AL MU'MINUUN
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[23.1] ¡Bienaventurados los
creyentes,
[23.2] que hacen su azalá con
humildad,
[23.3] que evitan el vaniloquio,
[23.4] que dan el azaque,
[23.5] que se abstienen de comercio
carnal,
[23.6] salvo con sus esposas o con sus
esclavas en cuyo caso no incurren en reproche,
[23.7] mientras que quienes desean a otras
mujeres, ésos son los que violan la ley-,
[23.8] que respetan los depósitos
que se les confían y las promesas que hacen,
[23.9] que observan sus azalás!
[23.10] Ésos son los herederos
[23.11] que heredarán el
paraíso, en el que estarán eternamente.
[23.12] Hemos creado al hombre de arcilla
fina.
[23.13] Luego, le colocamos
[23.14] Luego, creamos de la gota un
coágulo de sangre,
[23.15] Luego, después de esto, habéis de
morir.
[23.16] Luego, el día de la
Resurrección, seréis resucitados.
[23.17] Encima de vosotros, hemos creado
siete cielos. No hemos descuidado la
creación.
[23.18] Hemos hecho bajar
[23.19] Por medio de ella os hemos creado
palmerales y viñedos en los que hay frutos abundantes, de los que coméis.
[23.20] Y un árbol que crece en el
monte Sinaí y que produce aceite y condimento para la comida.
[23.21] Tenéis, ciertamente, en los
rebaños motivo de reflexión: os damos a beber
[23.22] Ellos y las naves os sirven de
medios de transporte.
[23.23] Enviamos Noé a su pueblo y dijo:
«¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios
que a Él. ¿Y no Le temeréis?»
[23.24] Los dignatarios
[23.25] No es más que un poseso. ¡Observadle durante algún tiempo!»
[23.26] «¡Señor!» dijo:
«¡Auxíliame, que me desmienten!»
[23.27] Y le inspiramos: «¡Construye
la nave bajo Nuestra mirada y según Nuestra inspiración ! Y
cuando venga Nuestra orden y el horno hierva, haz entrar en ella a una pareja
de cada y a tu familia, salvo a aquél de ellos cuya suerte ha sido ya echada. ¡Y no me hables de los que hayan obrado
impíamente! ¡Van a ser anegados!
[23.28] Cuando tú y los tuyos estéis
instalados en la nave, di: '¡Alabado sea Alá, Que nos ha salvado
[23.29] Y di: '¡Señor!
¡Haz que desembarque en un lugar bendito! Tú eres Quien mejor
puede hacerlo'
[23.30] Ciertamente, hay en ello signos. En verdad, ponemos a prueba...»
[23.31] Luego, después de ellos, suscitamos
otra generación
[23.32] y les mandamos un enviado salido de
ellos: «¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a
Él ¿Y no Le temeréis?»
[23.33] Pero los dignatarios
[23.34] Si obedecéis a un mortal
[23.35] ¿Os ha prometido que se os
sacará cuando muráis y seáis tierra y huesos?
[23.36] ¡Está bien lejos de
ocurrir lo que se os ha prometido!
[23.37] ¡No hay más vida que
la nuestra de acá! Morimos y vivimos, pero no se nos resucitará.
[23.38] No es más que un hombre, que
se ha inventado una mentira contra Alá.
No tenemos fe en él.
[23.39] Dijo: «¡Señor!
¡Auxíliame, que me desmienten!»
[23.40] Dijo: «Un poco más y se
arrepentirán».
[23.41] El Grito les sorprendió
merecidamente y les convertimos en detrito.
¡Atrás el pueblo impío!
[23.42] Luego, después de ellos, suscitamos
otras generaciones.
[23.43] Ninguna comunidad puede adelantar
ni retrasar su plazo.
[23.44] Luego, mandamos a Nuestros
enviados, uno tras otro. Siempre que
venía un enviado a su comunidad, le desmentían. Hicimos que a unas generaciones les siguieran otras
y las hicimos legendarias. ¡Atrás
una gente que no cree!
[23.45] Luego, enviamos Moisés y su hermano
Aarón con Nuestros signos y con una autoridad manifiesta
[23.46] a Faraón y a sus
dignatarios, que fueron altivos. Eran gente
arrogante.
[23.47] Dijeron: «¿Vamos a creer a
dos mortales
[23.48] Les desmintieron y fueron hechos
perecer.
[23.49] Dimos a Moisés la Escritura. Quizás, así, fueran bien dirigidos.
[23.50] Hicimos del hijo de María y
de su madre un signo y les ofrecimos refugio en una colina tranquila y provista
de agua viva.
[23.51] «¡Enviados! ¡Comed de
las cosas buenas y obrad bien! ¡Yo sé bien lo que hacéis!
[23.52] Y ésta es vuestra comunidad. Es una sola comunidad.
Y Yo soy vuestro Señor. ¡Temedme,
pues!»
[23.53] Pero se dividieron en sectas, con
Escrituras, contento cada grupo con lo suyo.
[23.54] Déjales por algún tiempo en
su abismo.
[23.55] ¿Creen que, al proveerles de
hacienda y de hijos varones,
[23.56] estamos anticipándoles las
cosas buenas? No, no se dan cuenta.
[23.57] Los imbuidos del miedo de su
Señor,
[23.58] que creen en los signos de su
Señor,
[23.59] que no asocian a otros dioses a su
Señor,
[23.60] que dan lo que dan con
corazón tembloroso, a la idea de que volverán a su Señor,
[23.61] ésos rivalizan en buenas obras y
son los primeros en practicarlas.
[23.62] No pedimos a nadie sino
según sus posibilidades. Tenemos al
lado una Escritura que dice la verdad. Y no
serán tratados injustamente.
[23.63] Pero sus corazones están en
un abismo respecto a esto y, en lugar de aquellas obras, hacen otras.
[23.64] Cuando, al fin, inflijamos un
castigo a sus ricos, gemirán.
[23.65] «¡No gimáis hoy, que
no se os va a salvar de Nosotros!
[23.66] Se os recitaban Mis aleyas y
vosotros dabais media vuelta,
[23.67] altivos con él, y pasabais la noche
parloteando».
[23.68] ¿Es que no ponderan lo que
se dice para ver si han recibido lo que sus antepasados no recibieron?
[23.69] ¿No han conocido, acaso, a
su Enviado para que le nieguen?
[23.70] ¿O dicen que es un poseso?
¡No! Ha venido a ellos con la Verdad, pero la mayoría sienten
aversión a la Verdad.
[23.71] Si la Verdad se hubiera conformado
a sus pasiones, los cielos, la tierra y los que en ellos hay se habrían
corrompido. Nosotros, en cambio, les hemos
traído su Amonestación, pero ellos se apartan de su
Amonestación.
[23.72] ¿Les pides, acaso, una
retribución? La retribución de tu Señor es mejor. Él es el Mejor de los proveedores.
[23.73] Sí, tú les llamas a
una vía recta,
[23.74] pero quienes no creen en la otra
vida se desvían, sí, de la vía.
[23.75] Si nos apiadáramos de ellos
y les retiráramos la desgracia que tienen, persistirían, ciegos,
en su rebeldía.
[23.76] Les infligimos un castigo, pero no
se sometieron a su Señor y no se humillaron.
[23.77] Hasta que abramos contra ellos una
puerta de severo castigo y, entonces, sean presa de la desesperación.
[23.78] Él es Quien ha creado para
vosotros el oído, la vista y el intelecto.
¡Qué poco agradecidos sois!
[23.79] Él es Quien os ha diseminado
por la tierra. Y hacia Él- seréis
congregados.
[23.80] Él es Quien da la vida y da
la muerte. Él ha hecho que se sucedan
la noche y el día. ¿Es que no
comprendéis?
[23.81] Al contrario, dicen lo mismo que
dijeron los antiguos.
[23.82] Dicen: «Cuando muramos y seamos
tierra y huesos, ¿se nos resucitará acaso?
[23.83] Ya antes se nos había
prometido esto a nosotros y a nuestros padres.
No son más que patrañas de los antiguos».
[23.84] Di: «¿De quién es la tierra
y quien en ella hay? Si es que lo sabéis...»
[23.85] Dirán: «¡De
Alá!» Di: «¿Es que no os dejaréis amonestar?»
[23.86] Di: «¿Quién es el
Señor de los siete cielos, el Señor del Trono augusto?»
[23.87] Dirán: «¡Alá!»
Di: «¿Y no Le teméis?»
[23.88] Di: «¿Quién tiene en Sus manos
la realeza de todo, protegiendo sin que nadie pueda proteger contra Él?
Si es que lo sabéis...»
[23.89] Dirán: «¡Alá!»
Di: «Y ¿cómo podéis estar tan sugestionados?»
[23.90] Vinimos a ellos con la Verdad, pero
mienten, si.
[23.91] Alá no ha adoptado un hijo,
ni hay otro dios junto con Él. Si no,
cada dios se habría atribuido lo que hubiera creado y unos
habrían sido superiores a otros.
¡Gloria a Alá, Que está por encima de lo que cuentan!
[23.92] El conocedor de lo oculto y de lo
patente. ¡Está por encima de lo
que Le asocian!
[23.93] Di: «¡Señor! Si me
mostraras aquello con que se les ha amenazado...
[23.94] ¡No me pongas, Señor,
con el pueblo impío!»
[23.95] Nosotros somos bien capaces,
ciertamente, de mostrarte aquello con que les hemos amenazado.
[23.96] Repele el mal con algo que sea
mejor Sabemos bien lo que cuentan.
[23.97] Di: «¡Señor! Me
refugio en Ti contra las sugestiones de los demonios.
[23.98] Me refugio en Ti, Señor,
contra su acoso».
[23.99] Cuando, al fin, viene la muerte a
uno de ellos, dice: «¡Señor! ¡Hazme volver!
[23.100] Quizás, así, pueda
hacer el bien que dejé de hacer». ¡No!
No son sino meras palabras. Pero,
detrás de ellos, hay una barrera hasta el día que sean
resucitados.
[23.101] Y, cuando se toque la trompeta, ese
día, no valdrá ningún parentesco, ni se preguntarán
unos a otros.
[23.102] Aquéllos cuyas obras pesen mucho
serán los que prosperen.
[23.103] Aquéllos cuyas obras pesen poco,
serán los que se hayan perdido y estarán en la gehena eternamente.
[23.104] El fuego abrasará su rostro;
tendrán allí los labios contraídos.
[23.105] «¿No se os recitaron Mis
aleyas y vosotros las desmentisteis?»
[23.106] «¡Señor!»,
dirán, «nuestra miseria nos pudo y fuimos gente extraviada.
[23.107] ¡Señor!
¡Sácanos de ella! Si reincidimos, seremos unos impíos».
[23.108] Dirá: «¡Quedaos en
ella y no Me habléis!»
[23.109] Algunos de Mis siervos
decían: «¡Señor! ¡Creemos! ¡Perdónanos,
pues, y ten misericordia de nosotros! ¡Tú eres el Mejor de quienes
tienen misericordia!»
[23.110] Pero os burlasteis tanto de ellos
que hicieron que os olvidarais de Mí.
Os reíais de ellos.
[23.111] Hoy les retribuyo por la paciencia
que tuvieron. Ellos son los que triunfan.
[23.112] Dirá:
«¿Cuántos años habéis permanecido en la tierra?»
[23.113] Dirán: «Hemos permanecido un
día o parte de un día.
¡Interroga a los encargados de contar!»
[23.114] Dirá: «No habéis permanecido
sino poco tiempo. Si hubierais sabido...
[23.115] ¿Os figurabais que os
habíamos creado para pasar el rato y que no ibais a ser devueltos a
Nosotros?»
[23.116] ¡Exaltado sea Alá, el
Rey verdadero! No hay más dios que Él, el Señor del Trono
noble.
[23.117] Quien invoque a otro dios junto con
Alá, sin tener prueba de ello, tendrá que dar cuenta sólo
a su Señor. Los infieles no
prosperarán
[23.118] Y di: «¡Señor!
¡Perdona y ten misericordia! ¡Tú eres el Mejor de quienes
tienen misericordia!»