AL A'RAAF
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el
Misericordioso!
[7.1] 'lms.
[7.2] Ésta es una Escritura que se
te ha revelado -¡no te apures por ella!-, para que adviertas por ella, y
[7.3] ¡Seguid lo que vuestro
Señor os ha revelado y no sigáis a otros amigos en lugar de
seguirle a Él! ¡Qué poco os dejáis amonestar!
[7.4] ¡Cuántas ciudades
hemos destruido! Les alcanzó Nuestro rigor de noche o durante la siesta.
[7.5] Cuando les alcanzó Nuestro
rigor, no gritaron más que: «¡Fuimos impíos!».
[7.6] Pediremos, ciertamente,
responsabilidades a aquéllos a quienes mandamos enviados,
[7.7] Les contaremos, ciertamente, con
conocimiento. No estábamos ausentes.
[7.8] La pesa ese día será
la Verdad. Aquéllos cuyas obras pesen mucho
serán los que prosperen,
[7.9] mientras que aquéllos cuyas obras
pesen poco perderán, porque obraron impíamente con Nuestros
signos.
[7.10] Os hemos dado poderío en la
tierra y os hemos puesto en ella medios de subsistencia.
¡Qué poco agradecidos sois!
[7.11] Y os creamos. Luego, os formamos. Luego
dijimos a los ángeles: «¡Prosternaos ante Adán!» Se
prosternaron, excepto Iblis. No fue de los que
se prosternaron.
[7.12] Dijo: «¿Qué es lo que te ha
impedido prosternarte cuando Yo te lo he ordenado?» Dijo: «Es que soy mejor que
él. A mí me creaste de fuego, mientras que
a él le creaste de arcilla».
[7.13] Dijo: «Desciende, pues, de
aquí! ¡No vas a echártelas de soberbio en este lugar...! ¡Sal, pues, eres de los despreciables!»
[7.14] Dijo: «¡Déjame esperar hasta
el día de la Resurreción!»
[7.15] Dijo: «¡Cuéntate entre
aquellos a quienes es dado esperar!»
[7.16] Dijo: «Como me has descarriado, he
de acecharles en Tu vía recta.
[7.17] He de atacarles por delante y por
detrás, por la derecha y por la izquierda.
Y verás que la mayoría no son agradecidos».
[7.18] Dijo: «¡Sal de aquí,
detestable, vil! ¡He de llenar la gehena de tus secuaces ¡De todos
vosotros!»
[7.19] «¡Adán! ¡Habita
con tu esposa en el Jardín y comed de lo que queráis, pero no os
acerquéis a este árbol! Si no, seréis de los impíos».
[7.20] Pero el Demonio les insinuó
el mal, mostrándoles su escondida desnudez, y dijo: «Vuestro
Señor no os ha prohibido acercaros a este árbol sino por temor de
que os convirtáis en ángeles u os hagáis inmortales».
[7.21] Y les juró: «¡De
veras, os aconsejo bien!»
[7.22] Les hizo, pues, caer dolosamente. Y cuando hubieron gustado ambos del árbol,
se les reveló su desnudez y comenzaron a cubrirse con hojas del
Jardín. Su Señor les
llamó: «¿No os había prohibido ese árbol y dicho
que el Demonio era para vosotros un enemigo declarado?»
[7.23] Dijeron: «¡Señor!
Hemos sido injustos con nosostros mismos. Si
no nos perdonas y Te apiadas de nosotros, seremos, ciertamente, de los que
pierden».
[7.24] Dijo: «¡Descended! Seréis
enemigos unos de otros. La tierra será
por algún tiempo vuestra morada y lugar de disfrute»
[7.25] Dijo: «En ella viviréis, en ella
moriréis y de ella se os sacará».
[7.26] ¡Hijos de Adán! Hemos
hecho bajar para vosotros una vestidura para cubrir vuestra desnudez y para
ornato. Pero la vestidura del temor de
Alá, ésa es mejor. Ése es uno de
los signos de Alá. Quizás,
así, se dejen amonestar.
[7.27] ¡Hijos de Adán! Que el
Demonio no os tiente, como cuando sacó a vuestros padres del
Jardín, despojándoles de su vestidura para mostrarles su desnudez. Él y su hueste os ven desde donde vosotros
no les veis. A los que no creen les hemos dado
los demonios como amigos.
[7.28] Cuando cometen una deshonestidad,
dicen: «Encontramos a nuestros padres haciendo lo mismo y Alá nos lo ha
ordenado». Di: «Ciertamente, Alá no
ordena la deshonestidad. ¿Decís
contra Alá lo que no sabéis?»
[7.29] Di: «Mi Señor ordena la
equidad. Dirigíos a Él siempre
que oréis e invocadle rindiéndole culto sincero.
Así como os ha creado, volveréis».
[7.30] Ha dirigido a unos, pero otros han
merecido extraviarse. Éstos han tomado
como amigos a los demonios, en lugar de tomar a Alá, y creen ser bien
dirigidos.
[7.31] ¡Hijos de Adán!
¡Atended a vuestro atavío siempre que oréis! ¡Comed y bebed,
pero no cometáis excesos, que Él no ama a los inmoderados!
[7.32] Di: «,Quién ha prohibido los
adornos que Alá ha producido para Sus siervos y las cosas buenas de que
os ha proveído?» Di: «Esto es para los creyentes mientras vivan la vida
de acá, pero, en particular, para el día de la Resurrección». Así es como explicamos con detalle las
aleyas a gente que sabe.
[7.33] Di: «Mi Señor prohíbe
sólo las deshonestidades, tanto las públicas como las ocultas, el
pecado, la opresión injusta, que asociéis a Alá algo a lo que
Él no ha conferido autoridad y que digáis contra Alá lo
que no sabéis».
[7.34] Cada comunidad tiene un plazo. Y cuando vence su plazo, no pueden retrasarlo ni
adelantarlo una hora.
[7.35] ¡Hijos de Adán! Si
vienen a vosotros enviados salidos de vosotros contándoos Mis signos,
quienes temen a Alá y se enmiendan no tienen que temer y no
estarán tristes.
[7.36] Pero quienes hayan desmentido
Nuestros signos y se hayan apartado altivamente de ellos, ésos morarán
en el Fuego eternamente.
[7.37] ¿Hay alguien que sea
más impío que quien inventa una mentira contra Alá o niega
Sus signos? Ésos tendrán la suerte a que han sido destinados. Cuando, al fin, Nuestros enviados vengan a ellos
para llamarles, dirán: «¿Dónde está lo que
invocabais en lugar de invocar a Alá?» Ellos dirán: «¡Nos
han abandonado!» Entonces, atestiguarán contra sí mismos su
incredulidad.
[7.38] Dirá «¡Entrad en el
Fuego a reuniros con las comunidades de genios y hombres que os han precedido!»
Siempre que una comunidad entra, maldice a su hermana.
Cuando, al fin, se encuentren allí todas, la última en llegar dirá
de la primera: «¡Señor! Éstos son quienes nos extraviaron. Dóblales, pues, el castigo del Fuego». Dirá: «Todos reciben el doble. Pero vosotros no sabéis».
[7.39] La primera de ellas dirá a
la última: «No gozáis de ningún privilegio sobre nosotros. Gustad, pues, el castigo que habéis merecido».
[7.40] A quienes hayan desmentido Nuestros
signos y se hayan apartado altivamente de ellos, no se les abrirán las
puertas del cielo ni entrarán en el Jardín hasta que entre un
camello en el ojo de una aguja. Así retribuiremos
a los pecadores.
[7.41] Tendrán la gehena por lecho
y, por encima, cobertores. Así
retribuiremos a los impíos.
[7.42] Quienes creyeron y obraron bien- a
nadie pedimos sino según sus posibilidades-.
ésos morarán en el Jardín eternamente.
[7.43] Extirparemos el rencor que quede en
sus pechos. Fluirán arroyos a sus pies. Dirán: «¡Alabado sea Alá, Que
nos ha dirigido acá! No habríamos sido bien dirigidos si no nos
hubiera dirigido Alá. Los enviados de
nuestro Señor bien que trajeron la Verdad».
Y se les llamará: «Éste es el Jardín. Lo habéis heredado en premio a vuestras obras».
[7.44] Los moradores del Jardín
llamarán a los moradores del Fuego: «Hemos encontrado que era verdad lo
que nuestro Señor nos había prometido.
Y vosotros, ¿ habéis encontrado si era verdad lo que vuestro
Señor os había prometido?» «¡Si!», dirán. Entonces, un voceador pregonará entre
ellos: «¡Que la maldición de Alá caiga sobre los
impíos.
[7.45] que desvían a otros del
camino de Alá, deseando que sea tortuoso, y no creen en la otra vida!»
[7.46] Hay entre los dos un velo. En los lugares elevados habrá hombres que
reconocerán a todos por sus rasgos distintivos y que llamarán a
los moradores del Jardín: «¡Paz sobre vosotros!» No
entrarán en él, por mucho que lo deseen.
[7.47] Cuando sus miradas se vuelvan hacia
los moradores del Fuego, dirán: «¡Señor! ¡No nos
pongas con el pueblo impío»
[7.48] Y los moradores de los lugares
elevados llamarán a hombres que reconozcan por sus rasgos distintivos. Dirán: «Lo que habéis acumulado y vuestra
altivez no os han servido de nada.
[7.49] ¿Son éstos aquéllos de
quienes jurabais que Alá no iba a apiadarse de ellos?» «¡Entrad en
el Jardín! No tenéis que temer y no estaréis tristes».
[7.50] Los moradores del Fuego
gritarán a los moradores del Jardín: «¡Derramad sobre
nosotros algo de agua o algo de lo que Alá os ha proveído!»
Dirán: «Alá ha prohibido ambas cosas a los infieles,
[7.51] que tomaron su religión a
distracción y juego, a quienes la vida de acá
engañó». Hoy les olvidaremos,
como ellos olvidaron que les llegaría este día y negaron Nuestros
signos.
[7.52] Les trajimos una Escritura, que
explicamos detalladamente, con pleno conocimiento, como dirección y
misericordia para gente que cree.
[7.53] ¿Esperan otra cosa que su
cumplimiento? El día que se cumpla, los que antes la olvidaron
dirán: «Los enviados de nuestro Señor bien que trajeron la Verdad
¿Tenemos ahora intercesores que intercedan por nosotros o se nos
podría devolver y obraríamos de modo diferente al que obramos?»
Se han perdido a sí mismos y se han esfumado sus invenciones.
[7.54] Vuestro Señor es Alá,
Que ha creado los cielos y la tierra en seis días. Luego, se ha instalado en el Trono.
Cubre el día con la noche, que le sigue rápidamente. Y el sol, la luna y las estrellas, sujetos por Su
orden. ¿No son Suyas la creación
y la orden? ¡Bendito sea Alá, Señor del universo!
[7.55] ¡Invocad a vuestro
Señor humilde y secretamente! Él no ama a quienes violan la ley.
[7.56] ¡No corrompáis en la
tierra después de reformada! ¡Invocadle con temor y anhelo! La
misericordia de Alá está cerca de quienes hacen el bien.
[7.57] Es Él quien envía los
vientos como nuncios que preceden a Su misericordia.
Cuando están cargados de nubes pesadas, las empujamos a un país
muerto y hacemos que llueva en él y que salgan, gracias al agua, frutos de
todas clases. Así haremos salir a los
muertos. Quizás así, os dejéis
amonestar.
[7.58] La vegetación de un
país bueno sale con la ayuda de su Señor, mientras que de un
país malo sale pero escasa. Así
explicamos los signos a gente que agradece.
[7.59] Enviamos Noé a su pueblo. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
Temo por vosotros el castigo de un día terrible».
[7.60] Los dignatarios de su pueblo
dijeron: «Sí, vemos que estás evidentemente extraviado».
[7.61] Dijo: «¡Puebla! No estoy
extraviado, antes bien he sido enviado por el Señor del universo.
[7.62] Os comunico los mensajes de mi
Señor y os aconsejo bien. Y sé por
Alá lo que vosotros no sabéis.
[7.63] ¿Os maravilláis de
que os haya llegado una amonestación de vuestro Señor, por medio
de un hombre salido de vosotros, para advertiros y para que temáis a
Alá y, quizás, así, se os tenga piedad?»
[7.64] Pero le desmintieron. Así, pues, les salvamos, a él y a quienes
estaban con él en la nave, y anegamos a quienes habían desmentido
Nuestros signos. Eran, en verdad, un pueblo
ciego.
[7.65] Y a los aditas su hermano Hud. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
¿No vais a temerle?»
[7.66] Los dignatarios de su pueblo, que
no creían, dijeron: «Vemos que estás tonto y, sí, creemos
que eres de los que mienten».
[7.67] Dijo: «¡Pueblo! No estoy
tonto. Antes bien, he sido enviado por el
Señor del universo.
[7.68] Os comunico los mensajes de mi
Señor y os aconsejo fielmente.
[7.69] ¿Os maravilláis de
que os haya llegado una amonestación de vuestro Señor por medio
de un hombre salido de vosotros para advertiros? Y recordad cuando os hizo
sucesores después del pueblo de Noé y os hizo corpulentos. ¡Recordad, pues, los beneficios de
Alá! Quizás, así, prosperéis».
[7.70] Dijeron: «¿Has venido a
nosotros para que sirvamos a Alá Solo y renunciemos a aquéllos que
nuestros padres servían? Tráenos, pues, aquello con que nos
amenazas, si es verdad lo que dices».
[7.71] Dijo: «¡Que la
indignación y la ira de vuestro Señor caigan sobre vosotros!
¿Disputaréis conmigo sobre los nombres que habéis puesto, vosotros y
vuestros padres? Alá no les ha conferido ninguna autoridad. ¡Y esperad! Yo también soy de los que esperan».
[7.72] Así, pues, salvamos a él y a
los que con él estaban por una misericordia venida de Nosotros. Y extirpamos a quienes habían desmentido
Nuestros signos y no eran creyentes.
[7.73] Y a los tamudeos su hermano Salih. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
Os ha venido de vuestro Señor una prueba: es la camella de Alá,
que será signo para vosotros, ¡Dejadla que pazca en la tierra de
Alá y no le hagáis mal! Si no, os alcanzará un castigo
doloroso.
[7.74] Recordad cuando os hizo sucesores,
después de los aditas y os estableció en la tierra. Edificasteis palacios en las llanuras y
excavasteis casas en las montañas.
Recordad los beneficios de Alá y no obréis mal en la tierra
corrompiendo».
[7.75] Los dignatarios de su pueblo,
altivos, dijeron a los débiles que habían creído: «¿Sabéis
si Salih ha sido enviado por su Señor?».
Dijeron: «Creemos en el mensaje que se le ha confiado».
[7.76] Los altivos dijeron: «Pues nosotros
no creemos en lo que vosotros creéis».
[7.77] Y desjarretaron la camella e
infringieron la orden de su Señor, diciendo: «¡Salih!
¡Tráenos aquello con que nos amenazas, si de verdad eres de los
enviados!»
[7.78] Les sorprendió el Temblor y
amanecieron muertos en sus casas.
[7.79] Se alejó de ellos, diciendo:
«Pueblo! Os he comunicado el mensaje de mi Señor y os he aconsejado
bien, pero no amáis a los buenos consejeros».
[7.80] Y a Lot.
Cuando dijo a su pueblo: «¿Cometéis una deshonestidad que ninguna
criatura ha cometido antes?
[7.81] Ciertamente, por concupiscencia, os
llegáis a los hombres en lugar de llegaros a las mujeres. ¡Sí, sois un pueblo inmoderado!»
[7.82] Lo único que
respondió su pueblo fue: «¡Expulsadles de la ciudad! ¡Son
gente que se las da de puros!»
[7.83] Y les salvamos, a él y a su
familia, salvo a su mujer, que fue de los que se rezagaron.
[7.84] E hicimos llover sobre ellos una
lluvia: ¡Y mira cómo terminaron los pecadores!
[7.85] Y a los madianitas su hermano Suayb. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá!
No tenéis a ningún otro dios que a Él.
Os ha venido, de vuestro Señor, una prueba.
¡Dad la medida y el peso justos, no defraudéis a los hombres en sus
bienes! ¡No corrompáis en la tierra después de reformada! Eso es
mejor para vosotros, si es que sois creyentes.
[7.86] No acechéis en cada vía a
quienes creen en Él, amenazándoles y desviándoles del
camino de Alá, deseando que sea tortuoso.
Y recordad, cuando erais pocos y Él os multiplicó. ¡Y mirad cómo terminaron los
corruptores!
[7.87] Y si algunos de vosotros creen en
el mensaje que se me ha confiado y otros no, tened paciencia hasta que
Alá decida entre nosotros. Él es
el Mejor en decidir».
[7.88] Los dignatarios del pueblo,
altivos, dijeron: «Hemos de expulsarte de nuestra ciudad, Suayb, y a los que
contigo han creído, a menos que volváis a nuestra
religión». Suayb dijo: «¿Aun si
no nos gusta?
[7.89] Inventaríamos una mentira
contra Alá si volviéramos a vuestra religión después de habernos
salvado Alá de ella. No podemos volver
a ella, a menos que Alá nuestro Señor lo quiera. Nuestro Señor lo abarca todo en Su ciencia. ¡Confiamos en Alá!
¡Señor, falla según Justicia entre nosotros y nuestro
pueblo! Tú eres Quien mejor falla».
[7.90] Los dignatarios de su pueblo, que
no creían, dijeron: «Si seguís a Suayb, estáis perdidos...»
[7.91] Les sorprendió el Temblor y
amanecieron muertos en sus casas.
[7.92] Fue como si los que habían
desmentido a Suayb no hubieran habitado en ellas.
Los que habían desmentido a Suayb fueron los que perdieron.
[7.93] Se alejó de ellos, diciendo:
«¡Pueblo! Os he comunicado los mensajes de mi Señor y os he
aconsejado bien. ¿Cómo voy a
sentirlo ahora por gente infiel?»
[7.94] No enviamos a ningún profeta
a ciudad que no infligiéramos a su población miseria y desgracia
-quizás, así se humillaran-,
[7.95] y que no cambiáramos, a
continuación, el mal por el bien hasta que olvidaran lo ocurrido y
dijeran: «La desgracia y la dicha alcanzaron también a nuestros padres». Entonces, nos apoderábamos de ellos por
sorpresa sin que se apercibieran.
[7.96] Si los habitantes de las ciudades
hubieran creído y temido a Alá, habríamos derramado sobre
ellos bendiciones del cielo y de la tierra, pero desmintieron y nos apoderamos
de ellos por lo que habían cometido.
[7.97] ¿Es que los habitantes de
las ciudades están a salvo de que Nuestro rigor les alcance de noche,
mientras duermen?
[7.98] ¿O están a salvo los
habitantes de las ciudades de que Nuestro rigor les alcance de día,
mientras juegan?
[7.99] ¿Es que están a salvo
de la intriga de Alá? Nadie está a salvo de la intriga de
Alá, sino los que pierden.
[7.100] ¿No hemos indicado a los que
han heredado la tierra después de sus anteriores ocupantes que, si Nosotros
quisiéramos. les afligiríamos por sus
pecados, sellando sus corazones de modo que no pudieran oír?
[7.101] Ésas son las ciudades de las
que te hemos contado algunas cosas. Vinieron a
ellas sus enviados con las pruebas claras, pero no estaban para creer en lo que
antes habían desmentido. Así
sella Alá los corazones de los infieles.
[7.102] No hemos encontrado en la
mayoría de ellos fidelidad a una alianza, pero si hemos encontrado que
la mayoría son unos perversos.
[7.103] Luego, después de ellos, enviamos a
Moisés con Nuestros signos a Faraón y a sus dignatarios, pero fueron
injustos con ellos. ¡Y mira cómo
terminaron los corruptores!
[7.104] Moisés dijo: «Faraón! He
sido enviado por el Señor del universo.
[7.105] No debo decir nada contra
Alá, sino la verdad. Os he
traído una prueba clara de vuestro Señor.
Deja marchar conmigo a los Hijos de Israel».
[7.106] Dijo: «Si has traído un
signo, muéstralo, si es verdad lo que dices».
[7.107] Tiró su vara y se
convirtió en auténtica serpiente.
[7.108] Sacó su mano y he
aquí que apareció blanca a los ojos de los presentes.
[7.109] Los dignatarios del pueblo de
Faraón dijeron: «Sí, éste es un mago entendido.
[7.110] Quiere expulsaros de vuestra tierra
¿Qué ordenáis?»
[7.111] Dijeron: «¡Dales largas, a él
y a su hermano, y envía a las ciudades a agentes que convoquen,
[7.112] que te traigan a todo mago entendido!»
[7.113] Los magos vinieron a Faraón
y dijeron: «Tiene que haber una recompensa para nosotros si vencemos».
[7.114] Dijo: «Sí, y seréis,
ciertamente, de mis allegados».
[7.115] Dijeron: «¡Moisés! ,Tiras
tú o tiramos nosotros?»
[7.116] Dijo: «¡Tirad vosotros!» Y,
cuando tiraron fascinaron los ojos de la gente y les aterrorizaron. Vinieron con un encantamiento poderoso.
[7.117] E inspiramos a Moisés: «¡Tira
tu vara!» Y he aquí que ésta engulló sus mentiras.
[7.118] Y se cumplió la Verdad y
resultó inútil lo que habían hecho.
[7.119] Fueron, así, vencidos y se
retiraron humillados.
[7.120] Los magos cayeron prosternados
[7.121] Dijeron: «Creemos en el
Señor del universo,
[7.122] el Señor de Moisés y de
Aarón».
[7.123] Faraón dijo: «¡Habéis
creído en él antes de que yo os autorizara! Ésta es, ciertamente,
una intriga que habéis urdido en la ciudad para sacar de ella a su
población, pero vais a ver...
[7.124] He de haceros amputar las manos y
los pies opuestos. Luego he de haceros
crucificar a todos».
[7.125] Dijeron: «Ciertamente, volveremos a
nuestro Señor.
[7.126] Te vengas de nosotros sólo
porque hemos creído en los signos de nuestro Señor cuando han
venido a nosotros. ¡Señor!
Infunde en nosotros paciencia y haz que cuando muramos lo hagamos sometidos a
Ti».
[7.127] Los dignatarios del pueblo de
Faraón dijeron: «¿Dejaréis que Moisés y su pueblo corrompan en el
país y os abandonen, a ti a y a tus dioses?» Dijo: «Mataremos sin piedad
a sus hijos varones y dejaremos con vida a sus mujeres.
Les podemos».
[7.128] Moisés dijo a su pueblo:
«¡Implorad la ayuda de Alá y tened paciencia! La tierra es de
Alá y se la da en herencia a quien Él quiere de Sus siervos. El fin es para los que temen a Alá».
[7.129] Dijeron: «Hemos sufrido antes de
que tú vinieras a nosotros y luego de haber venido». Dijo: «Puede que vuestro Señor destruya a
vuestro enemigo y os haga sucederles en la tierra para ver cómo
actuáis».
[7.130] Infligimos al pueblo de
Faraón años y escasez de frutos.
Quizás así, se dejaran amonestar.
[7.131] Cuando les sonreía la
fortuna, decían: «¡Esto es nuestro!».
Pero, cuando les sucedía un mal, lo achacaban al mal agüero de Moisés y
de quienes con él estaban. ¿Es que su
suerte no dependía sólo de Alá? Pero la mayoría no
sabían.
[7.132] Dijeron: «Sea cual sea el signo que
nos traigas para hechizarnos con él, no te creeremos».
[7.133] Enviamos contra ellos la
inundación, las langostas, los piojos, las ranas y la sangre, signos
inteligibles. Pero fueron altivos, eran gente
pecadora.
[7.134] Y, cuando cayó el castigo
sobre ellos, dijeron: «¡Moisés! Ruega a tu Señor por nosotros en
virtud de la alianza que ha concertado contigo.
Si apartas el castigo de nosotros, creeremos, ciertamente, en ti y dejaremos
que los Hijos de Israel partan contigo».
[7.135] Pero, cuando retiramos el castigo
hasta que se cumpliera el plazo que debían observar, he aquí que
quebrantaron su promesa.
[7.136] Nos vengamos de ellos
anegándoles en el mar por haber desmentido Nuestros signos y por no
haber hecho caso de ellos.
[7.137] Y dimos en herencia al pueblo que
había sido humillado las tierras orientales y las occidentales, que
Nosotros hemos bendecido. Y se cumplió
la bella promesa de tu Señor a los Hijos de Israel, por haber tenido
paciencia. Y destruimos lo que Faraón y
su pueblo habían hecho y lo que habían construido.
[7.138] E hicimos que los Hijos de Israel
atravesaran el mar y llegaron a una gente entregada al culto de sus
ídolos. Dijeron: «¡Moisés!
¡Haznos un dios, como ellos tienen dioses!» «¡Sois un pueblo
ignorante!», dijo.
[7.139] «Aquello en que estas gentes
están va a ser destruido y sus obras serán vanas».
[7.140] Dijo: «¿Voy a buscaros un
dios diferente de Alá, siendo así que Él os ha distinguido
entre todos los pueblos?»
[7.141] Y cuando os salvamos de las gentes
de Faraón, que os sometían a duro castigo, matando sin piedad a
vuestros hijos varones y dejando con vida a vuestras mujeres. Con esto os probó vuestro Señor
duramente.
[7.142] Y nos dimos cita con Moisés durante
treinta días, que completamos con otros diez.
Así, la duración con su Señor fue de cuarenta días. Moisés dijo a su hermano Aarón: «Haz mis
veces en mi pueblo, obra bien y no imites a los corruptores».
[7.143] Cuando Moisés acudió a
Nuestro encuentro y su Señor le hubo hablado, dijo:
«¡Señor! ¡Muéstrate a mí, que pueda mirarte!» Dijo:
«¡No Me verás! ¡Mira, en cambio, la montaña! Si
continúa firme en su sitio, entonces Me verás». Pero, cuando su Señor se manifestó a
la montaña, la pulverizó y Moisés cayó al suelo fulminando. Cuando volvió en si dijo: «¡Gloria a
Ti! Me arrepiento y soy el primero de los que creen».
[7.144] Dijo: «¡Moisés! Con Mis
mensajes y con haberte hablado, te he escogido entre todos los hombres. ¡Coge, pues, lo que te doy y sé de los
agradecidos!»
[7.145] Y le escribimos en las Tablas una
exhortación sobre todo y una explicación detallada de todo. «Cógelas, pues, con fuerza y ordena a tu
pueblo que coja lo mejor de ellas». Yo os haré
ver la morada de los perversos.
[7.146] Apartaré de Mis signos a quienes se
ensoberbezcan sin razón en la tierra.
Sea cual sea el signo que ven, no creen en él.
Si ven el camino de la buena dirección, no lo toman como camino, pero si
ven el camino del descarrío, sí que lo toman como camino. Y esto es así porque han desmentido Nuestros
signos y no han hecho caso de ellos.
[7.147] Vanas serán las obras de
quienes desmintieron Nuestros signos y la existencia de la otra vida. ¿Podrán ser retribuidos por otra
cosa que por lo que hicieron?
[7.148] Y el pueblo de Moisés, ido éste,
hizo un ternero de sus aderezos, un cuerpo que mugía. ¿Es que no vieron que no les hablaba ni les
dirigía? Lo cogieron y obraron impíamente.
[7.149] Y, cuando se arrepintieron y vieron
que se habían extraviado, dijeron: «Si nuestro Señor no se apiada
de nosotros y nos perdona, seremos, ciertamente, de los que pierden».
[7.150] Y, cuando Moisés regresó a
su pueblo, airado y dolido, dijo: «¡Qué mal os habéis portado, luego de
irme y dejaros! ¿Es que queréis adelantar el juicio de vuestro
Señor?» Y arrojó las Tablas y, cogiendo de la cabeza a su
hermano, lo arrastró hacia sí.
Dijo: «¡Hijo de mi madre! La gente me ha humillado y casi me mata. ¡No hagas, pues, que los enemigos se alegren
de mi desgracia! ¡No me pongas con el pueblo impío!»
[7.151] Dijo: «¡Señor!
¡Perdónanos a mí y a mi hermano, e introdúcenos en
Tu misericordia! Tú eres la Suma Misericordia».
[7.152] A quienes cogieron el ternero les
alcanzará la ira de su Señor y la humillación en la vida
de acá. Así retribuiremos a los
que inventan.
[7.153] Con quienes, habiendo obrado mal,
luego se arrepientan y crean, tu Señor será, sí,
indulgente, misericordioso.
[7.154] Cuando se calmó la ira de
Moisés cogió las Tablas. Su texto
contiene dirección y misericordia para quienes temen a su Señor.
[7.155] Moisés eligió de su pueblo a
setenta hombres para asistir a Nuestro encuentro.
Cuando les sorprendió el Temblor dijo: «¡Señor! Si hubieras
querido, les habrías hecho perecer antes y a mí también. ¿Vas a hacernos perecer por lo que han
hecho los tontos de nuestro pueblo? Esto no es más que una prueba Tuya,
que Te sirve para extraviar o dirigir a quien quieres.
¡Tú eres nuestro Amigo! Perdónanos, pues, y apiádate
de nosotros! Nadie perdona tan bien como Tú.
[7.156] Destínanos bien en la vida
de acá y en la otra. Nos hemos vuelto a
Ti». Dijo: «Inflijo Mi castigo a quien quiero,
pero Mi misericordia es omnímoda».
Destinaré a ella a quienes teman a Alá y den el azaque y a quienes crean
en Nuestros signos.
[7.157] a quienes sigan al Enviado, el
Profeta de los gentiles, a quien ven mencionado en sus textos: en la Tora y en
el Evangelio, que les ordena lo que está bien y les prohíbe lo
que está mal, les declara lícitas las cosas buenas e
ilícitas las impuras, y les libera de sus cargas y de las cadenas que sobre
ellos pesaban. Los que crean en él, le
sostengan y auxilien, los que sigan la Luz enviada abajo con él, ésos
prosperarán.
[7.158] Di: «¡Hombres Yo soy el
Enviado de Alá a todos vosotros, de Aquél a Quien pertenece el dominio
de los cielos y de la tierra. No hay
más dios que Él. Él da la
vida y da la muerte. ¡Creed, pues, en
Alá y en su Enviado, el Profeta de los gentiles, que cree en Alá
y en Sus palabras! ¡Y seguidle! Quizás, así, seáis
bien dirigidos».
[7.159] En el pueblo de Moisés había
una comunidad que se dirigía según la Verdad, y que, gracias a
ella, observaba la justicia.
[7.160] Los dividimos en doce tribus, como
comunidades. Cuando el pueblo pidió
agua a Moisés, inspiramos a éste «¡Golpea la roca con tu vara!». Y brotaron de ella doce manantiales. Todos sabían de cuál debían
beber. Hicimos que se les nublara y les
enviamos de lo alto el maná y las codornices: «¡Comed de las cosas
buenas de que os hemos proveído.» Y no
fueron injustos con Nosotros, sino que lo fueron consigo mismos.
[7.161] Y cuando se les dijo: «Habitad en
esta ciudad y comed cuanto queráis de lo que en ella haya. Decid '¡Perdón!' ¡Entrad por la
puerta prosternándoos! Os perdonaremos vuestros pecados y daremos
más a los que hagan el bien».
[7.162] Pero los impíos de ellos
cambiaron por otras las palabras ¡que se les habían dicho y les
enviamos un castigo del cielo por haber obrado impíamente.
[7.163] Y pregúntales por aquella
ciudad, a orillas del mar, cuyos habitantes violaban el sábado. Los sábados venían a ellos los peces
a flor de agua y los otros días no venían a ellos. Les probamos así por haber obrado
perversamente.
[7.164] Y cuando unos dijeron: «¿Por
qué exhortáis a un pueblo que Alá va a hacer perecer o a castigar
severamente?» Dijeron: «Para que vuestro Señor nos disculpe. Quizás, así teman a Alá».
[7.165] Y, cuando hubieron olvidado lo que
se les había recordado, salvamos a quienes habían prohibido el
mal e infligimos un mal castigo a los impíos, por haber obrado
perversamente.
[7.166] Y, cuando desatendieron las
prohibiciones, les dijimos: «¡Convertíos en monos repugnantes!»
[7.167] Y cuando tu Señor
anunció que enviaría, ciertamente, contra ellos hasta el
día de la Resurrección a gente que les impusiera un duro castigo. Ciertamente, tu Señor es rápido en
castigar, pero también es indulgente, misericordioso.
[7.168] Los dividimos en la tierra en
comunidades. De ellos, había unos que
eran justos y otros que no. Les probamos con
bendiciones e infortunios. Quizás,
así, se convirtieran.
[7.169] Sus sucesores, habiendo heredado la
Escritura, se apoderan de los bienes de este mundo, diciendo: «Ya se nos
perdonará». Y si se les ofrecen otros
bienes, semejantes a los primeros, se apoderan también de ellos. ¿No se concertó con ellos el pacto
de la Escritura , según el cual no dirían nada contra Alá
sino la verdad? Y eso que han estudiado cuanto en ella hay... Pero la Morada Postrera es mejor para quienes
temen a Alá - ¿es que no razonáis?-,
[7.170] para los que se aferran a la
Escritura y hacen la azalá. No
dejaremos de remunerar a quienes obren bien.
[7.171] Y cuando sacudimos la
montaña sobre ellos como si hubiera sido un pabellón y creyeron
que se les venía encima: «¡Coged con fuerza lo que os hemos dado y
recordad bien su contenido! Quizás, así, temáis a
Alá».
[7.172] Y cuando tu Señor
sacó de los riñones de los hijos de Adán a su descendencia
y les hizo atestiguar contra sí mismos: «¿No soy yo vuestro
Señor?» Dijeron: «¡Claro que sí, damos fe!» No sea que
dijerais el día de la Resurrección: «No habíamos reparado
en ello».
[7.173] O que dijerais: «Nuestros padres
eran ya asociadores y nosostros no somos más que sus descendientes. ¿Vas a hacernos perecer por lo que los
falsarios han hecho?»
[7.174] Así explicamos las aleyas. Quizás así se conviertan.
[7.175] Cuéntales lo que pasó con
aquél a quien dimos Nuestros signos y se deshizo de ellos. El Demonio le persiguió y fue de los
descarriados.
[7.176] Si hubiéramos querido, le
habríamos levantado con ellos. Pero se
apegó a la tierra y siguió su pasión. Pasó con él como pasa con el perro: jadea
lo mismo si le atacas que si le dejas en paz.
Así es la gente que desmiente Nuestros signos.
Cuéntales estas cosas. Quizás,
así, reflexionen.
[7.177] ¡Qué mal ejemplo da la gente
que desmiente Nuestros signos y es injusta consigo misma!
[7.178] Aquél a quien Alá dirige
está en el buen camino. Aquéllos, en
cambio, a quienes Él extravía, son los que pierden.
[7.179] Hemos creado para la gehena a
muchos de los genios y de los hombres. Tienen
corazones con los que no comprenden, ojos con los que no ven, oídos con
los que no oyen. Son como rebaños. No, aún más extraviados. Esos tales son los que no se preocupan.
[7.180] Alá posee los nombres
más bellos. Empléalos, pues, para
invocarle y apártate de quienes los profanen, que serán
retribuidos con arreglo a sus obras.
[7.181] Entre nuestras criaturas hay una
comunidad que se dirige según la Verdad y que, gracias a ella, observa
la justicia.
[7.182] A quienes desmientan Nuestos signos
les conduciremos paso a paso, sin que sepan como.
[7.183] Y les concedo una prórroga. Mi estratagema es segura.
[7.184] ¿No reflexionan? Su paisano
no es un poseso. Es sólo un monitor que
habla claro.
[7.185] ¿No han considerado el reino
de los cielos y de la tierra y todo lo que Alá ha creado? ¿Y que
tal vez se acerque su fin? ¿En qué anuncio, después de éste, van a
creer?
[7.186] Aquél a quien Alá
extravía, no podrá encontrar quien le dirija. Él les dejará que yerren ciegos en
su rebeldía.
[7.187] Te preguntan por la Hora:
«¿Cuándo llegará?» Di: «Sólo mi Señor tiene
conocimiento de ella. Nadie sino Él la
manifestará a su tiempo. Abruma en los
cielos y en la tierra. No vendrá a
vosotros sino de repente»,. Te preguntan a ti
como si estuvieras bien enterado. Di:
«Sólo Alá tiene conocimiento de ella».
Pero la mayoría de los hombres no saben.
[7.188] Di: «Yo no dispongo de nada que
pueda aprovecharme o dañarme sino tanto cuanto Alá quiera. Si yo conociera lo oculto, abundaría en
bienes y no me alcazaría el mal. Pero
no soy sino un monitor, un nuncio de buenas nuevas para gente que cree».
[7.189] Él es Quien os ha creado de
una sola persona, de la que ha sacado a su cónyuge para que encuentre
quietud en ella. Cuando yació con ella,
ésta llevó una carga ligera, con la que iba de acá para
allá; pero cuando se sintió pesada, invocaron ambos a Alá,
su Señor. «Si nos das un hijo bueno,
seremos, ciertamente, de los agradecidos.
[7.190] Pero, cuando les dio uno bueno,
pusieron a Alá asociados en lo que Él les había dado. ¡Y Alá está por encima de lo
que Le asocian!
[7.191] ¿Le asocian dioses que no
crean nada -antes bien, ellos mismos han sido creados-
[7.192] y que no pueden ni auxiliarles a
ellos ni auxiliarse a sí mismos?
[7.193] Si les llamáis a la Dirección,
no os siguen. Les da lo mismo que les llaméis
o no.
[7.194] Aquéllos a quienes invocáis,
en lugar de invocar a Alá, son siervos como vosotros. ¡Invocadles, pues, y que os escuchen, si es
verdad lo que decís...!
[7.195] ¿Tienen pies para andar, manos
para asir, ojos para ver, oídos para oír? Di: «¡Invocad a
vuestros asociados y urdid algo contra mí! ¡No me hagáis
esperar!
[7.196] Mi amigo es Alá, Que ha
revelado la Escritura y Que elige a los justos como amigos.
[7.197] Y los que vosotros invocáis,
en lugar de invocarle a Él, no pueden auxiliaros a vosotros ni
auxiliarse a sí mismos».
[7.198] ¡Si les llamáis a la
Dirección, no oyen. Les ves que te
miran sin verte.
[7.199] ¡Sé indulgente, prescribe el
bien y apártate de los ignorantes!
[7.200] Si el Demonio te incita al mal,
busca refugio en Alá. Él todo lo
oye, todo lo sabe.
[7.201] Cuando los que temen a Alá
sufren una aparición del Demonio, se dejan amonestar y ven claro.
[7.202] A sus hermanos, en cambio,
persisten en mantenerles descarriados.
[7.203] Y si no les traes un signo, dicen:
«¡Cómo! ¿Por qué no te has escogido uno?» Di: «Yo no hago
más que seguir lo que mi Señor me revela».
Ésas son pruebas visibles de vuestro Señor, dirección y
misericordia para gente que cree.
[7.204] Y, cuando se recite el
Corán, ¡escuchadlo en silencio! Quizás así se os
tenga piedad.
[7.205] Invoca a tu Señor en tu
interior, humilde y temerosamente, a media voz, mañana y tarde, y no
seas de los despreocupados.
[7.206] Los que están junto a tu
Señor no tienen a menos servirle. Le
glorifican y se prosternan ante Él.