¿Cómo podéis no creer
en Alá, siendo así que os dio la vida cuando aún no
existíais, que os hará morir y os volverá a la vida,
después de lo cual seréis devueltos a Él?
[2.29] Él es Quien creó para
vosotros cuanto hay en la tierra. Y
subió al cielo e hizo de él siete cielos.
Es omnisciente.
[2.30] Y cuando tu Señor dijo a los
ángeles: «Voy a poner un sucesor en la tierra».
Dijeron: «¿Vas a poner en ella a quien corrompa en ella y derrame
sangre, siendo así que nosotros celebramos Tu alabanza y proclamamos Tu
santidad?» Dijo: «Yo sé lo que vosotros no sabéis».
[2.31] Enseñó a Adán
los nombres de todos los seres y presentó éstos a los ángeles
diciendo: «Informadme de los nombres de éstos, si es verdad lo que
decís».
[2.32] Dijeron: «¡Gloria a Ti! No
sabemos más que lo que Tú nos has enseñado. Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el
Sabio».
[2.33] Dijo: «¡Adán!
¡Infórmales de sus nombres!» Cuando les informó de sus
nombres, dijo: «¿No os he dicho que conozco lo oculto de los cielos y de
la tierra y que sé lo que mostráis lo que ocultáis?»
[2.34] Y cuando dijimos a los
ángeles: «¡Prosternaos ante Adán!».
Se prosternaron, excepto Iblis. Se negó
y fue altivo: era de los infieles.
[2.35] Dijimos: «¡Adán!
¡Habita con tu esposa en el Jardín y comed de él cuanto y donde
queráis. pero no os acerquéis a este
árbol! Si no, seréis de los impíos».
[2.36] Pero el Demonio les hizo caer,
perdiéndolo, y les sacó del estado en que estaban. Y dijimos: «¡Descended! Seréis enemigos unos de otros. La tierra será por algún tiempo
vuestra morada y lugar de disfrute».
[2.37] Adán recibió palabras
de su Señor y Éste se volvió a él.
Él es el Indulgente, el Misericordioso.
[2.38] Dijimos: «¡Descended todos de
él! Si. pues, recibís de Mí una
dirección, quienes sigan Mi dirección no tendrán que. temer y no estarán tristes.
[2.39] Pero quienes no crean y desmientan
Nuestros signos, ésos morarán en el Fuego eternamente».
[2.40] ¡Hijos de Israel! Recordad la
gracia que os dispensé y sed fieles a la alianza que conmigo concluisteis. Entonces, Yo seré fiel a la que con vosotros
concluí. ¡Temedme, pues, a
Mí y sólo a Mí!
[2.41] ¡Creed en lo que he revelado
en confirmación de lo que habéis recibido! ¡No seáis los
primeros en no creer en ello, ni malvendáis Mis signos! ¡Temedme,
pues, a Mí. y sólo a Mí!
[2.42] ¡No disfracéis la Verdad de
falsedad, ni ocultéis la Verdad conociéndola!
[2.43] ¡Haced la azalá, dad
el azaque e inclinaos con los que se inclinan!
[2.44] ¿Mandáis a los
hombres que sean piadosos y os olvidáis de vosotros mismos siendo
así que leéis la Escritura? ¿Es que no tenéis entendimiento?
[2.45] ¡Buscad ayuda en la paciencia
y en la azalá! Sí, es algo difícil, pero no para los
humildes,
[2.46] que cuentan con encontrar a su
Señor y volver a Él.
[2.47] ¡Hijos de Israel! Recordad la
gracia que os dispensé y que os distinguí entre todos los pueblos.
[2.48] Temed un día en que nadie
pueda satisfacer nada por otro, ni se acepte la intercesión ajena,
compensación ni auxilio.
[2.49] Y cuando os salvamos de las gentes
de Faraón, que os sometían a duro castigo, degollando a vuestros
hijos varones y dejando con vida a vuestras mujeres.
Con esto os probó vuestro Señor duramente.
[2.50] Y cuando os separamos las aguas del
mar y os salvamos, anegando a las gentes de Faraón en vuestra presencia.
[2.51] Y cuando nos dimos cita con Moisés
durante cuarenta días. Luego, cuando se
fue, cogisteis el ternero, obrando impíamente.
[2.52] Luego, después de eso, os
perdonamos. Quizás, así, fuerais
agradecidos.
[2.53] Y cuando dimos a Moisés la
Escritura y el Criterio. Quizás,
así, fuerais bien dirigidos.
[2.54] Y cuando Moisés dijo a su pueblo:
¡Pueblo! Habéis sido injustos con vosotros mismos al coger el ternero. ¡Volveos a vuestro Creador y mataos unos a
otros.! Esto es mejor para vosotros a los ojos
de vuestro Creador. Así se
aplacará. Él es el Indulgente,
el Misericordioso».
[2.55] Y cuando dijisteis: «¡Moisés!
No creeremos en ti hasta que veamos a Alá claramente». Y el Rayo se os llevó, viéndolo vosotros
venir.
[2.56] Luego, os resucitamos después de
muertos. Quizás, así, fuerais
agradecidos.
[2.57] Hicimos que se os nublara y que
descendieran sobre vosotros el maná y las codornices: «¡Comed de
las cosas buenas de que os hemos proveído!» No fueron injustos con
Nosotros, sino que lo fueron consigo mismos.
[2.58] Y cuando dijimos: «¡Entrad en
esta ciudad, y comed donde y cuando queráis de lo que en ella haya!
¡Entrad por la puerta prosternándoos y decid
'¡Perdón!'» Os perdonaremos vuestros pecados y daremos más
a quienes hagan el bien.
[2.59] Pero los impíos cambiaron
por otras las palabras que se les habían dicho e hicimos bajar contra
los impíos un castigo del cielo por haber obrado perversamente.
[2.60] Y cuando Moisés pidió agua
para su pueblo. Dijimos: «¡Golpea la
roca con tu vara!» Y brotaron de ella doce manantiales.
Todos sabían de cuál debían beber.
«¡Comed y bebed del sustento de Alá y no obréis mal en la tierra
corrompiendo!»
[2.61] Y cuando dijisteis: «¡Moisés!
No podremos soportar una sola clase de alimento.
¡Pide a tu Señor de parte nuestra que nos saque algo de lo que la
tierra produce: verduras, pepinos, ajos, lentejas y cebollas!» Dijo:
«¿Vais a cambiar lo que es mejor por algo peor? ¡Bajad a Egipto y
hallaréis lo que pedís!» La humillación y la miseria se abatieron
sobre ellos e incurrieron en la ira de Alá.
Porque no habían prestado fe a los signos de Alá y habían dado
muerte a los profetas sin justificación.
Porque habían desobedecido y violado la ley.
[2.62] Los creyentes, los judíos,
los cristianos, los sabeos, quienes creen en Alá y en el último
Día y obran bien. ésos tienen su
recompensa junto a su Señor. No tienen
que temer y no estarán tristes.
[2.63] Y cuando concertamos un pacto con
vosotros y levantamos la montaña por encima de vosotros:
«¡Aferraos a lo que os hemos dado y recordad su contenido! Quizás,
así, seáis temerosos de Alá».
[2.64] Luego, después de eso, os
volvisteis atrás y, si no llega a ser por el favor de Alá en
vosotros y por Su misericordia, habriáis sido de los que pierden.
[2.65] Sabéis, ciertamente, quiénes de
vosotros violaron el sábado. Les
dijimos: «¡Convertíos en monos repugnantes!»
[2.66] E hicimos de ello un castigo
ejemplar para los contemporáneos y sus descendientes, una
exhortación para los temerosos de Alá.
[2.67] Y cuando Moisés dijo a su pueblo:
«Alá os ordena que sacrifiquéis una vaca».
Dijeron: «¿Nos tomas a burla?» Dijo: «¡Alá me libre de ser
de los ignorantes!»,
[2.68] Dijeron: «Pide a tu Señor de
nuestra parte que nos aclare cómo ha de ser ella». Dijo: «Dice que no es una vaca vieja ni joven, sino de edad
media. Haced, pues, como se os manda».
[2.69] Dijeron: «Pide a tu Señor de
nuestra parte que nos aclare de qué color ha de ser».
Dijo: «Dice que es una vaca amarilla de un amarillo intenso, que haga las
delicias de los que la miran».
[2.70] Dijeron: «Pide a tu Señor de
nuestra parte que nos aclare cómo es, pues todas las vacas nos parecen
iguales. Así.
si Alá quiere, seremos, ciertamente, bien dirigidos».
[2.71] Dijo: «Dice que es una vaca que no
ha sido empleada en el laboreo de la tierra ni en el riego del cultivo, sana,
sin tacha». Dijeron: «Ahora has dicho la
verdad». Y la sacrificaron, aunque poco
faltó para que no lo hicieran.
[2.72] Y cuando matasteis a un hombre y os
lo recriminasteis, pero Alá reveló lo que ocultabais.
[2.73] Entonces dijimos: «¡Golpeadlo
con un pedazo de ella!» Así Alá volverá los muertos a la
vida y os hará ver Sus signos.
Quizás, así, comprendáis.
[2.74] Luego, después de eso, se
endurecieron vuestros corazones y se pusieron como la piedra o aún
más duros. Hay piedras de las que
brotan arroyos, otras que se quiebran y se cuela el agua por ellas, otras que s
vienen abajo por miedo a Alá.
Alá está atento a lo que hacéis.
[2.75] ¿Cómo vais a anhelar
que os crean si algunos de los que escuchaban la Palabra de Alá la
alteraron a sabiendas, después de haberla comprendido?
[2.76] Y, cuando encuentran a quienes
creen, dicen: «¡Creemos!» Pero, cuando están a solas, dicen. «¿Vais a contarles lo que Alá os ha
revelado para que puedan esgrimirlo como argumento contra vosotros ante vuestro
Señor? ¿Es que no razonáis?»
[2.77] ¿No saben que Alá
conoce lo que ocultan y lo que manifiestan?
[2.78] Hay entre ellos gentiles que no
conocen la Escritura, sino fantasías y no hacen sino conjeturar.
[2.79] ¡Ay de aquéllos que escriben
la Escritura con sus manos y luego dicen: Esto viene de Alá, para,
luego, malvenderlo! ¡Ay de ellos por lo que sus manos han escrito!
¡Ay de ellos por lo que han cometido!
[2.80] Dicen: «El fuego no nos
tocará más que por días contados».
Di: «¿Os ha prometido algo Alá? Pues Alá no faltará
a Su promesa. ¿O es que decís
contra Alá lo que no sabéis?»
[2.81] ¡Pues sí! Quienes
hayan obrado mal y estén cercados por su pecado, ésos morarán en el
Fuego eternamente.
[2.82] Pero quienes hayan creído y
obrado bien, ésos morarán en el Jardín eternamente.
[2.83] Y cuando concertamos un pacto con
los hijos de Israel: «¡No sirváis sino a Alá! ¡Sed
buenos con vuestros padres y parientes, con los huérfanos y pobres, hablad bien
a todos, haced la azalá dad el azaque!» Luego, os desviasteis,
exceptuados unos pocos, y os alejasteis.
[2.84] Y cuando concertamos un pacto con
vosotros: «¡No derraméis vuestra sangre ni os expulséis de casa unos a
otros!» Lo aceptasteis, sois testigos.
[2.85] Pero sois vosotros los que os
matáis y expulsáis a algunos de los vuestros de sus casas,
haciendo causa común contra ellos con pecado y violación de la
ley. Y, si acuden a vosotros como cautivos,
los rescatáis. El haberlos expulsado
era ya ilícito. Entonces, ¿es
que creéis en parte de la Escritura y dejáis de creer en otra parte?
¿Qué merecen quienes de vosotros tal hacen sino la ignominia en la vid
de acá y ser enviados al castigo más duro el día de la
Resurrección? Alá está atento a lo que hacéis.
[2.86] Ésos son los que han
comprado la vida de acá a cambio de la otra.
No se les mitigará el castigo ni encontrarán quien les auxilie.
[2.87] Dimos a Moisés la Escritura y
mandamos enviados después de él. Dimos a
Jesús, hijo de María, las pruebas claras y le fortalecimos con el
Espíritu Santo. ¿Es que
tenías que mostraros altivos siempre que venía a vosotros un enviado
con algo que no deseabais? A unos les desmentisteis, a otros les disteis muerte.
[2.88] Dicen: «Nuestros corazones
están incircuncisos». ¡No!
Alá les ha maldecido por su incredulidad.
Es tan poco lo que creen...
[2.89] Y cuando les vino de Alá una
Escritura que confirmaba lo que ya tenían - antes, pedían un
fallo contra los que no creían -, cuando vino a ellos lo que ya
conocían, no le prestaron fe.
¡Que la maldición de Alá caiga sobre los infieles!
[2.90] ¡Qué mal negocio han hecho,
no creyendo en lo que Alá ha revelado, rebelados porque Alá
favoreció a quien Él quiso de Sus siervos, e incurriendo en Su
ira una y otra vez! Los infieles tendrán un castigo humillante.
[2.91] Y cuando se les dice: «¡Creed
en lo que Alá ha revelado!», dicen: «Creemos en lo que se nos ha
revelado». Pero no creen en lo que vino
después. que es la Verdad, en
confirmación de lo que ya tenían.
Di: «¿Por qué, pues, si erais creyentes, matasteis antes a los profetas
de Alá?»,
[2.92] Moisés os aportó pruebas
claras. pero, ido, cogisteis el ternero,
obrando impíamente.
[2.93] Y cuando concertamos un pacto con
vosotros y levantamos la montaña por encima de vosotros:
«¡Aferraos a lo que os hemos dado y escuchad!» Dijeron: «Oímos y
desobedecemos». Y, como castigo a su
incredulidad, quedó empapado su corazón del amor al ternero. Di: «Si sois creyentes, malo es lo que vuestra fe
os ordena».
[2.94] Di: «Si se os reserva la Morada
Postrera junto a Alá, con exclusión de otras gentes. entonces ¡desead la muerte. si sois consecuentes!»
[2.95] Pero nunca la desearán por
lo que sus manos han cometido. Alá
conoce bien a los impíos.
[2.96] Verás que son los más
ávidos de vivir, más aún que los asociadores. Hay entre ellos quien desearía vivir mil
años, pero eso no le libraría del castigo.
Alá ve bien o que hacen.
[2.97] Di: «Si hay alguien enemigo de
Gabriel -él es quien. autorizado por
Alá. lo reveló a tu
corazón, en confirmación de los mensajes anteriores, como
dirección y buena nueva para los creyentes-,
[2.98] si hay alguien enemigo de
Alá, de Sus ángeles, de Sus enviados, de Gabriel y de Miguel,
Alá, a Su vez, es enemigo de los infieles».
[2.99] Te hemos revelado, en verdad,
signos claros y sólo los perversos pueden negarlos.
[2.100] ¿Es que siempre que
conciertan una alianza van algunos de ellos a rechazarla? No, la mayoría
no creen.
[2.101] Y, cuando viene a ellos un Enviado
mandado por Alá, que confirma lo que han recibido, algunos de aquéllos a
quienes se había dado la Escritura se echan la Escritura de Alá a
la espalda, como si no supieran nada.
[2.102] Han seguido lo que los demonios
contaban bajo el dominio de Salomón.
Salomón no dejó de creer, pero los demonios sí,
enseñando a los hombres la magia y lo que se había revelado a los
os ángeles, Harut y Marut, en Babel. Y
éstos no enseñaban a nadie, que no dijeran que sólo eran una
tentación y que, por tanto, no debía dejar de creer. Aprendieron de ellos cómo dividir a un
hombre de su esposa. Y con ello no
dañaban a nadie sino autorizados por Alá.
Aprendieron lo que les dañaba y no les aprovechaba, sabiendo bien que
quien adquiría eso no iba a tener parte en la otra vida. ¡Qué mal negocio han hecho! Si supieran...
[2.103] Si hubieran creído y temido
a Alá, la recompensa de Éste habría sido mejor. Si supieran...
[2.104] ¡Creyentes! ¡No
digáis: «¡Raina!», sino «¡Unzurna!» y escuchad! los infieles
tendrán un castigo doloroso.
[2.105] Los que no creen, tanto gente de la
Escritura como asociadores, no desearían que vuestro Señor os
enviara bien alguno. Pero Alá
particulariza con Su misericordia a quien Él quiere. Alá es el Dueño del favor inmenso.
[2.106] Si abrogamos una aleya o provocamos
su olvido, aportamos otra mejor o semejante.
¿No sabes que Alá es omnipotente?
[2.107] ¿No sabes que el dominio de
los cielos y de la tierra es de Alá y que no tenéis. fuera de Alá, amigo ni auxiliar?
[2.108] ¿O preferís pedir a
vuestro Enviado, como fue Moisés pedido antes? Quien cambie la fe por la
incredulidad se ha extraviado del camino recto.
[2.109] A muchos de la gente de la
Escritura les gustaría hacer de vosotros infieles después de haber sido
creyentes, por envidia, después de habérseles manifestado la Verdad. Vosotros, empero, perdonad y olvidad hasta que
venga Alá con su orden. Alá es
omnipotente.
[2.110] Haced la azalá y dad el
azaque. El bien que hagáis como
anticipo a vosotros mismos, volveréis a encontrarlo junto a Alá. Alá ve bien lo que hacéis.
[2.111] Y dicen: «Nadie entrará en
el Jardín sino los judíos o los cristianos.» Ésos son sus anhelos.
Di: «¡Aportad vuestra prueba, si es verdad lo que decís!»
[2.112] ¡Pues si! Quien se someta a
Alá y haga el bien, tendrá su recompensa junto a su Señor. No tiene que temer y no estará triste.
[2.113] Los judíos dicen: «Los
cristianos carecen de base», y los cristianos dicen: «Los judíos carecen
de base», siendo así que leen la Escritura.
Lo mismo dicen quienes no saben. Alá
decidirá entre ellos el día de la Resurrección sobre
aquello en que discrepaban.
[2.114] ¿Hay alguien que sea
más impío que quien impide que se mencione Su nombre en las mezquitas
de Alá y se empeña en arruinarlas? Hombres así no deben
entrar en ellas sino con temor. ¡Que
,¿ sufran ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la
otra!
[2.115] De Alá son el Oriente y el
Occidente. Adondequiera que os volváis,
allí está la faz de Alá.
Alá es inmenso, omnisciente.
[2.116] Dicen: «Alá ha adoptado un
hijo». ¡Gloria a Él! ¡No!
Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra.
Todo Le obedece.
[2.117] Es el Creador de los cielos y de la
tierra. Y cuando decide algo, le dice tan
sólo: «¡Sé!» y es.
[2.118] Los que no saben dicen:
«¿Por qué Alá no nos habla o nos viene un signo?» Lo mismo
decían sus antecesores. Sus corazones
son iguales. En verdad, hemos aclarado los
signos a gente que está convencida.
[2.119] Te hemos enviado con la Verdad como
nuncio de buenas nuevas y como monitor, y no tendrás que responder de
los condenados al fuego de la gehena.
[2.120] Ni los judíos ni los
cristianos estarán satisfechos de ti mientras no sigas su
religión. Di: «La dirección de
Alá es la Dirección».
Ciertamente, si sigues sus pasiones después e haber sabido tú lo que has
sabido. no tendrás amigo ni auxiliar
frente a Alá.
[2.121] Aquéllos a quienes hemos dado la
Escritura y la leen como debe ser leída.
creen en ella. Quienes, en cambio, no creen en
ella, ésos son los que pierden.
[2.122] ¡Hijos de Israel! Recordad la
gracia que os dispensé y que os distinguí entre todos los pueblos.
[2.123] Temed un día en que nadie
pueda satisfacer nada por otro, ni se acepte ninguna compensación ni aproveche
ninguna intercesión. ni sea posible
auxilio alguno.
[2.124] Y cuando su Señor
probó a Abraham con ciertas órdenes.
Al cumplirlas, dijo: «Haré de ti guía para los hombres». Dijo: «¿Y de mi descendencia?» Dijo:
"Mi alianza no incluye a los impíos».
[2.125] Y cuando hicimos de la Casa lugar
de reunión y de refugio para los hombres.
Y: «¡Haced del lugar de Abraham un oratorio!» Y concertamos una alianza
con Abraham e Ismael: que purificaran Mi Casa para los que dieran las vueltas,
para los que acudieran a hacer un retiro, a inclinarse y a prosternarse.
[2.126] Y cuando Abraham dijo:
«¡Señor! Haz de ésta una ciudad segura y provee de frutos a su
población, a aquéllos que crean en Alá y en el último
Día». Dijo: «A quienes no crean, es
dejaré que gocen por breve tiempo. Luego. les arrastraré al castigo del Fuego. ¡Qué mal fin...!»
[2.127] Y cuando Abraham e Ismael
levantaban los cimientos de la Casa: «¡Señor, acéptanoslo!
¡Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe!
[2.128] ¡Y haz, Señor, que nos
sometamos a Ti, haz de nuestra descendencia una comunidad sumisa a Ti,
muéstranos nuestros ritos y vuélvete a nosotros! ¡Tú eres,
ciertamente, el Indulgente, el Misericordioso!
[2.129] ¡Señor! Suscita entre
ellos a un Enviado de su estirpe que les recite Tus aleyas y les enseñe
la Escritura y la Sabiduría les purifique! Tú eres, ciertamente,
el Poderoso, el Sabio».
[2.130] ¿Quién sino el necio de
espíritu puede sentir aversión a la religión de Abraham?
Le elegimos en la vida de acá y en la otra vida es, ciertamente, de los
justos.
[2.131] Cuando su Señor le dijo:
«¡Sométete!». Dijo: «Me someto al
Señor del universo».
[2.132] Abraham ordenó hacer lo
mismo a sus hijos varones, y también Jacob: «¡Hijos míos!
Alá os ha escogido esta religión.
Así, pues, no muráis sino sometidos a Él».
[2.133] ¿Fuisteis, acaso, testigos
de lo que dijo Jacob a sus hijos varones cuando iba a morir. «¿A quién serviréis cuando yo ya no esté?»
Dijeron: «Serviremos a tu Dios, el Dios de tus padres Abraham, Ismael e Isaac,
como a un Dios Uno. Nos sometemos a Él».
[2.134] Ésa es una comunidad ya
desaparecida. Ha recibido lo que
merecía, como vosotros recibiréis lo que merezcáis. No tendréis que responder de lo que ellos
hacían.
[2.135] Dicen: «Si sois judíos o
cristianos, estáis en la vía recta».
Di: «No, antes bien la religión de Abraham, que fue hanif y no
asociador».
[2.136] Decid: «Creemos en Alá y en
lo que se nos ha revelado, en lo que se reveló a Abraham, Ismael, Isaac,
Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas recibieron de
su Señor. No hacemos distinción
entre ninguno de ellos y nos sometemos a É1».
[2.137] Así, pues, si creen en lo
mismo que vosotros creéis, estarán en la vía recta. Pero si se desvían, estarán entonces
en oposición. Alá te
bastará contra ellos. Él e Quien
todo lo oye. Quien todo lo sabe».
[2.138] ¡Tinte de Alá! Y
¿Quién puede teñir mejor que Alá? Somos Sus servidores.
[2.139] Di: «¿Vais a discutir con
nosotros sobre Alá. siendo así
que Él es nuestro Señor y Señor vuestro? Nosotros
respondemos de nuestras obras y vosotros de las vuestras. Y Le servimos sinceramente.
[2.140] ¿O diréis que Abraham,
Ismael, Isaac, Jacob y las tribus fueron judíos o cristianos?» Di:
«¿Quién sabe más? ¿Vosotros o Alá? ¿Hay
alguien que sea más impío que quien oculta un testimonio que ha
recibido de Alá? Alá está atento a lo que hacéis».
[2.141] Ésa es una comunidad ya
desaparecida. Ha recibido lo que
merecía como vosotros recibiréis lo que merezcáis. No tendréis que responder de lo que ellos
hacían.
[2.142] Los necios de entre los hombres
dirán: «Qué es lo que les ha inducido a abandonar la alquibla hacia la
que se orientaban?» Di: «De Alá son el Oriente y el Occidente. Dirige a quien Él quiere a una vía
recta».
[2.143] Hemos hecho así de vosotros
un comunidad moderada, para que seáis testigos de los hombres y para que
el Enviado sea testigo de vosotros. No pusimos
la alquibla hacia la que antes te orientabas sino para distinguir a quien
seguía al Enviado de quien le daba la espalda.
Ciertamente, es cosa grave, pero no para aquéllos a quienes Alá dirige. Alá no va a dejar que se pierda vuestra fe. Alá es manso para con los hombres,
misericordioso.
[2.144] Vemos cómo vuelves tu rostro
al cielo. Haremos, pues, que te vuelvas hacia
una dirección que te satisfaga. Vuelve
tu rostro hacia la Mezquita Sagrada.
Dondequiera que estéis, volved vuestro rostro hacia ella. Aquéllos que han recibido la Escritura saben bien que es la
Verdad que viene de su Señor.
Alá está atento a lo que hacen.
[2.145] Aun si aportas toda clase de signos
a quienes han recibido la Escritura., no
siguen tu alquibla, ni tú debes seguir la suya, ni siguen unos la
alquibla de otros. Y, si sigues sus pasiones,
después de haber sabido tú lo que has sabido, entonces, serás de
los impíos.
[2.146] Aquéllos a quienes hemos dado la
Escritura la conocen como conocen a sus propios hijos varones. Pero algunos de ellos ocultan la Verdad a
sabiendas.
[2.147] La Verdad viene de tu Señor. ¡No seas, pues, de los que dudan!
[2.148] Todos tienen una dirección
adonde volverse. ¡Rivalizad en buenas
obras! Dondequiera que os encontréis, Alá os juntará. Alá es omnipotente.
[2.149] Vengas de donde vengas, vuelve tu
rostro hacia la Mezquita Sagrada. Ésta
es la Verdad que viene de tu Señor.
Alá está atento a lo que hacéis.
[2.150] Vengas de donde vengas. vuelve tu rostro hacia la Mezquita Sagrada. Estéis donde estéis, volved vuestros rostros hacia
ella, de modo que nadie, excepto los que hayan obrado impíamente, puedan
alegar nada contra vosotros. Y no les
tengáis miedo a ellos, sino a Mí.
Así completaré Mi gracia en vosotros. Y
quizás. así, seáis bien
dirigidos.
[2.151] Igual que os hemos mandado un
Enviado de entre vosotros para que os recite Nuestras aleyas, para que os
purifique, para que os enseñe la Escritura y la Sabiduría, para
que os enseñe lo que no sabíais.
[2.152] ¡Acordaos de Mí, que
Yo Me acordaré de vosotros! ¡Dadme las gracias y no Me seáis
desagradecidos!
[2.153] ¡Vosotros, los que creéis,
buscad ayuda en la paciencia y en la azalá! Alá está con
los pacientes.
[2.154] ¡Y no digáis de
quienes han caído por Alá que han muerto! No, sino que viven. Pero no os dais cuenta...
[2.155] Vamos a probaros con algo de miedo,
de hambre, de pérdida de vuestra hacienda, de vuestra vida, de vuestros frutos. Pero ¡anuncia buenas nuevas a los que tienen
paciencia.
[2.156] que, cuando les acaece una
desgracia, dicen: «Somos de Alá y a Él volvemos»!
[2.157] Ellos reciben las bendiciones y la
misericordia de su Señor. Ellos son los
que están en la buena dirección.
[2.158] Safa y Marwa figuran entre los
ritos prescritos por Alá. Por eso,
quien hace la peregrinación mayor a la Casa o la menor, no hace mal en
dar las vueltas alrededor de ambas. Y si uno
hace el bien espontáneamente, Alá es agradecido, omnisciente.
[2.159] Quienes ocultan las pruebas claras
y la Dirección que hemos revelado, después de habérselo Nosotros
aclarado a los hombres en la Escritura, incurren en la maldición de
Alá y de los hombres.
[2.160] Pero aquéllos que se arrepientan y
se enmienden y aclaren, a ésos Me volveré. Yo
soy el Indulgente, el Misericordioso.
[2.161] Los que no crean y mueran siendo
infieles, incurrirán en la maldición de Alá. de los ángeles y de los hombres, en la de
todos ellos.
[2.162] Eternos en ella, no se les
mitigará el castigo, ni les será dado esperar.
[2.163] Vuestro Dios es un Dios Uno. No hay más dios que Él, el
Compasivo, el Misericordioso.
[2.164] En la creación de los cielos
y de la tierra, en la sucesión de la noche y el día, en las naves
que surcan el mar con lo que aprovecha a los hombres, en el agua que Alá
hace bajar del cielo, vivificando con ella la tierra después de muerta,
diseminando por ella toda clase de bestias, en la variación de los
vientos, en las nubes, sujetas entre el cielo y la tierra, hay, ciertamente,
signos para gente que razona.
[2.165] Hay hombres que, fuera de
Alá, toman a otros que equiparan a Él y les aman como se ama a
Alá. Pero los creyentes aman a
Alá con un amor más fuerte. Si
vieran los impíos, cuando vean e castigo, que la fuerza es toda de
Alá y que Alá castiga severamente...
[2.166] Cuando los corifeos se declaren
irresponsables de sus secuaces, vean el castigo y se rompan los lazos que les
unían...
[2.167] Los secuaces dicen: «Si pudiéramos
volver, nos declararíamos irresponsables de ellos, como ellos se han
declarado de nosotros». Así Alá
les mostrará sus obras para pesar de ellos.
¡Nunca saldrán del Fuego!
[2.168] ¡Hombres! ¡Comed de los
alimentos lícitos y buenos que hay en la tierra y no sigáis los
pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado.
[2.169] Os ordena lo malo y lo deshonesto y
que digáis contra Alá lo que no sabéis.
[2.170] Y cuando se les dice:
«¡Seguid lo que Alá ha revelado!», dicen: «¡No! Seguiremos
las tradiciones de nuestros padres». Pero
¿y si sus padres eran incapaces de razonar y no estaban bien dirigidos?
[2.171] Los incrédulos son como cuando uno
grita al ganado, que no percibe más que una llamada, un grito: son
sordos, mudos, ciegos, no razonan.
[2.172] ¡Creyentes! ¡Comed de
las cosas buenas de que os hemos proveído y dad gracias a Alá, si
es a Él solo a Quien servís!
[2.173] Os ha prohibido sólo la
carne mortecina, la sangre. la carne de cerdo
y la de todo animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente del de
Alá. Pero si alguien se ve compelido
por la necesidad -no por deseo ni por afán de contravenirno peca. Alá es indulgente, misericordioso.
[2.174] Quienes ocultan algo de la
Escritura que Alá ha revelado y lo malvenden, sólo fuego
ingerirán en sus entrañas y Alá no les dirigirá la
palabra el día de la Resurrección ni les declarará puros. Tendrán un castigo doloroso.
[2.175] Ésos son los que han trocado
la Dirección por el extravío. el
perdón por el castigo.
¿Cómo pueden permanecer imperturbables ante el Fuego?
[2.176] Esto es así porque
Alá ha revelado la Escritura con la Verdad.
Y quienes discrepan sobre la Escritura están en marcada oposición.
[2.177] La piedad no estriba en que
volváis vuestro rostro hacia el Oriente o hacia el Occidente, sino en
creer en Alá y en el último Día, en los ángeles, en
la Escritura y en los profetas, en dar de la hacienda.
por mucho amor que se le tenga, a los parientes, huérfanos, necesitados,
viajero, mendigos y esclavos, en hacer la azalá y dar el azaque, en
cumplir con los compromisos contraídos, en ser pacientes en el
infortunio, en la aflicción y en tiempo de peligro. ¡Ésos son los hombres sinceros, ésos
los temerosos de Alá!
[2.178] ¡Creyentes! Se os ha
prescrito la ley del talión en casos de homicidio: libre por libre,
esclavo por esclavo, hembra por hembra. Pero,
si a alguien le rebaja su hermano la pena, que la demanda sea conforme al uso
la indemnización apropiada. Esto es un
alivio por parte de vuestro Señor, una misericordia. Quien, después de esto.
viole la ley, tendrá un castigo doloroso.
[2.179] En la ley del talión tenéis
vida, ¡hombres de intelecto! Quizás, así, temáis a
Alá.
[2.180] Se os ha prescrito que, cuando uno
de vosotros vea que va a morir dejando bienes, haga testamento en favor de sus padres
y parientes más cercanos conforme al uso.
Esto constituye un deber para los temerosos de Alá.
[2.181] Si alguien lo cambia luego de
haberlo oído, pecará sólo el que lo cambie. Alá todo lo oye, todo lo sabe.
[2.182] Pero, si alguien teme una injusticia
o ilegalidad por parte del testador y consigue un arreglo entre los herederos,
no peca. Alá es indulgente,
misericordioso.
[2.183] ¡Creyentes!; Se os ha
prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, temáis a
Alá.
[2.184] Días contados. Y quien de vosotros esté enfermo o de viaje, un
número igual de días. Y los que,
pudiendo, no ayunen podrán redimirse dando de comer a un pobre. Y, si uno hace el bien espontáneamente,
tanto mejor para él. Pero os conviene
más ayunar. Si supierais...
[2.185] Es el mes de ramadán, en que
fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como
pruebas claras de la Dirección y del Criterio.
Y quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él. Y quien esté enfermo o de viaje, un número
igual de días. Alá quiere
hacéroslo fácil y no difícil.
¡Completad el número señalado de días y ensalzad a
Alá por haberos dirigido! Quizás, así seáis
agradecidos.
[2.186] Cuando Mis siervos te pregunten por
Mí, estoy cerca y respondo a la oración de quien invoca cuando Me
invoca. ¡Que Me escuchen y crean en
Mí! Quizás, así, sean bien dirigidos.
[2.187] Durante el mes del ayuno os es
lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura para
vosotros y vosotros lo sois para ellas.
Alá sabe que os engañabais a vosotros mismos. Se ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ahora, pues, yaced con ellas y buscad lo que
Alá os ha prescrito. Comed y bebed
hasta que, a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la
caída de la noche. Y no las toquéis
mientras estéis de retiro en la mezquita.
Éstas son las leyes de Alá, no os acerquéis a ellas. Así explica Alá Sus aleyas a los
hombres. Quizás, así, Le teman.
[2.188] No os devoréis la hacienda injustamente
unos a otros. No sobornéis con ella a los
jueces para devorar una parte de la hacienda ajena injusta y deliberadamente.
[2.189] Te preguntan acerca de los
novilunios. Di: «Son indicaciones que sirven a
los hombres para fijar la época de la peregrinación». La piedad no estriba en que entréis en casa por
detrás. sino en que temáis a
Alá. ¡Entrad en casa por la
puerta y temed a Alá! Quizás, así prosperéis.
[2.190] Combatid por Alá contra
quienes combatan contra vosotros, pero no os excedáis. Alá no ama a los que se exceden.
[2.191] Matadles donde deis con ellos, y
expulsadles de donde os hayan expulsado.
Tentar es más grave que matar. No
combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada, a no ser que os
ataquen allí. Así que, si
combaten contra vosotros, matadles: ésa es la retribución de los
infieles.
[2.192] Pero, si cesan, Alá es
indulgente, misericordioso.
[2.193] Combatid contra ellos hasta que
dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que
contra los impíos.
[2.194] El mes sagrado por el mes sagrado. Las cosas sagradas caen bajo la ley del
talión. Si alguien os agrediera,
agredidle en la medida que os agredió.
Temed a Alá y sabed que Él está con los que Él
temen.
[2.195] Gastad por la causa de Alá y
no os entreguéis a la perdición. Haced
el bien. Alá ama a quienes hacen el
bien.
[2.196] Llevad a cabo la
peregrinación mayor y la menor por Alá.
Pero, si os veis impedidos, ofreced una víctima conforme a vuestros
medios. No os afeitéis la cabeza hasta que la
víctima llegue al lugar del sacrificio.
Si uno de vosotros está enfermo o tiene una dolencia en la cabeza, puede
redimirse ayunando, dando limosna u ofreciendo un sacrificio. Cuando estéis en seguridad, quien aproveche para
hacer la peregrinación menor, mientras llega el tiempo de la mayor, que
ofrezca una víctima según sus posibilidades. Pero, si no encuentra qué ofrecer, deberá
ayunar tres días durante la peregrinación mayor y siete a su
regreso, esto es, diez completos. Esto
atañe a aquél cuya familia no reside en las cercanías de la
Mezquita Sagrada. ¡Temed a Alá!
¡Sabed que Alá es severo en castigar!
[2.197] Ya se sabe cuáles son los
meses de la peregrinación. Quien decida
hacerla en esos meses se abstendrá durante la peregrinación de
comercio carnal, de cometer actos impíos y de discutir. Alá conoce el bien que hacéis. ¡Aprovisionaos! La mejor provisión es
el temor de Alá...¡Temedme, pues,
hombres de intelecto!
[2.198] No hacéis mal, si buscáis
favor de vuestro Señor. Cuando os
lancéis desde Arafat, ¡recordad a Alá junto al Monumento Sagrado!
Recordadle... cómo os ha dirigido... cuando erais, ates, de los extraviados.
[2.199] ¡Haced, luego, como los
demás y pedid perdón a Alá! Alá es indulgente,
misericordioso.
[2.200] Cuando hayáis cumplido vuestros
ritos, ¡recordad a Alá como recordáis a vuestros
antepasados o con más fervor aún! Hay entre los hombres quienes
dicen: «¡Señor! ¡Danos n la vida de acá!» Ésos
no tendrán parte en la otra vida.
[2.201] Otros dicen: «¡Señor!
¡Danos bien en la vida de acá y en la otra y presérvanos del
castigo del Fuego!»
[2.202] Ésos tendrán parte
según sus méritos. Alá es
rápido en ajustar cuentas...
[2.203] ¡Recordad a Alá en
días determinados! Quien los reduzca a dos días no hace mal; como
tampoco quien se demore, si es que teme a Alá.
¡Temed a Alá! ¡Sabed que seréis congregados hacia Él!
[2.204] Hay entre los hombres alguno cuya
manera de hablar sobre la vida de acá te gusta, que toma a Alá
por testigo de lo que su corazón encierra.
Es un fogoso discutidor.
[2.205] Pero, apenas te vuelve la espalda,
se esfuerza por corromper en el país y destruir las cosechas y el ganado. Alá no ama la corrupción.
[2.206] Y.
cuando se le dice: «¡Teme a Alá!», se apodera de él un orgullo
criminal. Tendrá la gehena como
retribución. ¡Qué mal lecho...!
[2.207] Hay entre los hombres quien se
sacrifica por deseo de agradar a Alá.
Alá es manso con Sus siervos.
[2.208] ¡Creyentes! ¡Entrad
todos en la Paz y no sigáis los pasos del Demonio! Es para vosotros un
enemigo declarado.
[2.209] Pero si, después de haber recibido
las pruebas claras, cometéis un desliz, sabed que Alá es poderoso, sabio.
[2.210] ¿Qué esperan sino que
Alá y los ángeles vengan a ellos en un nublado? La cosa
está ya decidida. Todo será
devuelto a Alá.
[2.211] Pregunta a los Hijos de Israel
cuántos signos claros les dimos. Si
uno, después de recibir la gracia de Alá, la cambia... Alá es severo en castigar.
[2.212] La vida de acá ha sido
engalanada a los ojos de los infieles, que se burlan de los que creen. Pero los temerosos de Alá estarán
por encima de ellos el día de la Resurrección. Y Alá provee sin medida a quien Él
quiere.
[2.213] La Humanidad constituía una
sola comunidad. Alá suscitó
profetas portadores de buenas nuevas, que advertían, y reveló por
su medio la Escritura con la Verdad para que decida entre los hombres sobre
aquello en que discrepaban. Sólo
aquéllos a quienes se les había dado discreparon sobre ella, a pesar de
las pruebas claras recibidas, y eso por rebeldía mutua. Alá quiso dirigir a los creyentes hacia la
Verdad, sobre la que los otros discrepaban.
Alá dirige a quien Él quiere a una vía recta.
[2.214] ¿O creéis que vais a entrar
en el Jardín antes de pasar por lo mismo que pasaron quienes os
precedieron? Sufrieron el infortunio y la tribulación y una conmoción
tal que el Enviado y los que con él creían dijeron:
«¿Cuándo vendrá el auxilio de Alá?» Sí, el
auxilio de Alá está cerca.
[2.215] Te preguntan qué deben gastar. Di «Los bienes que gastéis, que sean para los
padres, los parientes más cercanos, los huérfanos, los necesitados y el
viajero». Alá conoce perfectamente el
bien que hacéis.
[2.216] Se os ha prescrito que
combatáis, aunque os disguste. Puede
que os disguste algo que os conviene y améis algo que no os conviene. Alá sabe, mientras que vosotros no sabéis.
[2.217] Te preguntan si está
permitido combatir en el mes sagrado. Di:
«Combatir en ese mes es pecado grave. Pero
apartar del camino de Alá -y negarle- y de la Mezquita Sagrada y
expulsar de ella a la gente es aún más grave para Alá,
así como tentar es más grave que matar».
Si pudieran, no cesarían de combatir contra vosotros hasta conseguir
apartaros de vuestra fe. Las obras de aquéllos
de vosotros que apostaten de su fe y mueran como infieles serán vanas en
la vida de acá y en la otra.
Ésos morarán en el Fuego eternamente.
[2.218] Quienes creyeron y quienes dejaron
sus hogares, combatiendo esforzadamente por Alá, pueden esperar la
misericordia de Alá. Alá es
indulgente, misericordioso.
[2.219] Te preguntan acerca del vino y del maysir,
Di: «Ambos encierran pecado grave y ventajas para los hombres, pero su pecado
es mayor que su utilidad». Te preguntan qué
deben gastar. Di: «Lo superfluo». Así o explica Alá las aleyas,
Quizás, así, meditéis
[2.220] sobre la vida de acá y la
otra. Te preguntan acerca de los huérfanos. Di: «Está bien mejorar su condición;
pero, si mezcláis vuestra hacienda con la suya, tratadles como a
hermanos». Alá distingue al corruptor
del reformador. Y si Alá hubiera
querido os habría afligido. Alá
es poderoso, sabio.
[2.221] No os caséis con mujeres
asociadoras hasta que crean. Una esclava
creyente es mejor que una asociadora, aunque ésta os guste más. No caséis con asociadores hasta que éstos crean. Un esclavo creyente es mejor que un asociador,
aunque éste os guste más. Ésos
os llaman al Fuego, en tanto que Alá os llama al Jardín y al
perdón si quiere, y explica Sus aleyas a los hombres. Quizás, así, se dejen amonestar.
[2.222] Te preguntan acerca de la
menstruación. Di: «Es un mal. ¡Manteneos, pues, aparte de las mujeres
durante la menstruación y no os acerquéis a ellas hasta que se hayan
purificado! Y cuando se hayan purificado, id a ellas como Alá os ha
ordenado». Alá ama a quienes se
arrepienten. Y ama a quienes se purifican.
[2.223] Vuestras mujeres son campo labrado
para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro
campo como queráis, haciendo preceder algo para vosotros mismos!
¡Temed a Alá y sabed que Le encontraréis! ¡Y anuncia la
buena nueva a los creyentes!
[2.224] Jurando por Alá, no
hagáis de Él un obstáculo que os impida practicar la
caridad, ser temerosos de Alá y reconciliar a los hombres. Alá todo lo oye, todo lo sabe.
[2.225] Alá no tendrá en
cuenta la vanidad de vuestros juramentos, pero sí tendrá en
cuenta la intención de vuestros corazones.
Alá es indulgente, benigno.
[2.226] Quienes juren no acercarse a sus
mujeres tienen de plazo cuatro meses. Si se
retractan,... Alá es indulgente,
misericordioso.
[2.227] Si se deciden por el repudio,... Alá todo lo oye, todo lo sabe.
[2.228] Las repudiadas deberán
esperar tres menstruaciones. No les es
lícito ocultar lo que Alá ha creado en su seno si es que creen en
Alá y en el último Día.
Durante esta espera, sus esposo tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo si
desean la reconciliación. Ellas tienen
derechos equivalentes a sus obligaciones, conforme al uso, pero los hombres
están un grado por encima de ellas.
Alá es poderoso, sabio.
[2.229] El repudio se permite dos veces. Entonces, o se retiene a la mujer
tratándola como se debe o se la deja marchar de buena manera. No os es lícito recuperar nada de lo que
les disteis, a menos que las dos partes teman no observar las leves de
Alá. Y, si teméis que no observen las
leyes de Alá, no hay inconveniente en que ella obtenga su libertad
indemnizando al marido. Éstas son las
leyes de Alá, no las violéis. Quienes
violan las leyes de Alá, ésos son los impíos.
[2.230] Si la repudia, ésta ya no le
será permitida sino después de haber estado casada con otro. Si este último la repudia. no hay inconveniente en que aquéllos vuelvan a
reunirse, si creen que observarán las leyes de Alá. Éstas son las leyes de Alá Las
explica a gente que sabe.
[2.231] Cuando repudiéis a vuestras mujeres
y éstas alcancen su término, retenedlas como se debe o dejadlas en libertad
como se debe. ¡No las sujetéis a la
fuerza, en violación de las leyes de Alá! Quien esto hace es
injusto consigo mismo. ¡No toméis a
burla las aleyas de Alá, antes bien recordad la gracia de Alá
para con vosotros y lo que os ha revelado de la Escritura y de la
Sabiduría, exhortándoos con ello! ¡Temed a Alá y
sabed que Alá es omnisciente!
[2.232] Cuando repudiéis a vuestras mujeres
y éstas alcancen su término, no les impidáis que se casen con sus
maridos, si se ponen buenamente de acuerdo. A
esto se exhorta a quien de vosotros crea en Alá y en el último
Día. Esto es más correcto para
vosotros y más puro. Alá sabe,
mientras que vosotros no sabéis.
[2.233] Las madres amamantarán a sus
hijos durante dos años completos si desea que la lactancia sea completa. El padre debe sustentarlas y vestirlas conforme al
uso. A nadie se le pedirá sino
según sus posibilidades. No se
dañará a la madre por razón de su hijo, ni al padre. Un deber semejante incumbe al heredero. Y no hay inconveniente en que el padre y la madre
quieran, de mutuo acuerdo y luego de consultarse, destetar al niño. Y, si queréis emplear a una nodriza para vuestros
hijos, no hacéis mal, siempre que paguéis lo acordado conforme al uso. ¡Temed a Alá y sabed que Alá
ve bien lo que hacéis!
[2.234] Las viudas que dejéis deben esperar
cuatro meses y diez días; pasado ese tiempo, no seréis ya responsables
de lo que ellas dispongan de sí mismas conforme al uso. Alá está bien informado de lo que
hacéis.
[2.235] No hacéis mal en proponer a tales mujeres
casaros con ellas o en ocultarles vuestra intención de hacerlo. Alá sabe que pensaréis en ellas. Pero ¡no les prometáis nada en
secreto! ¡Habladas, más bien, como se debe! ¡Y no
decidáis concluir el matrimonio hasta que se cumpla el período
prescrito de espera! ¡Sabed que Alá conoce lo que hay en vuestras
mentes, de modo que cuidado con Él! Pero sabed que Alá es
indulgente, benigno.
[2.236] No hacéis mal en repudiar a
vuestras mujeres mientras aún no las hayáis tocado o asignado
dote. Proveedles, no obstante, como se debe,
el acomodado según sus posibilidades y el pobre según las suyas. Esto constituye un deber para quienes hacen el
bien.
[2.237] Y, si las repudiáis antes de
tocarlas y luego de haberles asignado dote, pagadles la mitad de lo asignado, a
menos que ellas o aquél en cuya mano esté la conclusión del matrimonio
renuncien a ello. La renuncia es más
conforme al temor de Alá. No os
olvidéis de mostraros generosos unos con otros.
Alá ve bien lo que hacéis.
[2.238] ¡Observad las azalás
-sobre todo. la azalá intermedia- y
estad con devoción ante Alá!
[2.239] Si teméis algún peligro, de
pie o montados. Y, cuando estéis en seguridad,
¡recordad a Alá... cómo os
enseño lo que no sabíais...!
[2.240] Los que de vosotros mueran dejando
esposas deberían testar en favor de ellas para su mantenimiento durante
un año sin echarlas. Y, si ellas se
van, no se os reprochará lo que ellas hagan honradamente respecto a su
persona. Alá es poderoso, sabio.
[2.241] Hay que proveer a las repudiadas
como se debe. Esto constituye un deber para
los temerosos de Alá.
[2.242] Así explica Alá Sus
aleyas. Quizás, así, razonéis.
[2.243] ¿No has visto a quienes, por
millares, dejaron sus hogares por miedo a la muerte? Alá les
había dicho: «¡Morid!» Luego, les resucitó. Sí, Alá dispensa Su favor a los
hombres, pero la mayoría de los hombres no agradecen.
[2.244] ¡Combatid por Alá y
sabed que Alá todo lo oye, todo lo sabe!
[2.245] ¿Quién será el que
haga un préstamo generoso a Alá? Alá se lo devolverá
multiplicado. Alá cierra y abre. Seréis devueltos a Él.
[2.246] ¿No has visto a los
dignatarios de los Hijos de Israel? Cuando, después de Moisés, dijeron a un
profeta suyo: «¡Suscítanos a un rey para que combatamos por
Alá!» Dijo: «Puede que no combatáis una vez que se os prescriba
el combate». Dijeron: «¿Cómo no
vamos a combatir por Alá si se nos ha expulsado de nuestros hogares y de
nuestros hijos?» Pero, cuando se les prescribió el combate, volvieron la
espalda, salvo unos pocos. Alá conoce
bien a los impíos.
[2.247] Su profeta les dijo: «Alá os
ha suscitado a Saúl como rey». Dijeron:
«¿Cómo va él a dominar sobre nosotros si nosotros tenemos
más derecho que él al dominio y no se le ha concedido abundancia de
hacienda?» Dijo: «Alá lo ha escogido prefiriéndolo a vosotros y le ha
dado más ciencia y más cuerpo».
Alá da Su dominio a quien Él quiere.
Alá es inmenso, omnisciente.
[2.248] Su profeta les dijo: «El signo de
su dominio será que el Arca volverá a vosotros, llevada por los
ángeles, con sakina de vuestro Señor y reliquia de lo que dejaron
las gentes de Moisés y de Aarón.
Ciertamente tenéis en ello un signo, si es que sois creyentes».
[2.249] Y, cuando Saúl marchó
con los soldados, dijo: «Alá os probará con un arroyo. Quien beba de él no será de los míos. Quien no lo pruebe, será de los
míos, a menos que beba una sola vez del hueco de la mano». Y bebieron de él, salvo unos pocos. Y, cuando él y los que creían lo hubieron
cruzado, dijeron: «Hoy no podemos nada contra Goliat y sus soldados». Los que contaban con encontrar a Alá
dijeron: «¡Cuántas veces una tropa reducida ha vencido a otra
considerable con permiso de Al á! Alá está con los que
tienen paciencia».
[2.250] Y, cuando salieron contra Goliat y
sus soldados, dijeron: «¡Señor! ¡Infunde en nosotros
paciencia, afirma nuestros pasos, auxílianos contra el pueblo infiel!»
[2.251] Y les derrotaron con permiso de
Alá. David mató a Goliat y
Alá le dio el dominio y la sabiduría, y le enseñó
lo que Él quiso. Si Alá no
hubiera rechazado a unos hombres valiéndose de otros, la tierra se
habría ya corrompido. Pero Alá
dispensa Su favor a todos.
[2.252] Éstas son las aleyas de
Alá, que te recitamos conforme a la verdad.
Ciertamente, tú eres uno de los enviados.
[2.253] Éstos son los enviados. Hemos preferido a unos más que a otros. A alguno de ellos Alá ha hablado. Y a otros les ha elevado en categoría. Dimos a Jesús, hijo de María, las
pruebas claras, y le fortalecimos con el Espíritu Santo. Si Alá hubiera querido, los que les
siguieron no habrían combatido unos contra otros, después de haber
recibido las pruebas claras. Pero discreparon:
de ellos, unos creyeron y otros o. Si
Alá hubiera querido, no habrían combatido unos contra otros. Pero Alá hace lo que quiere.
[2.254] ¡Creyentes! Dad limosna de lo
que os hemos proveído antes de que venga un día en que no sirvan
ni comercio ni amistad ni intercesión.
Los infieles, ésos son los impíos.
[2.255] ¡Alá! No hay
más dios que El. el Viviente, el
Subsistente. Ni la somnolencia ni el
sueño se apoderan de Él. Suyo es
lo que está en los cielos y en la tierra.
¿Quién podrá interceder ante Él si no es con Su permiso?
Conoce su pasado y su futuro, mientras que ellos no abarcan nada de Su ciencia,
excepto lo que Él quiere. Su Trono se
extiende sobre los cielos y sobre la tierra y su conservación no le
resulta onerosa. Él es el
Altísimo, el Grandioso.
[2.256] No cabe coacción en
religión. La buena dirección se
distingue claramente del descarrío.
Quien no cree en los taguts y cree en Alá, ese tal se ase del asidero
más firme, de un asidero irrompible.
Alá todo lo oye, todo lo sabe.
[2.257] Alá es el Amigo de los que
creen, les saca de las tinieblas a la luz. Los
que no creen, en cambio, tienen como amigos a los taguts, que les sacan de la
luz a las tinieblas. Ésos
morarán en el Fuego eternamente.
[2.258] ¿No has visto a quien
disputaba con Abraham sobre su Señor porque Alá le había
dado el dominio? Cuando Abraham dijo: «Mi Señor es Quien da la vida y da
la muerte». Dijo: «Yo doy la vida y doy a
muerte». Abraham dijo: «Alá trae el sol
por oriente; tráelo tú por Occidente».
Así fue confundido el infiel.
Alá no dirige al pueblo impío.
[2.259] O como quien pasó por una
ciudad en ruinas. Dijo: «¿Cómo
va Alá a devolver la vida a ésta después de muerta?» Alá le hizo
morir y quedar así durante cien años.
Luego, le resucitó y dijo: «¿Cuánto tiempo has permanecido
así?» Dijo: «He permanecido un día o parte de un día». Dijo: «No, que has permanecido así cien
años. ¡Mira tu alimento y tu
bebida! N se han echado a perder. ¡Mira
a tu asno! Para hacer de ti un signo para los hombres.
¡Mira los huesos, cómo los componemos y los cubrimos de carne!». Cuando lo vio claro, dijo: «Ahora sé que
Alá es omnipotente».
[2.260] Y cuando Abraham dijo:
«¡Señor. muéstrame cómo
devuelves la vida a los muertos!» Dijo: «¿Es que no crees?» Dijo: «Claro
que sí, pero es para tranquilidad de mi corazón». Dijo: «Entonces, coge cuatro aves y
despedázalas. Luego, pon en cada
montaña un pedazo de ellas y llámalas.
Acudirán a ti rápidamente. Sabe
que Alá es poderoso, sabio».
[2.261] Quienes gastan su hacienda por
Alá son semejantes a un grano que produce siete espigas, cada una de las
cuales contiene cien granos. Así dobla
Alá a quien Él quiere.
Alá es inmenso, omnisciente.
[2.262] Quienes gastan su hacienda por
Alá sin hacerlo seguir de alarde ni agravio tendrán su recompensa
junto a su Señor. No tienen que temer y
no estarán tristes.
[2.263] Una palabra cariñosa, un
perdón valen más que una limosna seguida de agravio. Alá Se basta a Sí mismo, es benigno.
[2.264] ¡Creyentes! No malogréis
vuestras limosnas alardeando de ellas o agraviando, como quien gasta su
hacienda para ser visto de los hombres, sin creer en Alá ni en el
último Día. Ese tal es semejante
a una roca cubierta de tierra. Cae sobre ella
un aguacero y la deja desnuda. No pueden
esperar nada por lo que han merecido.
Alá no dirige al pueblo infiel.
[2.265] Quienes gastan su hacienda por
deseo de agradar a Alá y por su propio fortalecimiento son semejantes a
un jardín plantado en una colina. Si
cae sobre él un aguacero, da fruto doble; si no cae, rocío. Alá ve bien lo que hacéis.
[2.266] ¿Desearía alguno de
vosotros poseer un jardín de palmeras y vides por cuyo bajo fluyeran
arroyos, con toda clase de frutos, envejecer mientras sus hijos son aún
débiles y que un torbellino de fuego cayera sobre el jardín y éste se
incendiara? Así os explica Alá las aleyas.
Quizás, así meditéis.
[2.267] ¡Creyentes! ¡Dad
limosna de las cosas buenas que habéis adquirido y de lo que, para vosotros,
hemos sacado de la tierra! Y no elijáis lo malo para vuestras limosnas,
como tampoco vosotros lo tomaríais a menos que tuvierais los ojos
cerrados. Sabed que Alá Se basta a
Sí mismo, es digno de alabanza.
[2.268] El Demonio os amenaza con la
pobreza y os ordena lo deshonesto, mientras que Alá os promete Su
perdón y favor. Alá es inmenso,
omnisciente.
[2.269] Concede la sabiduría a quien
Él quiere. Y quien recibe la
sabiduría recibe mucho bien. Pero no se
dejan amonestar sino los dotados de intelecto.
[2.270] Sea cual sea la limosna que deis,
sea cual sea el voto que hagáis, Alá lo conoce. Y los impíos no tendrán quien les
auxilie.
[2.271] Si dais limosna
públicamente, es algo excelente. Pero,
si la dais ocultamente y a los pobres, es mejor para vosotros y borrará
en parte vuestras malas obras. Alá
está bien informado de lo que hacéis.
[2.272] No tienes tú por qué
dirigirles sino que Alá dirige a quien Él quiere. Lo que hagáis de bien redundará en
vuestro propio beneficio. Y no lo
hagáis si no es por deseo de agradara Alá.
Lo que hagáis de bien os será devuelto y no seréis tratados
injustamente.
[2.273] Para los pobres que están en
la miseria por haberse dedicado a la causa de Alá y que no pueden
desplazarse. El ignorante los cree ricos
porque se abstienen. Les reconocerás
por su aspecto. No piden a la gente
inoportunamente. Y lo que hacéis de bien,
Alá lo conoce perfectamente.
[2.274] Los que gastan su hacienda de noche
o de día, en secreto o en público, tendrán su recompensa
junto a su Señor. No tienen que temer y
no estarán tristes.
[2.275] Quienes usurean no se
levantarán sino como se levanta aquél a quien el Demonio ha derribado
con sólo tocarle, y eso por decir que el comercio es como la usura,
siendo así que Alá ha autorizado el comercio y prohibido la usura. Quien. exhortado
por su Señor. renuncie conservará
lo que haya ganado. Su caso está en
manos de Alá. Los reincidentes, ésos
serán los condenados al Fuego y en él permanecerán para siempre.
[2.276] Alá hace que se malogre la
usura, pero hace fructificar la limosna.
Alá no ama a nadie que sea infiel pertinaz, pecador.
[2.277] Los que hayan creído y
obrado bien, los que hayan hecho la azalá y dado el azaque
tendrán su recompensa junto a su Señor.
No tienen que temer y no estarán tristes.
[2.278] ¡Creyentes! ¡Temed a
Alá! ¡Y renunciad a los provechos pendientes de la usura, si es
que sois creyentes!
[2.279] Si no lo hacéis así, podéis
esperar guerra de Alá y Su Enviado.
Pero, si os arrepentís, tendréis vuestro capital, no siendo injustos ni
siendo tratados injustamente.
[2.280] Si está en apuro, concededle
un respiro hasta que se alivie su situación.
Y aún sería mejor para vosotros que le condonarais la deuda. Si supierais...
[2.281] Temed un día en que seréis
devueltos a Alá. Entonces, cada uno
recibirá su merecido. Y no serán
tratados injustamente.
[2.282] ¡Creyentes!. Si contraéis una deuda por un plazo determinado,
ponedlo por escrito. Que un escribano tome
fiel nota en vuestra presencia, sin rehusarse a escribir como Alá le dé
a entender. Que escriba. Que el deudor dicte en el temor de Alá, su Señor,
y que no deduzca nada. Y si el deudor fuera
necio, débil o incapaz de dictar, que dicte su procurador con fidelidad. Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de
vuestros hombres; s no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre
quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra, la otra subsane
su error. Que los testigos no se sustraigan
cuando se les llame. Que no os repugne
subscribir una deuda, sea pequeña o grande, precisando su vencimiento. Esto es más equitativo ante Alá, es
más correcto para el testimonio y da menos lugar a dudas. A menos que se trate de una operación
concluida entre vosotros sin intermediarios; entonces, no hay inconveniente en
que no lo pongáis por escrito. Pero
¡tomad testigos cuando os vendáis algo! ¡Y que no se moleste
al escribano ni al testigo! Si lo hacéis, cometeréis una iniquidad. ¡Temed a Alá! Alá os instruye. Alá es omnisciente.
[2.283] Y si estáis de viaje y no
encontráis escribano, que se deposite una fianza.
Si uno confía un depósito a otro, debe el depositario restituir
el depósito en el temor de Alá, su Señor. Y no rehuséis deponer como testigos. Quien rehúsa tiene un corazón
pecador. Alá sabe bien lo que hacéis.
[2.284] De Alá es lo que está
en los cielos y en la tierra. Lo mismo si
manifestáis lo que tenéis en vosotros que si lo ocultáis,
Alá os pedirá cuenta de ello Perdona a quien Él quiere y
castiga a quien Él quiere. Alá
es omnipotente.
[2.285] El Enviado cree en cuanto le ha
sido revelado por su Señor, y lo mismo los creyentes. Todos ellos creen en Alá, en Sus
ángeles. en Sus Escrituras y en Sus
enviados. No hacemos distinción ente
ninguno de Sus enviados. Han dicho:
«Oímos y obedecemos. ¡Tu
perdón, Señor! ¡Eres Tú el fin de todo!»
[2.286] Alá no pide nada a nadie
más allá de sus posibilidades.
Lo que uno haya hecho redundará en su propio bien o en su propio mal. ¡Señor! ¡No castigues nuestros
olvidos o nuestras faltas! ¡Señor! ¡No nos impongas una
carga como la que impusiste a quienes nos precedieron! ¡Señor!
¡No nos impongas más allá de nuestras fuerzas! ¡Y
absuélvenos, perdónanos, apiádate d nosotros! ¡Tú
eres nuestro Protector! ¡Auxílianos contra el pueblo infiel!